Andaluc¨ªa abraza de nuevo el ladrillo
La Junta avanza una ley del suelo que los expertos tildan de ¡°desregularizadora¡±
Andaluc¨ªa ya conoce las l¨ªneas maestras del devenir de su urbanismo y ordenaci¨®n del territorio. Y la nueva ley del suelo presentada esta semana se asemeja a una alfombra roja para el ladrillo, seg¨²n coinciden los expertos. ¡°La nueva norma reproduce la mentalidad de la ley Aznar [de 1998], en la que todo es urbanizable a menos que est¨¦ protegido. Es una reducci¨®n de las garant¨ªas ambientales y abre la veda de mucha mayor picaresca e interpretaciones forzadas de la ley. Lo que antes era un pol¨ªgono industrial blando, ahora puede tener industria m¨¢s contaminante y gesti¨®n de residuos sin necesitar la evaluaci¨®n ambiental estrat¨¦gica¡±. El profesor de Derecho ambiental de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Jaime Doreste censura la nueva norma de la Junta andaluza (PP y Ciudadanos), lanzada para impulsar el sector de la construcci¨®n en esta comunidad. La Junta defiende que ¡°flexibiliza¡± el urbanismo, una estrategia que choca frontalmente con la ¡°revoluci¨®n verde¡± que, seg¨²n el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, necesita Andaluc¨ªa para lograr un futuro sostenible.
Los ejemplos son llamativos, a pesar del lenguaje alambicado y soldado a un anteproyecto de ley: hasta ahora construir una vivienda en el campo deb¨ªa estar vinculada a la explotaci¨®n agropecuaria de la finca, pero ahora bastar¨¢ con respetar unos m¨ªnimos constructivos, lo que multiplicar¨¢ previsiblemente las segundas residencias y la dispersi¨®n territorial. A partir de ahora una construcci¨®n ilegal en terrenos protegidos prescribir¨¢ a los seis a?os, una traba para que la Administraci¨®n persiga estas infracciones, que hasta ahora no caducaban para desanimar a los infractores. Y las v¨ªas pecuarias podr¨¢n ser ocupadas siempre que lo decidan los Ayuntamientos mediante el planeamiento, a pesar de que son imprescriptibles, inalienables e inembargables seg¨²n la Constituci¨®n y podr¨ªa contravenir la Ley estatal 3/1995, que protege estos caminos p¨²blicos para garantizar la trashumancia.
Pedro G¨®rgolas, profesor de Urbanismo de la Universidad de Sevilla, se suma a las cr¨ªticas de Doreste: ¡°La ley va en contra de los principios de ordenaci¨®n sostenible del territorio plasmados en la Carta de Leipzig [que parad¨®gicamente cita la norma] y provocar¨¢ una dispersi¨®n territorial con un efecto domin¨® hacia la movilidad motorizada. Tiene un perfil excesivamente economicista bajo el manto de la desregulaci¨®n, para favorecer la iniciativa del mercado inmobiliario¡±.
La Junta defiende su nueva ley y bajo el objetivo de ¡°reducir la densidad normativa¡±, derogar¨¢ tres leyes y tres decretos, adem¨¢s de afectar a 19 normas auton¨®micas. ¡°No se trata de desregularizar el urbanismo, sino de flexibilizarlo¡±, matiza el texto. ¡°Los suelos crecer¨¢n siempre que haya iniciativas privadas y tengan la aprobaci¨®n del Ayuntamiento y el informe vinculante de la Junta, as¨ª no creamos bolsas de suelo empantanadas. La ley no encorseta, solo establece criterios m¨ªnimos¡±, defiende Carmen Compagni, directora general de Urbanismo de la Junta. Como puntos positivos de la ley, los expertos destacan la creaci¨®n de un cuerpo de subinspectores que vigile el medio rural y la uni¨®n del urbanismo y la ordenaci¨®n del territorio en una sola ley, como realidades vinculadas que son.
A pesar de su vasto territorio (87.268 km?), Andaluc¨ªa tiene m¨¢s de una vivienda por cada dos personas: 4,4 millones (3,3 millones habituales y 1,1 millones de segundas residencias) para 8,4 millones de habitantes, seg¨²n datos de 2018 del Ministerio de Fomento. Las viviendas pendientes de construir solo en el litoral andaluz, 950.000 seg¨²n los suelos ya clasificados, triplican la estimaci¨®n del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), que prev¨¦ para toda la regi¨®n 321.321 casas hasta 2033, seg¨²n el crecimiento poblacional. El panorama no invita al sosiego, sino a la contaminaci¨®n visual: ese mill¨®n extra de viviendas previstas crecer¨¢ a¨²n m¨¢s si los nuevos planeamientos de los Ayuntamientos salen adelante en un litoral ocupado ya en un 36% de su extensi¨®n, seg¨²n datos de la Junta de 2015.
¡°La oferta prevista en el planeamiento urban¨ªstico vigente est¨¢ claramente desajustada a las necesidades de alojamiento de la poblaci¨®n. Su mantenimiento reforzar¨ªa la vivienda como inversi¨®n y segunda residencia frente a la vivienda destinada a la formaci¨®n de nuevos hogares, dificultando el acceso para colectivos especialmente desfavorecidos¡±, critica G¨®rgolas, autor de El urbanismo en el litoral andaluz tras la ¨²ltima burbuja inmobiliaria. Cambio de ciclo o reincidencia, un dilema que la nueva ley resuelve a favor de la repetici¨®n, critican los expertos.
Ya en 2015 el Plan de Protecci¨®n del Corredor Litoral de la Junta alertaba: ¡°El litoral se ha consolidado como un espacio muy urbanizado que est¨¢ dando lugar a una creciente p¨¦rdida de identidad y de diversidad. En este proceso de transformaci¨®n, se han ido deteriorando sus valores ecol¨®gicos, ambientales y paisaj¨ªsticos, perdiendo parte de su atractivo y condiciones primigenias¡±. Uno de los objetivos del plan, hoy m¨¢s dif¨ªcil que hace un lustro, era: ¡°Evitar la consolidaci¨®n de un continuo edificado que podr¨ªa llegar a cubrir una parte sustancial de la l¨ªnea de costa¡±.
¡°El Gobierno no aprende de la burbuja de 2008¡å
El pasado septiembre la Junta ya dio un primer paso decisivo cuando regulariz¨® mediante Decreto Ley [que absorber¨¢ la ley del suelo] las 327.583 viviendas construidas sin planificaci¨®n y al margen de la legalidad urban¨ªstica. La norma inclu¨ªa la excepci¨®n de construir en terrenos inundables si los due?os acometen las obras para evitar el riesgo de inundaciones. ¡°Ahora si haces un muro, te legalizan la casa y los muros son m¨¢s peligrosos porque se rompen, lo vimos en Nueva Orleans con el Katrina¡±, recuerda Juan Clavero, de Ecologistas en Acci¨®n. Para esta organizaci¨®n, la nueva ley ¡°es una apertura obscena y sin paliativos a la urbanizaci¨®n del campo. Un urbanismo a la carta que abre todas las posibilidades a la especulaci¨®n y a la corrupci¨®n urban¨ªstica¡±. Nuria L¨®pez, secretaria general andaluza de CC OO, se suma a la cr¨ªtica: ¡°El Gobierno no aprende de la burbuja de 2008, retoma la receta t¨®xica de construir sin control para crear empleo r¨¢pido y destruirlo r¨¢pido¡±, a?ade.
En el extremo opuesto, la Confederaci¨®n de Empresarios de Andaluc¨ªa (CEA) defiende la norma: ¡°El anteproyecto nos parece oportuno. No pretendemos que se clasifique todo el suelo de Andaluc¨ªa, sino una tramitaci¨®n ¨¢gil para que un empresario sepa si podr¨¢ tener los permisos ambientales y urban¨ªsticos¡±, apunta su secretario general, Luis Fern¨¢ndez-Palacios. Andaluc¨ªa arrastra una gran dependencia de la construcci¨®n y el turismo, y el cambio de modelo productivo para aumentar la industria y la innovaci¨®n es un mantra de los dirigentes de esta regi¨®n, sean del color que sean.
Doreste advierte de que si la ley andaluza sale adelante con el texto actual, corre el riesgo de ser anulada por el Tribunal Constitucional, que tumb¨® la ley de evaluaci¨®n ambiental de Baleares por excluir la evaluaci¨®n ambiental estrat¨¦gica cuando se modificaba un plan urban¨ªstico. ¡°Hay toda una corriente de desregularizar los usos del suelo en terreno tur¨ªstico. Hasta ahora se ha frenado, pero la Comunidad de Madrid acaba de presentar otra ley muy parecida a la andaluza. La receta de la nueva ley urban¨ªstica andaluza post Covid-19 es una nueva burbuja inmobiliaria. Esto nos ense?a que nuestros legisladores no han aprendido nada¡±, concluye.
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