Wuhan: cuenta atr¨¢s para terminar 11 semanas de cuarentena
Las restricciones en la ciudad donde estall¨® la pandemia se levantan poco a poco, pero ni siquiera cuando se decrete el fin del confinamiento, el mi¨¦rcoles, volver¨¢ la normalidad
La se?ora Wang carga dos enormes bolsas de las que rebosan todo tipo de verduras. No es la ¨²nica que sale as¨ª del supermercado. ¡°?No ten¨ªamos de nada! ?Hay que reponer todo!¡±, explica entusiasmada. En la acera de enfrente, grupos de jubilados aguardan, sentados en taburetes, que los empleados del banco les den su turno para entrar y cobrar su pensi¨®n. Una peluquera se afana sobre la cabellera de un adolescente; ya hay otro esperando. Una ¨®ptica exhibe gafas relucientes. La calle Anju, en el barrio de Baibuting en Wuhan, casi ha recuperado el aspecto normal.
Casi. Los empleados de los bancos llevan trajes protectores; los pensionistas guardan distancias de m¨¢s de un metro entre ellos. Y la se?ora Wang se va deprisa porque solo tiene autorizaci¨®n para salir de su vivienda dos horas, las justas para terminar toda la compra que quiere hacer tras 10 semanas de cuarentena.
Baibuting, un ¨¢rea de clase media de cuatro kil¨®metros cuadrados en la que viven 130.000 personas, ha optado por la extrema cautela a la hora de romper, gradualmente, el confinamiento de sus residentes antes de que el d¨ªa 8 se d¨¦ oficialmente por acabada la cuarentena de Wuhan, el foco original de la pandemia. Tiene motivos para la precauci¨®n: fue aqu¨ª donde el 19 de enero, solo cuatro d¨ªas antes del cierre de la ciudad de 11 millones de habitantes y cuando ya el virus se propagaba de forma r¨¢pida, 40.000 personas participaron en una fiesta vecinal. Dos semanas m¨¢s tarde, seg¨²n publicaba entonces la revista Caixin, 57 bloques de viviendas del barrio se encontraban en la categor¨ªa de ¡°edificios de fiebre¡±, donde alguno de sus residentes mostraba posibles s¨ªntomas de Covid-19.
Aqu¨ª, los comit¨¦s vecinales ¨Dlos organismos m¨¢s bajos de gobierno, y encargados de hacer cumplir la cuarentena en cada barrio¡ª han sido tajantes al imponer un confinamiento estricto. Durante semanas, los residentes no pudieron siquiera comprar su propia comida: deb¨ªan encargarla a trav¨¦s de los comit¨¦s, que repart¨ªan los pedidos casa por casa. A¨²n ahora se mantiene esa pr¨¢ctica y es posible ver con frecuencia, a la entrada de los complejos residenciales, furgonetas que descargan las cajas de alimentos comprados por los comit¨¦s. Algunas tiendas a¨²n lucen un cartel en el que se notifica que no se aceptar¨¢n pedidos de individuos, ¨²nicamente de los comit¨¦s.
Desde hace un par de semanas, Baibuting ha empezado a permitir que los residentes puedan salir a la calle a comprar sus propios alimentos, o hacer otros recados que necesiten. Aunque es un permiso breve: algunos complejos residenciales, como el de la se?ora Wang, solo dejan un paseo de dos horas. Otros, solo autorizan la salida cada dos o tres d¨ªas. Y aun as¨ª, muchos vecinos todav¨ªa sienten demasiado temor y solo salen con todas las precauciones: no es raro ver personas que van a comprar con el pelo recogido en un gorro de pl¨¢stico, o en traje de protecci¨®n. Otros prefieren seguir en casa y recibir la compra del comit¨¦.
Nadie las tiene todas consigo, ni siquiera las autoridades que contemplan con terror la posibilidad de una segunda oleada de contagios que pueda echar por tierra todo el esfuerzo de los ¨²ltimos tres meses en una ciudad que ha padecido m¨¢s de 2.500 muertes y 50.000 contagios, seg¨²n las cifras oficiales. Preocupa la posibilidad de casos importados desde fuera o los asintom¨¢ticos, de los que se confirmaron 60 m¨¢s el jueves y ya rondan los 1.500 en toda China, de acuerdo con los datos de la Comisi¨®n Nacional de Sanidad.
El secretario general del Partido Comunista en Wuhan, Wang Zhongling, ped¨ªa a su poblaci¨®n esta semana que contin¨²e evitando salir de casa si no es necesario. Seg¨²n explicaba, ¡°el riesgo de que resurja (el coronavirus) sigue siendo alto¡± y es imprescindible continuar las medidas de prevenci¨®n y control, aunque la cuarentena oficial finalice el d¨ªa 8.
El fin del cierre de Wuhan tendr¨¢ una gran importancia simb¨®lica para toda China. Un d¨ªa despu¨¦s, se cumplir¨¢n 11 semanas desde que el anuncio de su bloqueo iniciara una larga temporada de cuarentena o semicuarentena por todo el pa¨ªs. Ha sido un levantamiento que ha variado por provincias, y que ha dependido de lo afectada que estuviera cada regi¨®n, pero que ha sido siempre muy gradual.
La primera vez que se suaviz¨® fue 10 d¨ªas despu¨¦s de aquel cierre, al terminar la pr¨®rroga de las vacaciones de A?o Nuevo Lunar el 3 de febrero. Fuera de la provincia de Hubei ¨Ddonde se encuentra Wuhan¨D empezaron a incorporarse al trabajo los empleados y funcionarios que sus empresas consideraban imprescindibles, los trabajadores de tiendas de alimentaci¨®n y farmacias y, sobre todo, el personal de las f¨¢bricas de mascarillas y otro material m¨¦dico protector. Una semana despu¨¦s, el 10 de febrero se incorporaba una segunda oleada de trabajadores, muy modesta a¨²n, mientras se insist¨ªa en que, de no ser imprescindible, se teletrabajara.
Mientras la situaci¨®n se estabilizaba en el resto del pa¨ªs, en Wuhan se endurec¨ªa la cuarentena desde el 15 de febrero, cuando se prohibi¨® a los residentes abandonar sus hogares y los comit¨¦s pasaban a ocuparse de la distribuci¨®n de alimentos. Casi un mes despu¨¦s del cierre de Wuhan, a¨²n 750 millones de chinos ¨Dm¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n¨D ten¨ªan impuesto alg¨²n l¨ªmite a su movilidad, seg¨²n un c¨¢lculo del New York Times.
La se?al m¨¢s clara de que China empezaba a cantar victoria lleg¨® el d¨ªa 10 con la visita de Xi Jinping, el presidente chino, a Wuhan, momento en que la cuarentena en esta ciudad y su provincia comenz¨® a relajarse t¨ªmidamente.
Una vez Wuhan recupere la libertad, faltar¨¢n a¨²n dos pasos definitivos para declarar la batalla por terminada: la convocatoria de la sesi¨®n parlamentaria anual, que se pospuso durante las semanas de mayor crisis y que reunir¨¢ a los altos estamentos pol¨ªticos del pa¨ªs, y la apertura de los centros de ense?anza. Algunas provincias ya han retomado las clases f¨ªsicas para los estudiantes de secundaria, otras podr¨ªan hacerlo a lo largo de abril. Hubei y Pek¨ªn ¨Dal ser la capital y uno de los principales puntos de llegada, se tiene especial cuidado con ella¨D probablemente ser¨¢n las ¨²ltimas en reabrir sus aulas de ense?anza primaria.
A¨²n falta tiempo para eso. Incluso despu¨¦s del d¨ªa 8, se mantendr¨¢n algunas restricciones en Wuhan. El transporte a¨¦reo con Pek¨ªn seguir¨¢ interrumpido; para viajar a la capital ser¨¢ necesario un permiso. Y es probable que, en comunidades como Baibuting, contin¨²e haciendo falta durante una temporada una autorizaci¨®n para ir a hacer la compra.
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