Los ind¨ªgenas de M¨¦xico se cierran para frenar al coronavirus

Las comunidades mayas, zapotecas, huicholes o pur¨¦pechas de Estados mexicanos como Oaxaca, Guerrero, Morelos, Veracruz, Sinaloa, Michoac¨¢n o Quintana Roo, sobreviven casi sin contagios frente a los miles de casos que se extienden las grandes ciudades, y as¨ª quieren seguir.

Aunque M¨¦xico no ha cerrado sus fronteras, al interior del pa¨ªs, m¨¢s de 300 municipios han bloqueado sus accesos y solo permiten el acceso al personal m¨¦dico o a vecinos con un salvoconducto, seg¨²n datos de las fiscal¨ªas de Derechos Humanos estatales. En Tlaxiaco, en Oaxaca, los vecinos que salen deben regresar con un certificado m¨¦dico si quieren volver a casa.

Hasta el momento el virus no ha impactado entre los ind¨ªgenas y en todo el pa¨ªs hay ocho casos de coronavirus frente a los casi 9.000 positivos en el resto del pa¨ªs, seg¨²n las cifras oficiales que difunden cada tarde Hugo L¨®pez Gatell, subsecretario de Salud del pa¨ªs. De los ocho ind¨ªgenas atendidos, cuatro est¨¢n hospitalizados y el resto fueron atendido en ambulatorios y dados de alta.

¡°En las zonas rurales la gente es m¨¢s obediente y disciplinada y entiende las consecuencias. En el campo trabajan para uno mismo, para su familia y para la comunidad. Saben que la comunidad se puede enfermar y que los centros de salud est¨¢n muy lejos por eso se saben cuidar¡±, explica Gisela Lara Salda?a, coordinadora del programa del Seguro Social (IMSS) dedicado a atender a las poblaciones m¨¢s pobres y remotas del pa¨ªs.

El programa que encabeza, con 40 a?os de existencia, cuenta con casi 700 m¨¦dicos para atender a 12 millones de personas, 4,4 millones de ellos ind¨ªgenas. Conscientes de los estragos que podr¨ªa causar entre los ind¨ªgenas la llegada del virus, las radios comunitarias emiten estos d¨ªas mensajes en 22 lenguas distintas. Las brigadas m¨¦dicas aceleran estos d¨ªas los consejos para detectar los s¨ªntomas o fabricar su propio gel antibacterial y mascarillas.

Sin embargo, en algunos municipios, muchos de ellos regidos por el sistema de ¡®usos y costumbres¡¯ la contundencia de las medidas ha chocado con las leyes vigentes o con las denuncias de abusos del Defensor del Pueblo en Oaxaca (DDHPO).

Al menos 50 municipios de Oaxaca han prohibido el acceso a cualquier persona ajena, seg¨²n el organismo. Hay decenas de denuncias de pueblos donde los vecinos han sido aislados a la fuerza, se ha exhibido a pacientes enfermos, se ha acosado a trabajadores de la salud, se ha prohibido la venta de comida a familiares de pacientes presuntamente contagiados o han impedido el regreso a casa de emigrantes obligados a volver desde Estados Unidos por la pandemia, denunci¨® desde Oaxaca Bernardo Rodr¨ªguez en un comunicado. Ante los abusos, el jefe de esta oficina de Derechos Humanos exigi¨® medias legales con periodos claros de aplicaci¨®n y respetuosos con la dignidad humana.

La oficina puso como ejemplo lo ocurrido en Zimatl¨¢n de ?lvarez, donde una mujer que sali¨® a vender nieves (helados) fue encarcelada y multada o la retenci¨®n de una decena de trabajadores del ambulatorio de San Idelfonso Villa Alta. Su alcalde insiste en que no se oponen a la salida del personal, sino a que quieran regresar a la comunidad sin ser examinados previamente.

Uno de los casos m¨¢s pol¨¦micos sucedi¨® hace diez d¨ªas, cuando personal m¨¦dico del Hospital Regional de Pochutla, se neg¨® a atender a un paciente trasladado desde Huatulco, presuntamente con la covid-19.

Cuando el personal m¨¦dico supo que la ambulancia iba en camino moviliz¨® a la poblaci¨®n a trav¨¦s de mensajes de WhatsApp para que bloquearan la entrada al municipio y atravesaron veh¨ªculos y una ambulancia para bloquear el acceso al hospital. En esta zona de la costa oaxaque?a que incluye a Puerto Escondido, Zipolite o Huatulco, con gran presencia de turistas europeos o canadienses, muchas las poblaciones proh¨ªben el acceso a los extranjeros.

El argumento del personal m¨¦dico es que no cuentan con equipos de protecci¨®n para tratar esos pacientes. Hasta el momento, muchos gobernadores se han quejado por la rid¨ªcula ayuda del Gobierno central, que se limita a unas pocas cajas con batas y mascarillas de ¨ªnfima calidad. ¡°Pero me parece bien y son muy l¨®gicas las medidas que han tomado estos pueblos. No pueden arriesgarse¡±, explica un cirujano del hospital de Huatulco, un centro con 12 camas frente a las 60 de Pochutla.

La siempre tensa relaci¨®n entre los ¡®usos y costumbres¡¯ y las leyes que aplican en el resto de pa¨ªs se ha replicado en Guerrero, con 166 municipios bloqueados o en Veracruz donde las autoridades calculan que hay otros 30 pueblos con acceso controlado. El sistema de ¡®usos y costumbres¡¯ es un modelo de autogobierno practicado en casi 2.500 municipios de poblaci¨®n ind¨ªgena de M¨¦xico. El modelo, recogido en el art¨ªculo dos de la Constituci¨®n, es una de las grandes victorias del indigenismo principalmente en Oaxaca, donde m¨¢s de 400 los 570 municipios, se rigen por este marco.

En la Sierra de Puebla, en el peque?o Pahuatl¨¢n, de 3.000 habitantes, mitad otom¨ª y mitad n¨¢huatl, la semana pasada los vecinos levantaron un ret¨¦n que imped¨ªa la entrada a for¨¢neos, pero la comisi¨®n de Derechos Humanos les oblig¨® a retirarlo. Desde entonces, muchos ancianos han decidido irse con familiares a Quer¨¦taro o la Ciudad de M¨¦xico, para estar cerca de un hospital, describe Giuliana Ibarra, vecina del lugar. ¡°De alguna forma sent¨ªamos que el ret¨¦n nos proteg¨ªa, porque aqu¨ª no hay hospitales y la carretera es casi una pista de tierra¡±, dice v¨ªa telef¨®nica.

En Morelos, un destino tan tur¨ªstico como Tepoztl¨¢n, ha replicado las medidas de aislamiento. Ah¨ª las autoridades defienden que es una decisi¨®n de la comunidad y que se mantendr¨¢ por tiempo indefinido, debido a que no hay hospitales.

La reacci¨®n los ind¨ªgenas de M¨¦xico no es muy distinta a la de otros grupos originarios del continente. En Brasil, la Confederaci¨®n de Pueblos Ind¨ªgenas (APIB) pidi¨® una atenci¨®n especial ¡°porque sin lugar a dudas, nosotros, los pueblos ind¨ªgenas somos uno de los segmentos m¨¢s vulnerables¡±. El p¨¢nico a que una nueva enfermedad llegada del exterior los esquilme, como ha ocurrido desde la llegada de los espa?oles con la malaria o la viruela, los ha puesto en estado de alerta.

Sin necesidad de viajar a tiempos de la colonia, en 2009, la influenza N1H1 mat¨® cuatro veces m¨¢s a los ind¨ªgenas de Estados Unidos que al resto de grupos raciales juntos, seg¨²n un estudio de 2009 encargado al CDC, un grupo de epidemi¨®logos, funcionarios de salud e ind¨ªgenas de Alaska, Nuevo M¨¦xico Utah.