Los mayores se saltan la brecha digital
Las aulas universitarias para personas de m¨¢s de 50 a?os se han pasado con ¨¦xito al modelo ¡®online¡¯ aunque los alumnos echan de menos la relaci¨®n en clase
Hay un espacio en la Universidad al que no se accede con la Selectividad o a trav¨¦s de las pruebas de acceso, sino con la fecha de nacimiento que refleja el carn¨¦ de identidad. Si el documento marca m¨¢s de 50 a?os, 55 en algunos casos, el acceso a las aulas de mayores ¡ªo cualquiera que sea el nombre que cada instituci¨®n le da¡ª est¨¢ garantizado sin m¨¢s requisito. En octubre pasado, m¨¢s de 63.000 personas en Espa?a iniciaron el curso poniendo el pie en las aulas. Pero la pandemia, como a sus compa?eros de 20 a?os, tambi¨¦n les cerr¨® las puertas de clase en marzo. Por edad, ninguno de estos estudiantes es nativo digital. Aunque en algunos casos las clases se han suspendido hasta el pr¨®ximo curso, la mayor¨ªa de programas universitarios para seniors contin¨²an su ense?anza online, como la de sus colegas de 20 a?os. Y como explica Antonio Rodr¨ªguez Mart¨ªnez, presidente de la Asociaci¨®n Estatal de Programas Universitarios para Personas Mayores (AEPUM), ¡°en general, la adaptaci¨®n ha sido buena y nos ha permitido concluir el curso¡±.
La adaptaci¨®n de los mayores, como la de los estudiantes j¨®venes, ha tenido sus dificultades. Falta de ordenadores, mala cobertura y, por supuesto, dificultades tecnol¨®gicas. Tambi¨¦n, como relata Sergio Arenas, coordinador de la Universitat a l¡¯Abast, de la Aut¨®noma de Barcelona, con casi 5.000 alumnos, ¡°mientras algunos se han mostrado muy interesados y han aprovechado para adquirir competencias inform¨¢ticas otros, sencillamente, no les interesa este modelo porque lo que predomina es su deseo de relacionarse con otras personas¡±.
Pero quienes han mostrado inter¨¦s por seguir, han sido capaces de superar los problemas. Carlos Batll¨¦s, alumno del Aula de Mayores de la Universidad de Granada (UGR), con 71 a?os, explica que, ¡°para eso est¨¢n los grupos de Whatsapp. Cada uno ha ido exponiendo sus dificultades y entre unos y otros se han resuelto los problemas. Es una nueva experiencia de la que podemos decir que hemos salido bien parados. Para nosotros, la plataforma digital ya es un amigo cercano y una excelente compa?¨ªa¡±.
El aula de mayores de la UGR acoge a 1.300 estudiantes. El mi¨¦rcoles previo al estado de alarma cerr¨® sus clases porque los mayores ya estaban preocupados. Pensando que ser¨ªa algo m¨¢s pasajero, las clases se congelaron. Pero tras Semana Santa, explica Mar¨ªa del Carmen Garc¨ªa Garnica, directora del aula, optaron, no sin cierto resquemor, por el modelo online. ¡°Pensamos que la inform¨¢tica podr¨ªa resultar una barrera dif¨ªcil¡±. Pronto descubrieron, sin embargo, que Meet, Zoom o plataforma son t¨¦rminos perfectamente pronunciables por personas con 60, 70 y 80 a?os. Optaron por la prudencia y ¡°para evitar en la medida de lo posible la brecha digital, utilizamos primero una plataforma. Ah¨ª se depositaba el material para que los alumnos avanzaran a su ritmo¡±, explica la subdirectora del aula granadina, Mar¨ªa del Carmen Garc¨ªa R¨ªos. Pero los alumnos quer¨ªan m¨¢s. Es el caso de Mario Gonz¨¢lez, de 68 a?os y veterano del aula de Granada. Mario cuenta que ¡°nos sent¨® muy mal el corte de las clases¡±. La direcci¨®n tom¨® nota y se pusieron en marcha las clases por videoconferencia, en directo y con interacci¨®n profesor alumno.
Un camino similar ha seguido la Universidad de Mayores de la Complutense de Madrid. Con 3.500 estudiantes, explica su director Marcos Roca, ¡°estamos totalmente entregados a la virtualidad y la respuesta ha sido emocionante¡±. Seg¨²n Roca, ¡°los alumnos se han incorporado con un optimismo y una respuesta incre¨ªble¡±.
Para optimismo y entusiasmo el de Julia Paz Moreno, de 62 a?os, que se matricul¨® en la UGR por primera vez este a?o y ya es la delegada de su curso. Julia salpica todas sus respuestas con un ¡°me encanta, me encanta¡±. Julia, que a veces se conecta con su m¨®vil y otras con su ordenador, asegura que a sus clases virtuales asisten estos d¨ªas m¨¢s de 70 personas ¡°y al final, como cuando ¨ªbamos a clase, siempre hay preguntas¡±.
Antonio Rodr¨ªguez, de AEPUM, no obstante, opina que esto ¡°es una salida al problema actual¡± pero no una herramienta que se pueda consolidar en el futuro. ¡°Los alumnos de estos programas no solo vienen a aprender y a estudiar. Vienen sobre todo a relacionarse con otras personas de su edad y de otras generaciones¡±. Y la formaci¨®n online no a¨²na todo ello. El ¨¦xito es que los mayores han sabido adaptarse. El deseo es reunirse cada tarde a aprender, a charlar y a relacionarse.
63.000 estudiantes en programas universitarios para mayores
En 1994, la Universidad de Granada funda su aula de mayores, la primera en Andaluc¨ªa. Antes, a principio de los 70, surge en Toulouse (Francia) la primera del mundo. Al final de esa d¨¦cada, surgen las primeras experiencias en Espa?a. Pilar Aranda, ahora rectora de la UGR, puso entonces en pie la granadina. ¡°Era el a?o de la solidaridad intergeneracional y pens¨¦ que era un buen proyecto para unir generaciones¡±, justifica Aranda. El inter¨¦s por esta educaci¨®n crece a?o a a?o. Hace 18 a?os, estas aulas reun¨ªan a 20.000 personas en Espa?a. Hoy es el triple. Los datos de la Asociaci¨®n Estatal de Programas Universitarios para Mayores (AEPUM) para el curso pasado dicen que 63.146 personas de m¨¢s de 50 a?os, el triple que hace 18 a?os, asistieron en Espa?a a alg¨²n programa universitario de mayores entre su medio centenar de centros p¨²blicos y privados asociados. De ellos, aproximadamente dos tercios son mujeres. Esos estudiantes reciben clases de 7.050 docentes.
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