¡°Est¨¢bamos solos. Ped¨ªamos auxilio y no llegaba¡±
Las residencias privadas narran c¨®mo fueron las semanas que no pudieron derivar enfermos y piden medidas ante un posible rebrote
El relato es un¨¢nime en tres puntos. Semanas de horror, en las que el virus se extend¨ªa por las residencias. Un sentimiento de abandono, de haber estado ¡°solos¡± ante una pandemia que pill¨® a todos desprevenidos. Y el miedo a que el rebrote llegue sin estar preparados, a que el drama de miles de muertos se repita. Por ello, las cuatro patronales de las residencias piden que se act¨²e ya, para que el sector est¨¦ preparado ante una posible nueva ola en oto?o, y para ello consideran fundamental que haya mecanismos claros de coordinaci¨®n con el sistema de salud. Coinciden en que este ha sido uno de los grandes problemas, que en las comunidades con ¡°mayor saturaci¨®n¡± de los hospitales se restringi¨® la admisi¨®n de mayores desde los centros.
El Gobierno no ha publicado a¨²n la cifra de fallecidos en residencias de servicios sociales. Seg¨²n un recuento de este diario con datos de las autonom¨ªas, son m¨¢s de 19.000 las muertes en estos centros ¡ªque tambi¨¦n agrupan los de discapacidad o salud mental¡ª con covid-19 confirmada o s¨ªntomas compatibles. La mayor¨ªa, probablemente, en residencias de mayores. Han sido uno de los grandes focos de contagio. Al menos a la mitad no se les realiz¨® el test.
¡°Hay desconocimiento de nuestro sector. Al tomar el mando Sanidad, tanto desde el Gobierno como desde las comunidades, no saben con qu¨¦ recursos contamos¡±, explica Ignacio Fern¨¢ndez, presidente de la Federaci¨®n Empresarial de la Dependencia (FED), que agrupa a unos 2.000 centros. ¡°Dieron instrucciones para gestionar la situaci¨®n de desbordamiento total [en hospitales]. Se crey¨® que una soluci¨®n ser¨ªa restringir los ingresos desde las residencias y que ser¨ªamos capaces de atender a personas con enfermedades agudas, pero no estamos preparados. Esto caus¨® la tragedia", prosigue. ¡°Se actu¨® tarde, fuimos nosotros quienes pedimos cerrar los centros de d¨ªa [muchos comparten instalaciones con residencias] y prohibir visitas, las comunidades al principio se mostraban reticentes", asegura Jes¨²s Cubero, secretario general de la Asociaci¨®n de Empresas de Servicios para la Dependencia (Aeste), que aglutina a unos 400 centros.
Fern¨¢ndez dice que tuvieron problemas con las derivaciones desde mediados de marzo hasta la ¡°primera o segunda¡± semana de mayo, en las comunidades donde la pandemia ha golpeado m¨¢s fuerte. Cubero habla de ¡°un mes muy complicado, de mediados de marzo hasta mediados de abril". Y a?ade: ¡°?Hubo ingresos? S¨ª. ?Se nos denegaron? Tambi¨¦n. Mucha gente no ha podido ser atendida por servicios sanitarios¡±.
Cinta Pascual, presidenta del C¨ªrculo Empresarial de Atenci¨®n a las Personas (Ceaps) ¡ªcon cerca de 2.000 centros¡ª, se refiere a ¡°20 o 25 d¨ªas de horror¡±. ¡°Hay indicadores claros: uno, la cantidad de personas que han muerto sin diagn¨®stico, es decir, que no hab¨ªa pruebas; otro, el porcentaje de trabajadores infectados, luego no hab¨ªa equipos de protecci¨®n individual (EPI), y el tercero, la cantidad de fallecimientos en las residencias, es decir, que no se derivaba. Est¨¢bamos solos y abandonados, ped¨ªamos auxilio y no llegaba¡±, contin¨²a. Asegura que se restringieron derivaciones a los centros sanitarios en ¡°Madrid, Catalu?a, en algunas ciudades de Andaluc¨ªa, en hospitales de Valencia, en Castilla y Le¨®n, en Castilla-La Mancha, en Navarra, en el Pa¨ªs Vasco¡±, ten¨ªan un ¡°cribado¡± o ped¨ªan un perfil que ¡°no cumpl¨ªan el 95% de los residentes¡±.
¡°El problema viene de partida. El Gobierno asumi¨® que las personas con positivo se atendieran en las residencias, que deb¨ªan clasificar a los mayores en grupos [en funci¨®n de si ten¨ªan s¨ªntomas o no]. Es como hacer una barbacoa al lado de la paja. Los positivos ten¨ªan que haberse atendido fuera de las residencias, en recursos intermedios, y los agudos en el hospital¡±, expone Juan Jos¨¦ Garc¨ªa, secretario general de la Federaci¨®n Lares, que engloba a 1.050 centros gestionados por entidades sin ¨¢nimo de lucro. ?l dice que los mayores problemas con las derivaciones los registraron desde ¡°el 25 o 26 de marzo al 8 de abril". Alerta de que ¡°la atenci¨®n primaria¡± del sistema de salud no funciona bien en las residencias. ¡°El debate no deber¨ªa ser si hay que cambiar las normas para exigir m¨¢s personal sanitario en los centros, sino determinar las obligaciones de la atenci¨®n primaria. Deber¨ªan ir a las residencias a pasar consulta, por ejemplo¡±, apunta.
Rebrote
Seg¨²n el CSIC, en Espa?a hay cerca de 373.000 plazas en 5.417 residencias, el 71% de estas ¨²ltimas en manos privadas. El Imserso, que eleva las plazas a unas 381.000, estima que el 60% de ellas cuenta con financiaci¨®n p¨²blica ¡ªtambi¨¦n incluye la concertaci¨®n¡ª. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha criticado la ¡°privatizaci¨®n y precarizaci¨®n" de las condiciones de trabajo en las residencias y ha pedido un cambio de modelo. Por el momento se desconoce a nivel nacional cu¨¢ntas residencias han estado libres del virus, ni cu¨¢ntas p¨²blicas o privadas hay afectadas en Espa?a. Lo ocurrido en ellas ha sido muy cuestionado durante la crisis, con cientos de familias denunciando. Pero las empresas aseguran que la clave no est¨¢ en la titularidad de los centros. ¡°El virus no distingue entre qui¨¦n gestiona las residencias, ha entrado exactamente igual en las p¨²blicas que en las privadas, no hay diferencia", dice Pascual, de Ceaps. ¡°A los mayores no les importa qui¨¦n gestione, sino la calidad, la proximidad y lo que les cobran cada mes. Lo que tiene que hacer el Gobierno es terminar con la lista de espera de las plazas p¨²blicas y concertar m¨¢s, que las autoridades ponen los requisitos, el precio, deciden el c¨®mo, el cu¨¢ndo y el por qu¨¦¡±, a?ade. Las empresas reclaman que el Ejecutivo cofinancie la ley de dependencia, como est¨¢ obligado. ¡°Actualmente aporta el 20% de la financiaci¨®n, frente al 80% de las comunidades¡±, sostiene Cubero, de Aeste. Fern¨¢ndez, de la FED, afirma que el precio medio para la Administraci¨®n de una plaza concertada son ¡°54 euros al d¨ªa, frente a los 170¡± de una p¨²blica. Garc¨ªa, de Lares, pide m¨¢s peso del sector no lucrativo.
Las patronales coinciden en que a¨²n no se ha hecho un test a todos los residentes y trabajadores en todas las comunidades. ¡°En La Rioja o Asturias ha funcionado muy bien, pero en Castilla-La Mancha o Madrid ha sido un desastre¡±, sostiene Garc¨ªa, de Lares. ¡°Sanidad deber¨ªa pasar un test r¨¢pido cada 15 d¨ªas a todos los trabajadores y usuarios¡±, prosigue. Fern¨¢ndez, de la FED, reclama un ¡°mapa epidemiol¨®gico¡± en todas las residencias: saber cu¨¢ntos positivos hay y qui¨¦nes han desarrollado anticuerpos, tanto personal como mayores.
Las residencias se topan ahora con un frente pol¨ªtico, con un cruce de reproches entre partidos y Administraciones, y otro judicial, con las Fiscal¨ªas investigando las residencias. Las patronales se alejan de la bronca pol¨ªtica. La residencia que lo haya hecho mal, que pague, matizan. Pero aseguran que la mayor¨ªa ha actuado correctamente.
Poco a poco vuelven a la normalidad. ¡°Cada vez tenemos m¨¢s centros sin contagios", dice Pascual, de Ceaps. Las patronales explican que est¨¢n empezando a llegar nuevos residentes y que ya no hay problemas para derivar enfermos a los hospitales. Pero Garc¨ªa, de Lares, alerta de que se est¨¢ haciendo la desescalada ¡°sin que se exija al ¨¢mbito sanitario que asuma responsabilidades¡±. Carga contra los protocolos ¡°deshumanizados¡± que se imponen. ¡°?C¨®mo se pueden concebir los servicios sociales sin contacto? Los cumplimos. ?Pero c¨®mo se le dice a un hijo que lleva tres meses sin ver a su padre que no lo toque?¡±, a?ade. ¡°Estamos viendo escenas de reencuentros muy bonitas con las familias¡±, prosigue Fern¨¢ndez, de la FED. ¡°Ahora nos toca recuperar el deterioro que ha habido en este tiempo entre los mayores, de movilidad o cognitivo¡±, sostiene Cubero, de Aeste. El confinamiento ha pasado factura. ¡°La gente no solo ha muerto de covid, tambi¨¦n de soledad¡±, a?ade Garc¨ªa, de Lares.
Les preocupa el oto?o, que haya rebrote. ¡°Que en cuanto tengan conocimiento, den la voz de alarma, que haya test suficientes, que no nos volvamos a quedar sin EPI, y sobre todo que tengan prevista la atenci¨®n sanitaria a los mayores¡±, reclama Cubero. ¡°Si no, nos volver¨¢ a pasar lo mismo¡±, dice Garc¨ªa, de Lares. ¡°La sociedad no va a permitir que esto vuelva a ocurrir. Hay que actuar. Y vamos lentos¡±, advierte Pascual, de Ceaps.
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