El ¡®caso Renato Ibarra¡¯ obliga al f¨²tbol mexicano a hablar de violencia machista
El despido del jugador ecuatoriano del Am¨¦rica revela la falta de protocolos para atender este tipo de situaciones en el deporte mexicano
El tema de violencia machista se ha colado en el deporte favorito de M¨¦xico. Renato Ibarra, futbolista del club m¨¢s medi¨¢tico del pa¨ªs, el Am¨¦rica, fue arrestado el jueves 5 de marzo por la polic¨ªa de Ciudad de M¨¦xico por agredir a su esposa, una mujer embarazada. Pas¨® una semana en prisi¨®n preventiva tras la cual su equipo le ha despedido. No podr¨¢ salir del pa¨ªs en m¨¢s de seis meses mientras las autoridades investigan. El comportamiento de Ibarra estropea, de momento, su carrera en Primera Divisi¨®n a sus 29 a?os. Su caso muestra los problemas del f¨²tbol mexicano para atajar la violencia de g¨¦nero con protocolos o pol¨ªticas de cero tolerancia ante estas situaciones.
Lucely Chal¨¢, la esposa de Ibarra, se resguard¨® de las agresiones de su pareja en un armario. Uno de los mejores futbolistas del Am¨¦rica estaba fuera de s¨ª. Los hermanos del jugador le deten¨ªan para que no se acercara a su mujer, con casi 10 semanas de embarazo, ni a su cu?ada. La polic¨ªa lleg¨® a tiempo para arrestar al deportista. Chal¨¢ hab¨ªa asegurado a las autoridades que Ibarra la hab¨ªa empujado y la insultaba a gritos. Eso la hab¨ªa llevado al hospital para descartar alguna complicaci¨®n con la gestaci¨®n. ¡°Fui de las pocas que, a veces, corre con suerte de quedar con vida¡±, cont¨® a la revista de espect¨¢culos TV Notas. Sin embargo, Chal¨¢ se retract¨® de aquella primera versi¨®n, lo que la defensa del futbolista utiliz¨® en su favor para esquivar los cargos m¨¢s graves en su contra, de tentativa de feminicidio y aborto. Las autoridades han solicitado a Ibarra mantenerse alejado de su esposa, tomar cursos de perspectiva de g¨¦nero y cederle, como reparaci¨®n del da?o, un departamento de m¨¢s de 360.000 d¨®lares.
El c¨ªrculo cercano al futbolista public¨®, minutos despu¨¦s de ser arrestado, un mensaje en el que aseguraba que ¡°jam¨¢s le pondr¨ªa una mano encima a ninguna mujer¡±.El mensaje fue desmentido, adem¨¢s de la declaraci¨®n de Chal¨¢, por un v¨ªdeo donde se lo ve furioso. Ibarra contrat¨® dos abogados, el primero dej¨® el caso sin dar una raz¨®n y la segunda, Paloma Taracena, dej¨® el caso por ¨¦tica.
¡°Bajo la idea de que los futbolistas son los ¨ªdolos, los clubes generan distintos mecanismos para protegerlos de cualquier transgresi¨®n que ocurra fuera de la cancha. Si encubren las pr¨¢cticas de violencia de g¨¦nero desde los jugadores j¨®venes cuando llegan a un nivel profesional tienen profunda la idea de que ser¨¢n protegidos¡±, comenta Claudia Pedraza, doctora en Ciencias Pol¨ªticas y Sociales, especializada en deporte femenino.
Los equipos de f¨²tbol femeninos lanzaron, en agosto, una campa?a para hablar de las graves cifras de feminicidios en M¨¦xico. Cada d¨ªa, seg¨²n cifras oficiales, son asesinadas en M¨¦xico 10 mujeres. La medida no tuvo eco en los equipos masculinos. La Liga, de manera simb¨®lica, ha manifestado estar en contra de la violencia contra las mujeres, pero no existe un protocolo para casos como los de Ibarra. ¡°?Por qu¨¦ los clubes no empiezan a capacitarse en cuestiones de violencia de g¨¦nero? Me parece que estos dos casos son sintom¨¢ticos de que va a volver a suceder algo similar. En el f¨²tbol mexicano hay que sensibilizar a todos en cuanto a deconstrucci¨®n de masculinidades, perspectiva de g¨¦nero¡±, opina la periodista Marion Reimers.
El Club Am¨¦rica, que pertenece a la empresa de medios de comunicaci¨®n de Televisa, anunci¨® obligada por la realidad que promover¨¢ ¡°varias campa?as en apoyo a las mujeres¡± y que los futbolistas de su equipo recibir¨¢n capacitaci¨®n sobre la violencia contra las mujeres y nuevas masculinidades.
¡°Lo que ocurri¨® con Ibarra debe ser un punto de inflexi¨®n, pero puede ocurrir un movimiento inverso: que los clubes oculten los casos de acoso o violencia. Si esto no representara una p¨¦rdida econ¨®mica para los equipos a lo mejor no atender¨ªan estos casos¡±, opina Pedraza. Renato Ibarra era el quinto futbolista m¨¢s valioso del Am¨¦rica, seg¨²n las estimaciones de Transfermarkt.
Pumas encubre a un acusado de acoso
Un par de d¨ªas despu¨¦s de lo ocurrido con Renato Ibarra, el columnista del diario deportivo R¨¦cord, Ignacio Su¨¢rez revel¨® que el club Pumas encubri¨® un caso de acoso sexual por parte de uno de sus juveniles. El futbolista Marco Garc¨ªa tom¨® fotos por debajo de la falda a una profesora que impart¨ªa clases a los noveles jugadores del club de la UNAM, la universidad nacional. Garc¨ªa comparti¨® esas fotograf¨ªas entre sus compa?eros. El club suspendi¨® en 2017 dos semanas al jugador, pero no hubo mayor sanci¨®n. El chico se estren¨® en Primera Divisi¨®n en febrero bajo el mando de Miguel Gonz¨¢lez, M¨ªchel.
El club suspendi¨® de manera indefinida al jugador tras la publicaci¨®n del caso y una fuerte presi¨®n. Pumas pidi¨® detener la violencia de g¨¦nero a trav¨¦s de una campa?a d¨ªas antes de que la prensa le recordara este caso. ¡°En M¨¦xico estamos cargados hacia la v¨ªa punitiva. No s¨¦ si con castigos los futbolistas puedan cambiar esa conducta¡±, menciona Reimers, presidenta de Versus, una ONG contra la discriminaci¨®n de g¨¦nero en el periodismo deportivo. ¡°El mensaje que manda la instituci¨®n a ese chico es 't¨² puedes violentar a las mujeres sin ninguna consecuencia en tu carrera deportiva¡±, agrega Pedraza. Un reporte de M¨¦xico Eval¨²a se?ala que durante el segundo semestre 2019 m¨¢s de seis millones de mexicanas sufrieron alg¨²n tipo de violencia sexual.
Un d¨ªa despu¨¦s de que arrestaran a Ibarra, la Liga mexicana rechaz¨® a trav¨¦s de un comunicado que rechazaba ¡°todo tipo de violencia dentro y fuera de la cancha" y que est¨¢n comprometidos para erradicar todo tipo de agresiones. Sin embargo, tras la liberaci¨®n de Ibarra no han dado su postura ni avanzado alg¨²n plan para el manejo de estos casos.
Las mexicanas han mostrado su hartazgo por la violencia machista. En los ¨²ltimos meses ha aumentado la fuerza del movimiento. Y eso ha provocado que los casos de Renato Ibarra y Marco Garc¨ªa no pasen inadvertidos. La burbuja del f¨²tbol mexicano, ensimismado de los problemas sociales, ha pinchado.
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