Una desescalada a varias velocidades y con marcha atr¨¢s
¡°Los criterios para relajar las medidas actuales deben ser similares, pero no en todas partes al mismo tiempo¡±, dice Fernando Sim¨®n
La fecha es el 10 de mayo. Ser¨¢ el primer d¨ªa despu¨¦s del ¨²ltimo periodo de alarma previsto hasta el momento, y en el que tienen puesta la vista todos los que esperan volver a la vida que hac¨ªan antes de la pandemia de la covid-19. Aunque entonces se mantenga la situaci¨®n de excepci¨®n, los expertos consultados creen que ya ser¨¢ en otras condiciones. Ser¨¢ el inicio verdadero de la llamada desescalada. ¡°Hay comunidades aut¨®nomas y provincias o islas en las que los riesgos de transmisi¨®n son nulos o cercanos¡±, dijo el martes Fernando Sim¨®n, director del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias, indicando que est¨¢n cerca de poder empezar la relajaci¨®n de las medidas del estado de alarma.
Sim¨®n no mencion¨® una comunidad en particular, pero, seg¨²n los datos del mi¨¦rcoles aportados por el Ministerio de Sanidad, en Canarias, Murcia y La Rioja, adem¨¢s de Ceuta y Melilla, los casos registrados subieron menos del 1%. En ninguna se alcanza una inmunidad poblacional alta que garantizara una protecci¨®n de grupo (la que m¨¢s tiene, seg¨²n esos datos, es La Rioja, pero no llega al 2% de personas con anticuerpos). Por eso se busca ahora que ¡°las comunidades tengan los recursos¡± para abordar la situaci¨®n sanitaria, a?adi¨® Sim¨®n. ¡°No solo se trata de la magnitud de la epidemia en cada momento y lugar, sino de la capacidad para seguir respondiendo a ella. Capacidad de respuesta de la atenci¨®n sanitaria de los casos m¨¢s graves, por supuesto, pero tambi¨¦n capacidad para prevenir nuevos casos. Esto implica reforzar los recursos de salud p¨²blica¡±, comenta Andrea Bur¨®n, portavoz de la SEE (Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa).
¡°Lo tenemos al alcance de la mano. Si la evoluci¨®n de la pandemia no se tuerce, en tres semanas, con los requisitos que sean, podremos salir¡±, afirma Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica y ex secretario general de Sanidad en los Gobiernos del PSOE de 2005 a 2011. Se refiere a que ya parece que la transmisi¨®n est¨¢ camino de ser controlada y la situaci¨®n de los servicios asistenciales ha mejorado, por lo que podr¨ªan asumir el esperado repunte de casos que ocurrir¨¢ cuando se relajen las medidas de confinamiento.
Esos dos criterios, que el ritmo de contagios sea bajo y que la sanidad pueda asumir lo que surja, son la base de las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) al respecto y tambi¨¦n el punto de partida de los expertos consultados. ¡°La evoluci¨®n l¨®gica de las medidas de confinamiento y protecci¨®n deber¨ªa ir de lo general a lo espec¨ªfico. Las claves de relajar son la reducci¨®n de la propagaci¨®n, la capacidad de los servicios sanitarios y la capacidad de control de casos y contactos¡±, dice Jos¨¦ Ram¨®n Repullo, profesor de Planificaci¨®n y Econom¨ªa de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad (del Instituto de Salud Carlos III).
La duda surge con qu¨¦ hacer cuando a ese nivel de preparaci¨®n llegan unos territorios (comunidades aut¨®nomas, pero pueden ser tambi¨¦n provincias, Ayuntamientos o incluso islas o ciudades aut¨®nomas) antes que otros. Ya lo ha dicho Sim¨®n: ¡°Los criterios [para relajar las medidas actuales] deben ser similares, pero no en todas partes al mismo tiempo¡±.
¡°Habr¨¢ elementos iniciales comunes, y otros que se puedan gestionar a nivel auton¨®mico e incluso local¡±, afirma Joan Ramon Villalb¨ª, de la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria (Sespas). ¡°Habr¨¢ una sucesi¨®n de pasitos que podr¨¢n ser m¨¢s r¨¢pidos o m¨¢s lentos en un sitio o en otro¡±, a?ade, y pone como ejemplo lo que ocurri¨® al inicio de la pandemia, en lo que ahora se podr¨ªa llamar la escalada: ¡°En La Rioja hubo un brote muy importante en Haro y se tomaron medidas especiales, y lo mismo ocurri¨® en Igualada¡±.
Bur¨®n, que tambi¨¦n es miembro de la sociedad de Salud P¨²blica, cree que el levantamiento asim¨¦trico de las medidas ¡°parece razonable, no solo seg¨²n ¨¢reas geogr¨¢ficos sino tambi¨¦n por sectores y grupos poblacionales¡± (como al final va a pasar en Espa?a con los ni?os, por ejemplo, que van a poder salir solo a pasear antes que los mayores). ¡°Si en una regi¨®n o para un colectivo determinado el riesgo de transmisi¨®n y contagio es menor, no solo ser¨ªa l¨®gico sino deseable reducir antes las restricciones para prevenir el da?o que estas ocasionan¡± en la salud mental, por falta de ejercicio, y en la vida social y econ¨®mica.
Hay pocos ejemplos en los que basarse
En este momento, salvo en China, ning¨²n pa¨ªs ha emprendido una desescalada general. Hay iniciativas diferentes ¡ªNoruega acaba de abrir las guarder¨ªas; peluquer¨ªas y dentistas lo han hecho en Dinamarca; Italia ha permitido que lo hagan las librer¨ªas, y Francia y Alemania prev¨¦n la vuelta al colegio el pr¨®ximo mes¡ª, y los dem¨¢s observan lo que sucede. Su ejemplo, m¨¢s lo que detecten las pruebas que se haga en cada momento, determinar¨¢ el ¨¦xito de las medidas o si hay que dar marcha atr¨¢s. Una posibilidad que ninguno de los expertos descarta. ¡°Hay que recordar siempre el nivel de incertidumbre que a¨²n tenemos y con el que se est¨¢n tomando estas decisiones. Es posible que en alg¨²n momento y en alg¨²n lugar tengamos que retomar alguna medida restrictiva de forma temporal si observamos que vuelven a aumentar los casos. Esto es parte del proceso¡±, dice Buron. Y a?ade: ¡°Tener diferentes ritmos de desescalada tambi¨¦n nos ayudar¨¢ a poder evaluar mejor su impacto¡±.
"Hemos de cambiar la mentalidad, y pensar que puede haber avances y retrocesos; y que algunas medidas de reducci¨®n de la movilidad, confinamiento o distanciamiento f¨ªsico pueden tener que reimplantarse. Y, por supuesto, que habr¨¢ diferenciaci¨®n por territorios¡±, afirma Repullo.
Villalb¨ª cree que el proceso ser¨¢ muy gradual. ¡°El siguiente paso importante ser¨¢ que se pueda salir sin tener que justificarlo, para hacer deporte o pasear de manera individual; luego habr¨¢ una vuelta generalizada al trabajo con las correspondientes medidas de protecci¨®n. Probablemente abran antes los peque?os comercios que las grandes superficies, donde hay m¨¢s posibilidad de aglomeraciones¡±, indica. Tambi¨¦n empezar¨¢ a haber actividades deportivas sin p¨²blico o con muy poco: ¡°Siempre pensamos en los grandes estadios, pero est¨¢n los partidos de infantiles y juveniles, donde el p¨²blico podr¨ªa mantener los dos metros de distancia¡±.
Bur¨®n pone otro caso en el que se justificar¨ªan diferencias: ¡°No es lo mismo un lugar donde la mayor¨ªa de los desplazamientos se producen en transporte particular o a pie, que cuando la mayor parte de las personas utilizan transporte p¨²blico. Se trata de evitar aglomeraciones. Si en ciertas ¨¢reas estas no se dan de manera habitual, o se puede reorganizar para que no las haya, estas ¨¢reas seguramente podr¨ªan reiniciar la actividad antes¡±.
Dudas con la hosteler¨ªa
Ni Villalb¨ª ni Mart¨ªnez Olmos tienen claro qu¨¦ pasar¨¢ con la hosteler¨ªa. ¡°En un restaurante a lo mejor pueden separar las mesas, pero si en vez de ocho tienen cuatro, a lo mejor no les compensa abrir¡±, dice el segundo.
El margen que tengan las distintas Administraciones para marcar las diferencias es incierto. ¡°Lo normal es que comunidades aut¨®nomas y Ayuntamientos pugnen por aliviar las restricciones del Gobierno central, m¨¢s que por incrementarlas¡±, dice Repullo. Aunque habr¨¢ una base com¨²n. ¡°La recomendaci¨®n fuerte de usar mascarillas, dif¨ªcilmente se va a quitar por ninguna comunidad mientras dure la transici¨®n hacia la nueva normalidad¡±, a?ade.
¡°Si hay diferencias entre comunidades, lo que no va a poder ser es que se proh¨ªba moverse entre ellas¡±, expresa Mart¨ªnez Olmos. No habr¨¢ aduanas sanitarias. ¡°Lo de un control de fronteras entre comunidades o provincias lo veo complicado, pero estos tiempos son ins¨®litos¡±, opina Repullo, quien apunta en otra direcci¨®n: ¡°Me preocupa m¨¢s establecer una serie de barreras organizativas que protejan selectivamente a los mayores, especialmente los institucionalizados¡±. ¡°La clave ser¨¢ mantener los dos metros de separaci¨®n¡±, se?ala Villalb¨ª. Luego, quiz¨¢ haya margen en algunos asuntos. ¡°Est¨¢ empezando a haber iniciativas como la de instalar barreras de pl¨¢stico en los restaurantes cuya aprobaci¨®n podr¨ªa no ser estatal¡±, apunta, ¡°En cualquier caso, tendr¨¢ que haber una coordinaci¨®n¡±, remata Mart¨ªnez Olmos.
Lo dijo este mi¨¦rcoles el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez: la desescalada ser¨¢ ¡°lenta y gradual¡± para evitar dar pasos en falso.
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