Ignacio ?lvarez: ¡°El desbordamiento sanitario en las comunidades impidi¨® actuar en residencias¡±
El secretario de Estado de Derechos Sociales quiere que esta crisis sirva para repensar el modelo de cuidados. Tiene el reto de coordinar la respuesta de los servicios sociales
Ignacio ?lvarez (Madrid, 42 a?os), secretario de Estado de Derechos Sociales, es el n¨²mero dos de Pablo Iglesias en la vicepresidencia segunda. El responsable del programa econ¨®mico de Podemos lleg¨® al cargo tras ejercer de profesor de Econom¨ªa en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Poco despu¨¦s de tomar posesi¨®n, estall¨® la crisis. Tiene dos hijos a los que ¨²ltimamente no ve tanto como quisiera, y el reto de coordinar la respuesta de los servicios sociales.
Pregunta. ?Qu¨¦ diagn¨®stico tiene de lo sucedido en las residencias?
Respuesta. La pandemia act¨²a con m¨¢s virulencia en los mayores, pero la crisis ha revelado las fragilidades del sistema de cuidados de larga duraci¨®n. Debemos repensar el modelo.
P. ?Qu¨¦ fragilidades?
R. La excesiva mercantilizaci¨®n precariz¨® las condiciones de trabajo, se descuidaron las ratios de personal, y m¨¢s all¨¢ de que la saturaci¨®n del sistema m¨¦dico dificultara la medicalizaci¨®n de las residencias, en muchas ocasiones carec¨ªan de los medios t¨¦cnicos y m¨¦dicos para atender una crisis as¨ª. Debemos primar la vida en comunidad de los usuarios, pero tambi¨¦n una atenci¨®n primaria m¨¦dica m¨¢s cercana de las residencias.
P. ?Por qu¨¦ no se han hecho p¨²blicos los datos de fallecimientos en las residencias, que se piden a las comunidades desde hace m¨¢s de un mes?
R. Las comunidades remiten datos de naturaleza diferente. Algunas, de fallecidos con covid confirmada y otras, adem¨¢s, tambi¨¦n de fallecidos con s¨ªntomas compatibles. Es necesario homogeneizarlos.
P. ?Cu¨¢ndo se van a hacer p¨²blicos?
R. Esta respuesta la tiene que dar Sanidad, el ministerio competente.
¡°En los servicios sociales hay que hacer compatible la prudencia con la necesidad de que los servicios se presten¡±
P. ?Qu¨¦ se tiene que dar para que no vuelva a suceder algo as¨ª en un segundo brote?
R. La Administraci¨®n General del Estado, las comunidades aut¨®nomas y las patronales debemos garantizar equipos de protecci¨®n individual y test en todos los centros, y que haya personal y ratios suficientes. Hemos flexibilizado las cualificaciones para que los centros puedan contratar y habilitado un fondo extraordinario de 300 millones para financiarlo.
P. ?C¨®mo tiene que ser la derivaci¨®n a hospitales?
R. Lo prioritario es entender que el problema de las residencias no es de ¨ªndole social, sino sanitario. No podemos esperar que centros sociales solventen problemas de car¨¢cter m¨¦dico, o bien la derivaci¨®n a los hospitales est¨¢ garantizada, o tenemos atenci¨®n directa hospitalaria en residencias.
P. ?Esto fall¨® en esta crisis?
R. Es evidente, en muchas comunidades el desbordamiento sanitario fue muy fuerte e impidi¨® actuar en las residencias.
P. Isabel D¨ªaz Ayuso reconoci¨® que si hab¨ªa criterios t¨¦cnicos que dec¨ªan que una persona iba a morir igualmente sin derivar al hospital, no lo iba a cuestionar a toro pasado. ?C¨®mo lo valora?
R. Nuestra Constituci¨®n garantiza que el derecho a la sanidad es universal, sea cual sea la edad de las personas. El problema en Madrid no son tanto los efectos de una gesti¨®n peor o mejor, sino fundamentalmente la acumulaci¨®n de un modelo insostenible que empez¨® con Esperanza Aguirre. 20 a?os de gesti¨®n de los servicios sociales de espalda a los servicios p¨²blicos han terminado en una situaci¨®n donde Madrid se ha convertido en el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de una cadena que ha derivado en la crisis de los servicios sociales.
P. El modelo de residencias que quieren revisar, ?tiene que ver con lo p¨²blico-privado?
R. Hay que reorganizar los cuidados. Apostamos por servicios p¨²blicos y universales, gratuitos. No puede ser que la Administraci¨®n p¨²blica, porque es una competencia auton¨®mica, all¨¢ donde elija que esos cuidados los desarrollen empresas privadas se desentienda del control.
P. ?Es insuficiente?
R. Esta crisis demuestra que en alguna comunidad lo ha sido.
P. ?En qu¨¦ comunidades?
R. Madrid ha sido un ejemplo.
P. En el documento de desescalada se relegan para la fase tres las residencias. ?C¨®mo va a ser?
R. Estamos trabajando con las comunidades. En los servicios sociales hay que hacer compatible la prudencia con la necesidad de que los servicios se presten. Los hemos declarado esenciales.
P. ?C¨®mo deber¨ªa ser en su opini¨®n?
R. Los centros residenciales, en particular de mayores, ser¨¢n seguramente de los ¨²ltimos en la desescalada externa. Pero esto no quiere decir que desde ya, como est¨¢n haciendo algunas comunidades, no podamos adoptar medidas de desescalada interna, es decir, que mejoren las condiciones de vida. Por ejemplo, paseos internos controlados dentro de las instalaciones, para evitar un confinamiento excesivo en sus habitaciones, o garantizar derechos de videoconferencia con los familiares.
P. ?Las visitas se relegan entonces a la fase tres?
R. Lo estamos ultimando con las comunidades, pero parece sensato pensar que s¨ª.
P. ?Y con los centros de personas con discapacidad se plantea otro escenario? En el documento difundido por el Gobierno se dejaban para la fase dos.
R. Ese es el escenario que se mantiene a priori, en todo caso viendo en cada comunidad si es viable y es posible.
P. En la orden que regula la fase uno se faculta a las comunidades a abrir los centros de d¨ªa de mayores. Algunas comunidades lo han calificado de temeridad porque puede ser un foco de contagio.
R. La orden establece un marco general, pero deja que sean las comunidades las que marquen c¨®mo ha de realizarse y si es posible y viable hacerlo.
P. La pobreza va a ser uno de los grandes retos. ?Hasta qu¨¦ punto pueden resistir las v¨ªctimas de la crisis de 2008 este embate?
R. Si algo est¨¢ demostrando este Gobierno es que es posible gestionar una crisis de ¨ªndole econ¨®mica y social muy fuerte de forma distinta a como se gestion¨® la de 2008. En este momento se est¨¢ construyendo un escudo social. De ah¨ª la apuesta inequ¨ªvoca de un ingreso m¨ªnimo vital urgente.
P. El informe Foessa hablaba de m¨¢s de ocho millones de personas en situaci¨®n de exclusi¨®n o pobreza. Hay un lapso grande con los beneficiarios del ingreso m¨ªnimo vital.
R. Efectivamente. Es que esta crisis ha llegado a una sociedad fragilizada como consecuencia de los recortes de la crisis anterior. De ah¨ª nuestro empe?o en un escudo social potente. Los ERTE son un ejemplo. El ingreso m¨ªnimo vital pretende llegar a m¨¢s de un mill¨®n de hogares y sacar de la pobreza monetaria a m¨¢s de cuatro millones de personas.
P. ?C¨®mo van a convivir las rentas m¨ªnimas de las comunidades con un ingreso m¨ªnimo vital?
R. Espa?a es una excepci¨®n en Europa. Somos de los pocos pa¨ªses sin un sistema de renta m¨ªnima relativamente s¨®lido. Tenemos sistemas auton¨®micos muy desiguales, el ingreso m¨ªnimo vital viene en parte a cubrir este problema, pretende ser un suelo que garantice un ingreso m¨ªnimo para todo espa?ol, viva donde viva. Los sistemas de las comunidades lo complementar¨¢n, ser¨¢n subsidiarias del ingreso m¨ªnimo vital, mejorar¨¢n la prestaci¨®n. Se cerrar¨¢ la diferencia que hay entre comunidades.
P. A alguna comunidad aut¨®noma le preocupa que no tenga un itinerario de inserci¨®n potente.
R. El ingreso m¨ªnimo vital no estar¨¢ ligado a un itinerario social o laboral porque esa es competencia auton¨®mica, tendr¨¢n que desarrollarlos en sus tramos de rentas m¨ªnimas.
P. De seis millones de personas, los servicios sociales pasar¨¢n a atender a 10 millones. ?Est¨¢n preparados?
R. Hay que reforzarlos. Tras el primer fondo social extraordinario, hemos trasladado la necesidad de seguir reforzando los servicios sociales con otros 1.000 millones. Pensamos que es necesario aprovechar esta ocasi¨®n para construir la cuarta pata del Estado del bienestar, los servicios sociales, que en Espa?a se ha desarrollado mucho m¨¢s tard¨ªamente y de forma mucho m¨¢s fr¨¢gil que en otros pa¨ªses europeos.
P. Uno de los grandes problemas de las personas en situaci¨®n vulnerable que piden ayuda a la Administraci¨®n es la burocracia. ?Se va a simplificar?
R. Hemos intentado hacerlo en la legislaci¨®n que tiene que ver con moratorias de hipotecas y alquiler. Pretendemos que el ingreso m¨ªnimo vital tambi¨¦n tenga una carga de comprobaci¨®n a posteriori. Una declaraci¨®n responsable de la persona, igual que en otros sistemas de rentas m¨ªnimas como el navarro o el vasco, permite una tramitaci¨®n r¨¢pida.
¡°Lo urgente es evitar que haya ni?os que caigan en una situaci¨®n de pobreza. El ingreso m¨ªnimo vital es un objetivo urgente¡±
P. En abril se produjo la mayor ca¨ªda en las personas en situaci¨®n de dependencia atendidas por el sistema desde julio de 2014.
R. Justo antes de que empezase esta crisis, trabaj¨¢bamos en un plan de choque en dependencia para solucionar dos problemas cruciales: se tarda mucho en evaluar a las personas y despu¨¦s de que se les conceda una ayuda, la prestaci¨®n tarda mucho en llegar. Hoy es todav¨ªa m¨¢s necesario. Es urgente y debemos atenderla en los pr¨®ximos Presupuestos.
P. ?Se plantea inyectar fondos antes de que haya Presupuestos?
R. S¨ª. Esta vicepresidencia va a trabajar para que as¨ª sea. El objetivo es que esos 500 millones presupuestados [en 2019] formen parte de la realidad con car¨¢cter urgente, e impulsarlos por decreto.
P. ?Cu¨¢ndo?
R. Estamos trabajando en ello. Aqu¨ª a veces el Gobierno de coalici¨®n no es tanto de dos partidos entre s¨ª, sino de todos los ministerios con Hacienda.
P. ?Por qu¨¦ no se ha articulado ninguna pol¨ªtica espec¨ªfica durante esta crisis para los ni?os que sufren violencia?
R. El estado de alarma suspendi¨® la tramitaci¨®n de la ley de protecci¨®n integral frente a la violencia en la infancia y tan pronto se levante ser¨¢ posible seguir con ella. Pero adem¨¢s el Gobierno est¨¢ en colaboraci¨®n con entidades que prestan un servicio fundamental, como el tel¨¦fono al menor.
P. ?Qu¨¦ medidas se adoptar¨¢n para facilitar la conciliaci¨®n, con los ni?os ahora en casa?
R. Deber¨ªamos actualizar y reforzar el derecho de flexibilizaci¨®n de jornada para garantizar el deber de cuidado. Es un ¨¢mbito donde hay que avanzar.
P. Los ni?os son los grandes perjudicados por la desigualdad. ?Se van a quedar atr¨¢s?
R. Colaboramos con Educaci¨®n para garantizar alg¨²n tipo de curso de refuerzo pasado el verano, para que no se ampl¨ªe esta brecha. Lo urgente es evitar que haya ni?os que caigan en una situaci¨®n de pobreza. El ingreso m¨ªnimo vital es un objetivo urgente.
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