Ciudad de M¨¦xico se cierra poco a poco para contener el coronavirus

Caminar entre semana por el Z¨®calo de Ciudad de M¨¦xico y encontrarlo vac¨ªo en pleno d¨ªa es una imagen casi inimaginable. Desde esta semana, los 23.000 metros cuadrados de la plaza m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica est¨¢n resguardados por vallas met¨¢licas. Del otro lado de la cerca, dos polic¨ªas platican y miran c¨®mo la monumental bandera en el centro de la plancha se mece t¨ªmidamente con el viento. Esta es una de las postales que han dejado las medidas adoptadas por el Gobierno local tras declarar la emergencia sanitaria por el coronavirus. La capital ya se ha afianzado como la entidad con m¨¢s casos confirmados y decesos en t¨¦rminos absolutos y por cada 100.000 habitantes, con 327 contagios y 13 muertes. El reto para la metr¨®polis de habla hispana m¨¢s grande del mundo es lograr que m¨¢s de nueve millones de habitantes y otros cinco millones m¨¢s de poblaci¨®n flotante se queden en sus casas para mitigar la epidemia.

¡°Sabemos que la situaci¨®n es bastante cr¨ªtica¡±, se?ala a este diario Oliva L¨®pez, secretaria de Salud de la capital, ¡°desde el primer momento est¨¢bamos previendo que las zonas metropolitanas iban a ser los sitios con el mayor n¨²mero de casos y mayor propagaci¨®n del virus¡±. En l¨ªnea con el Gobierno federal, Ciudad de M¨¦xico orden¨® desde el lunes la suspensi¨®n de todas las actividades no esenciales, pero como autoridad local reglament¨® disposiciones locales para que el 90% de los comercios cerrara al menos hasta el pr¨®ximo 30 de abril. Al igual que el resto del pa¨ªs, en el sector p¨²blico solo se mantienen las actividades relacionadas a la atenci¨®n m¨¦dica, la seguridad, la impartici¨®n de justicia y las legislativas, mientras que los negocios que proveen servicios esenciales como las tiendas de conveniencia y los mercados permanecen abiertos.

¡°Nuestra principal debilidad es la concentraci¨®n y la movilidad de gente que tenemos¡±, apunta L¨®pez y comenta que la capital cuenta con 900 millones de pesos (37 millones de d¨®lares) para hacer frente al primer tramo de la epidemia, aunque matiza que se deber¨¢ sumar m¨¢s dinero de otras fuentes durante la emergencia. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha mantenido abierto el transporte p¨²blico, pero asegura que el flujo de usuarios ha ca¨ªdo alrededor de un 60%.

¡°Las epidemias nuevas entran generalmente por las clases medias y altas, que son los que viajan¡±, explica el epidemi¨®logo Jorge Ram¨ªrez, de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico. ¡°El punto cr¨ªtico es cuando entra la transmisi¨®n comunitaria y se traslada a los barrios populares, no por una cuesti¨®n socioecon¨®mica, sobre todo por la concentraci¨®n¡±, apunta Ram¨ªrez, que identific¨® que la zona oriente de la capital, la m¨¢s poblada, fue tambi¨¦n la que concentr¨® los casos de influenza H1N1 en 2009. ¡°La estrategia es correcta, no se puede obligar a la gente a encerrarse, hay que convencerla e informarla¡±, defiende.

En el primer cuadro de la ciudad sigue habiendo manifestantes apostados frente al Palacio Nacional y gente que camina apurada con su cubrebocas. Pero la realidad contrasta al doblar en cada esquina. Hay calles tan vac¨ªas que solo se escucha el rumor lejano de los coches y que hacen m¨¢s evidente la falta de opciones de las personas en situaci¨®n de calle. ¡°Vinimos solo a que nos dieran instrucciones de c¨®mo ¨ªbamos a seguir trabajando desde casa, creo que se est¨¢n tomando las medidas adecuadas¡±, comenta Fanny Rodr¨ªguez, de 27 a?os, administradora de una perfumer¨ªa.

¡°La gente ha cooperado muy bien, pero me sorprende: antes en este cruce no se pod¨ªa ni caminar¡±, cuenta el comandante Fernando Villegas, que vigila la calle de Madero, un andador peatonal lleno de comercios que fue cerrado el mi¨¦rcoles. Otros polic¨ªas pegan su tel¨¦fono a un meg¨¢fono para tocar el mensaje del Gobierno ante la cuarentena: ¡°Estamos en alerta sanitaria, por lo que se invita a la ciudadan¨ªa a retirarse de las calles y mantenerse dentro de sus domicilios para evitar contagios¡±. Algunos negocios han dibujado peque?as marcas o puesto pegatinas sobre el pavimento para conservar la ¡°sana distancia¡±.

Pese a las calles mayormente desiertas, hay a¨²n resistencias. ¡°Hemos apercibido en cuatro horas entre 30 y 40 negocios que no quer¨ªan cerrar, la mayor¨ªa lo toma bien, otros no tanto¡±, apunta una trabajadora del Instituto de Verificaci¨®n Administrativa, el encargado de vigilar que se cumplan las medidas de cierre de negocios.

Las im¨¢genes que llegan de ciudades como Nueva York, Londres o Madrid no escapan de las autoridades de la capital mexicana, aunque defienden que se tomaron precauciones mucho antes que otras urbes y que eso dar¨¢ tiempo para gestionar la crisis. L¨®pez conf¨ªa en que la red de vigilancia epidemiol¨®gica y los 32 hospitales y 230 centros de salud son una de las fortalezas de la capital. ¡°Lo hemos asumido no solo como un problema de salud, sino de todo el Gobierno¡±, afirma. La clave, sin embargo, est¨¢ en que la mayor parte de la segunda megal¨®polis m¨¢s poblada de Latinoam¨¦rica pueda quedarse en casa.

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