El confinamiento llega al C¨ªrculo Polar ?rtico ruso
El puerto de Dudinka, a 2.812 kil¨®metros de Mosc¨², impone medidas para impedir la llegada del coronavirus
La movilizaci¨®n contra el coronavirus ha llegado tambi¨¦n al C¨ªrculo Polar ?rtico ruso. Incluso en la localidad de Dudinka, en el estuario del r¨ªo Yenis¨¦i, con una densidad de poblaci¨®n muy baja, se han proclamado estrictas medidas de confinamiento, como el cierre de las escuelas y de los comercios no esenciales, para cerrar el paso al enemigo. De momento, lo han mantenido a raya.
A 2.812 kil¨®metros de Mosc¨², Dudinka es un importante puerto en la Ruta Mar¨ªtima del Norte (SPM en la terminolog¨ªa rusa) y un eslab¨®n clave en las actividades del gigantesco grupo minero e industrial Norilsk Nickel, el principal productor de paladio y n¨ªquel del mundo, que emplea a 70.000 personas.
Desde un punto de vista europeo, Dudinka es una entidad sin precedentes. Con 22.000 habitantes y 223.500 kil¨®metros cuadrados, la densidad de poblaci¨®n en esta ¡°formaci¨®n municipal¡± no llega ni a un cuarto de ser humano por kil¨®metro cuadrado. En el mapa administrativo, Dudinka est¨¢ en el kray de Krasnoyarsk, una provincia siberiana de m¨¢s de 2,3 millones de kil¨®metros cuadrados. Dentro de esa provincia, que multiplica por cuatro el territorio espa?ol, esta ¡°formaci¨®n municipal¡± es parte del distrito de Taimyr-Dolg¨¢n-Nenets (879.900 kil¨®metros cuadrados y algo m¨¢s de 31.000 habitantes, de los cuales, 2.000 son n¨®madas).
En 2001, tras la llegada de Vlad¨ªmir Putin al poder, el acceso de los extranjeros a Dudinka y otros territorios de la vecindad se restringi¨®. Unos argumentan que fue para evitar el incremento de la criminalidad, otros para controlar mejor la emigraci¨®n, y un tercer grupo se inclina por la inercia burocr¨¢tica y policial.
La condici¨®n de territorio de acceso restringido, que afecta tambi¨¦n a la ciudad industrial de Norilsk (a 90 kil¨®metros de Dudinka), frena el desarrollo del turismo ¨¢rtico, pero estos d¨ªas se ha transformado en uno de los elementos de la lucha contra el coronavirus. El aislamiento de Dudinka ha sido reforzado con controles policiales en la carretera que la une con Norilsk, donde se han apostado patrullas de la Guardia Nacional, que solo permiten el tr¨¢nsito de los coches autorizados. El virus ha llegado a esta ciudad, la mayor de m¨¢s de 150.000 habitantes ubicada en el C¨ªrculo Polar ?rtico, fundada por los prisioneros del gulag estalinista en los a?os treinta. En el balance de v¨ªctimas del coronavirus en Rusia (74.588 casos y 681 muertos a fecha de 25 de abril), el kray de Krasnoyarsk ocupa un modesto lugar, con 467 casos y cinco muertos, ninguno de ellos en Dudinka.
¡°Me mantengo a flote gracias a mis empanadillas¡±, comentaba por tel¨¦fono Polina Ash¨²rova, encargada del restaurante V¨ªctoria. Ash¨²rova lleg¨® a Dudinka en los a?os noventa, deseando distanciarse de la guerra de Chechenia, fuente de gran tensi¨®n en una comunidad jud¨ªa del norte del C¨¢ucaso (descendiente de los jud¨ªos persas) donde ella viv¨ªa.
¡°Junto con la panificadora, soy la ¨²nica aqu¨ª que horneo bollos y empanadillas y eso me salva. El due?o de mi local no me rebaja el alquiler porque a ¨¦l le han cerrado el hotel y nadie le ha dispensado de los gastos comunitarios¡±, afirma, mientras prepara la masa de sus empanadillas y bollos. ¡°No s¨¦ si podr¨¦ pagar la renta de mayo porque en los supermercados a los que suministro cada vez se compra menos. El dinero disminuye y la gente prefiere cocinar en casa¡±, dice.
Por orden del gobernador en Krasnoyarsk, a 2.028 kil¨®metros al sur de Dudinka, a fines de marzo fueron cerrados todos los establecimientos de servicios no imprescindibles. Nadie sabe a¨²n cu¨¢ndo se restablecer¨¢ la vida normal, aunque esta semana el gobernador anul¨® las medidas de cuarentena en una parte de su vasto territorio.
En Dudinka hay dos escuelas-internados, donde se alojan los hijos de los pastores que pacen sus renos en la tundra. Uno, que es parte del sistema escolar general, tiene 200 residentes, y el otro, que atiende a discapacitados, alberga a m¨¢s de 100 ni?os. Ambos centros han sido cerrados y sus alumnos enviados a sus casas en poblados o en la tundra. ¡°Los que se fueron a la tundra tomaron los libros de texto y los deberes. Dentro de un mes ir¨¢n a visitarlos los pedagogos, para valorar c¨®mo han progresado¡±, afirma Alena Ovsianko, la jefa de prensa del distrito.
En la tundra, en las tiendas t¨ªpicas de los pobladores aut¨®ctonos, donde todav¨ªa residen algunos, no suele haber internet ni tel¨¦fono m¨®vil. ¡°Organizaremos clases especiales de recuperaci¨®n a principio del nuevo curso¡±, dice una maestra de Dudinka, que no quiere identificarse.
La regi¨®n es la patria de origen de pueblos como los dolganos, los nenets, los nganasanos, los evenkos y otros que fueron conquistados o asimilados en la colonizaci¨®n rusa. En Dudinka, Liubov Popova, directora de la casa de Artesan¨ªa Popular del Taimyr, se ha organizado virtualmente y ofrece visitas a su instituci¨®n y conferencias dedicadas a temas como la gastronom¨ªa de las etnias aut¨®ctonas locales.
Algunos de nuestros interlocutores telef¨®nicos opinan que las medidas de aislamiento que afectan a Dudinka son demasiado r¨ªgidas teniendo en cuenta las densidades poblacionales de la regi¨®n. Entre los que as¨ª se expresan est¨¢ Valeria B¨®lgova, empresaria tur¨ªstica de la etnia de los nganasanos. Por culpa del coronavirus, este mes de abril en Mosc¨² fue anulado el festejo en el que la asociaci¨®n de pueblos aut¨®ctonos del norte de Rusia iba a celebrar su 30? aniversario, cuenta.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada comunidad
- Pinche aqu¨ª para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.