Y esta vez ha venido el lobo
Ha encontrado a pol¨ªticos y expertos tan preocupados por no sobreactuar que muchos no le han visto las orejas hasta tenerlo enfrente
Hace tiempo que se especula con la llegada de una epidemia tan mort¨ªfera como la gripe espa?ola, que en 1918 mat¨® a m¨¢s de 60 millones de personas. Con ese temor en el retrovisor hemos afrontado ya varias crisis sanitarias globales y todas han sido abordadas con la aprensi¨®n de que pudieran convertirse en la temida pandemia. En 2003 fue el SARS que, con una mortalidad del 13%, se sald¨® con 8.098 infectados y 774 muertos. En 2005 lleg¨® la gripe aviar. Hizo estragos en la caba?a animal, pero la alarma proced¨ªa de la hip¨®tesis de que el virus mutara y pudiera contagiarse entre humanos. Nunca lleg¨® a suceder. Hubo 420 infectados, todos por contagio directo de animales, y 257 muertos. Pero el miedo hizo que los pa¨ªses acumularan reservas de Tamifl¨², un antiviral poco efectivo, del que Espa?a compr¨® 12 millones de tratamientos que acabaron caducando.
M¨¢s aparatosa fue la gripe porcina de 2009. De nuevo se actu¨® en base a la hip¨®tesis de que el virus pudiera mutar y volverse m¨¢s mort¨ªfero. La alarma llev¨® a una subasta entre pa¨ªses para hacerse con una reserva estrat¨¦gica de vacunas: en Espa?a se compraron 13 millones, pese a que en ese momento ya se sab¨ªa que el virus no mutaba y tampoco era tan grave. Result¨® ser una gripe mucho m¨¢s benigna que la estacional. En todos los casos se produjo el mismo patr¨®n: una alerta basada en hip¨®tesis que no se verific¨®. Las cr¨ªticas, a toro pasado, siempre aciertan. Entonces se critic¨® haber ca¨ªdo en una sobreactuaci¨®n impulsada por el alarmismo. Tanto se grit¨® ¡°que viene el lobo¡±, que cuando se vio que el lobo no aparec¨ªa, se torn¨® en descr¨¦dito de los alarmistas.
Esta vez el lobo ha venido y ha encontrado a pol¨ªticos y expertos tan preocupados por no sobreactuar que muchos no le han visto las orejas hasta tenerlo enfrente. Las cr¨ªticas ahora son de no haberse adelantado. Tambi¨¦n a toro pasado. Pero si algo demuestra esta crisis es la dificultad de gestionar la incertidumbre en una situaci¨®n compleja y cambiante en la que el lobo ha resultado ser m¨¢s fiero de lo que parec¨ªa y que nos ha pillado con el sistema sanitario debilitado. Entre los que hoy critican al Gobierno est¨¢n precisamente quienes lo debilitaron con recortes y privatizaciones.
El lobo ha venido y, lo que es m¨¢s es m¨¢s inquietante, sabemos que despu¨¦s de este vendr¨¢n otros y ser¨¢n m¨¢s fieros. Como dice el escritor italiano Alessandro Baricco, esta crisis es solo el anticipo de otras que van a llegar cuando la emergencia clim¨¢tica estalle de forma tambi¨¦n global. Crisis dif¨ªciles de gestionar para las que necesitamos mecanismos de gobernanza global que no tenemos.
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