Aprender a aprender en el confinamiento

Los profesores universitarios de toda Espa?a estamos confinados y tratando de mantener la actividad acad¨¦mica y la relaci¨®n con nuestros alumnos por teletrabajo. Sin duda, es un mal momento para todos, pero la situaci¨®n excepcional que vivimos puede aportarnos tambi¨¦n, en nuestro caso, una ventaja, pues es una oportunidad para tratar de motivar a nuestros alumnos a cambiar formas arraigadas y poco eficaces de aprendizaje pasivo por otras de aprendizaje activo, aplicadas por los buenos profesores, que son las que prefiere el cerebro humano para establecer memorias consistentes y duraderas.

El aprendizaje activo consiste en no limitarse a recibir informaci¨®n, como la que suele llevar el discurso del profesor o los v¨ªdeos y audios recibidos. Quien aprende solo mediante esas audiencias, se convierte en un simple recept¨¢culo de informaci¨®n, motivado s¨®lo a almacenarla o, en el mejor de los casos, a intentar comprenderla y asimilarla tal como se recibe. Vale como m¨ªnimos, pero no es lo mejor.

Algunos de mis estudiantes me piden estos d¨ªas que les ponga v¨ªdeos o audios en el campus virtual. Comprendo que lo deseen, pues en esos v¨ªdeos la informaci¨®n principal se les da organizada y resumida, evitando inducirles a dar el paso que requiere el aprendizaje activo, que les induce a razonar sobre la informaci¨®n, a ordenarla, valorarla y, sobre todo, compararla con la que recaba y con la que ya tiene almacenada en su memoria.

Para adquirir conocimiento sem¨¢ntico, el cerebro necesita activar el hipocampo, una estructura del l¨®bulo temporal que funciona como una m¨¢quina de integraci¨®n de informaci¨®n. El resultado de su trabajo generalmente acaba proyectado sobre la corteza, la parte m¨¢s evolucionada del cerebro y un gran almac¨¦n de memorias.

El hipocampo se activa cuando el aprendizaje requiere comparar informaci¨®n, ordenarla para establecer un discurso coherente y que del resultado se deriven nuevos conocimientos o ideas hipot¨¦ticas, y tambi¨¦n cr¨ªticas cuando la informaci¨®n no parezca veraz o convincente.

?C¨®mo conseguirlo? Una forma consiste en que el profesor organice la actividad partiendo de ejercicios que requieran que el alumno busque las respuestas acudiendo a diversas fuentes de informaci¨®n. Dichos ejercicios requieren un trabajo previo del profesor que garantice que abarcan los aspectos principales de la tem¨¢tica a aprender y que cuando el alumno las responda ya habr¨¢ asimilado lo m¨¢s relevante. El examen oral es tambi¨¦n uno de los mejores modos de inducir al aprendizaje activo.

El confinamiento al que el coronavirus nos somete estos d¨ªas es una buena oportunidad para tratar de inducir a nuestros estudiantes a un aprendizaje activo que cada profesor puede organizar con sus propios medios y desde la perspectiva que siempre ofrece la libertad de c¨¢tedra.

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Ignacio Morgado Bernal es catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa en el Instituto de Neurociencias y la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.

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