Comp¨®rtense, que hay ni?os
No se puede vivir pensando siempre lo peor del vecino, ahora que los dem¨¢s descubrimos lo mejor. Si S¨¢nchez y Casado se trataran como usted y yo, y no como ellos, nos pondr¨ªamos todos a llorar de la emoci¨®n
Todos hemos sentido estas semanas el v¨¦rtigo a lo desconocido, al hacer cosas antes inimaginables, como unas flexiones, que acabas hecho polvo, una humillaci¨®n total. Tambi¨¦n al recordar lo dif¨ªcil que es planchar bien una camisa, lo delicado que es hacer la mayonesa o la paciencia que requiere explicar los pronombres. O en el tacto al conversar con un vecino que sabes que no tiene tus ideas, por no herir susceptibilidades. Es arduo ser otro, obligado por las circunstancias, y peor a¨²n es ser mejor de lo que se es habitualmente. Pero luego pones la tele y ves a unos se?ores que no se sienten obligados a nada, la mayor¨ªa de los pol¨ªticos, y sobre todo de la oposici¨®n.
A Pedro S¨¢nchez le podr¨ªan sobrar 50 minutos cada vez que habla y al PP, la mitad de sus tuits. Es estad¨ªsticamente imposible que todo lo que haga el Gobierno est¨¦ mal. Tambi¨¦n es seguro que muchas de las cosas que dice la oposici¨®n pueden estar bien. No s¨¦ por qu¨¦ les resulta tan dif¨ªcil actuar como personas normales, como vecinos, como todos. Los ni?os que conozco, por ejemplo, lo est¨¢n haciendo muy bien, pero ya no puedes dejar los peri¨®dicos por casa, no sea que se asusten. Como este an¨¢lisis de la portavoz del PP en el Congreso en una entrevista: ¡°Bajo el paraguas del estado de alarma, el Gobierno ha emprendido una deriva autoritaria. La izquierda pretende confinar a los espa?oles en un r¨¦gimen social-comunista, en el que retrocedan las libertades pol¨ªticas, econ¨®micas y civiles¡±. Por primera vez en muchos a?os tuve ganas de fumarme un porro, esto se me va hacer muy largo. Pobres ni?os, los muy ingenuos todav¨ªa deben de creer que solo se trata de curarnos todos y que el Gobierno, con m¨¢s o menos chapuzas, hace lo que puede y sin mala fe. Probablemente de esto se trata para la mayor¨ªa de los ciudadanos, que ven la pol¨ªtica como uno de esos partidos de hace a?os que ahora emiten porque no hay f¨²tbol de verdad. Ni pol¨ªtica de verdad.
Francamente, no s¨¦ c¨®mo se puede vivir pensando siempre lo peor del vecino, justo estos d¨ªas en que los dem¨¢s estamos descubriendo lo mejor. Mi vecina el otro d¨ªa me trajo torrijas. El traspaso de la bandeja fue problem¨¢tico, pusimos una silla en el descansillo pero era todo tan rid¨ªculo que ella misma dijo que nos dej¨¢ramos de tonter¨ªas y vino hasta la puerta. A veces voy a casa de un amigo a llevarle cosas y al subir por la escalera voy viendo los zapatos en las puertas, como si esperaran a los Reyes Magos en primavera. Son zapatos de adultos y ni?os, todos querr¨ªamos creer en milagros, que haya algo nuevo al salir, pero da la impresi¨®n de que esta vez tampoco va a ser. Y eso que los ni?os se han portado bien. Un hijo de la vecina de enfrente el otro d¨ªa rompi¨® a llorar. No hab¨ªa dicho nada hasta ahora, pero ya no pod¨ªa m¨¢s, seis semanas encerrado. Al d¨ªa siguiente a una de mis hijas le pas¨® lo mismo. Parece que no se enteran, pero s¨ª: mis hijos se enteraron antes que yo de que el 27 pueden salir, se lo contaron los ni?os de enfrente como la noticia del a?o. Aunque ellos son cuatro, el mayor tiene 13 a?os y saldr¨¢n todos menos ¨¦l. No entiende nada, y yo tampoco. Lo mejor ser¨¢ que mienta sobre su edad, como para entrar en la discoteca, pero ya solo para salir de casa.
Los chicos se enteran, no son tontos, en las pel¨ªculas identifican el bien y el mal, y si no te preguntan. Como el otro d¨ªa, viendo La balada de Cable Hogue (Peckinpah, 1970): ?por qu¨¦ el protagonista perdona al malnacido que le rob¨® su mula y le dej¨® sin agua en medio del desierto? Pues porque Cable Hogue, que habla con Dios a su manera y tiene su c¨®digo moral, es una buena persona. C¨®mo les vas a poner de ejemplo personajes de la vida real, te tienes que limitar a la ficci¨®n.
Estos pol¨ªticos se comportan como un grupo salvaje, pero no ven mucho a Peckinpah, eso es algo que se nota. Un l¨ªder serio, con sentido com¨²n, conciliador, sin asomo de oportunismo, lo tendr¨ªa chupado en este momento para convertirse en h¨¦roe nacional. Desde su punto de vista lo del alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, y Rita Maestre, de M¨¢s Madrid, que no hay dos personas m¨¢s opuestas, debe de ser deplorable. Mira que decir que conf¨ªan el uno en el otro y est¨¢n unidos en esto. Ahora los vecinos de Madrid vivimos m¨¢s tranquilos, si cunde el ejemplo puede ser desestabilizador.
"Vamos a hacer lo que creemos que debe hacer cualquier oposici¨®n ante una circunstancia como esta". Rita Maestre ha ofrecido su ¡°apoyo total¡± a las medidas para afrontar la crisis tomadas por el alcalde de Madrid Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeidahttps://t.co/Me7qCTHH1W
— EL PA?S (@el_pais) April 17, 2020
Si S¨¢nchez y Casado de pronto se trataran como usted y yo, y no como ellos, ahora que estamos todos tan sensibles nos pondr¨ªamos todos a llorar de la emoci¨®n, har¨ªamos un musical. Pero c¨®mo cansa todo esto, da m¨¢s ansiedad que el coronavirus. Y Torra a lo suyo, que Catalu?a tendr¨ªa menos muertos si fuera independiente, y seguro que tambi¨¦n habr¨ªan inventado ya la vacuna. Y de Vox ya ni hablo. Y venga circular tabarras virales, muletillas despectivas, es una triste ocupaci¨®n en estos d¨ªas ya tan tristes. Menos mal que los ni?os est¨¢n m¨¢s atentos a la calle. Diego, el hijo de a?o y medio de un compa?ero, ha aprendido a aplaudir saliendo al balc¨®n, y tambi¨¦n a decir ¡°gracias¡±. Ha sido como una lecci¨®n de psicomotricidad civil: gestos, palabras, emociones, educaci¨®n, contenci¨®n. Al menos ah¨ª el espect¨¢culo es edificante. Siempre recordar¨¢ que aprendi¨® a aplaudir a las ocho de la tarde. ¡°Y si no se lo recordaremos¡±, me dijo su padre.
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