¡°Si para algo sirvi¨® el cierre de fronteras fue para saber lo mucho que nos necesitamos¡±
Las poblaciones de Galicia y Portugal celebran con desfase horario la vuelta a su vida en com¨²n despu¨¦s de tres meses y medio econ¨®micamente "ahogadas" por la separaci¨®n
Tres meses y medio de cierre de fronteras, desde el 16 de marzo, han sido para los pueblos portugueses y espa?oles que hac¨ªan vida en com¨²n ¡°como tres... o 30 a?os¡±, clamaba Manuel Lopes, presidente de la C¨¢mara de Valen?a do Minho, esta madrugada, durante el acto de reencuentro de sus vecinos con los de Tui (Pontevedra). La cita oficial estaba fijada para las 12 de la noche y hab¨ªa ¡°mucha expectaci¨®n¡±, cuenta el alcalde tudense, Enrique Cabaleiro. Consist¨ªa en cruzar el viejo puente internacional para encontrarse en el centro, en la actualidad ¡°una calle m¨¢s, que permanec¨ªa cortada¡± entre dos poblaciones que ¡°social y psicol¨®gicamente¡± funcionan como una sola ciudad. Pero los gallegos tuvieron que esperar una hora a que a sus vecinos del otro lado del r¨ªo Mi?o les llegase al fin la medianoche.
Este desfase horario fue, en opini¨®n del regidor socialista, la guinda a las ¡°descoordinaciones¡± entre pa¨ªses de un cierre que en todo momento ¡°dej¨® mucho que desear¡±, que se alarg¨® m¨¢s que en los otros pa¨ªses del espacio Schengen y que se aplic¨® con visi¨®n centralista, ¡°desde Madrid y Lisboa¡±. Pasado el tiempo, y con el comercio y la hosteler¨ªa ¡°ahogados¡± por la clausura de ¡°la frontera m¨¢s poblada¡± y socialmente ligada de la Uni¨®n Europea, tal y como han denunciado en sucesivos actos en com¨²n una docena de alcaldes de ambos lados, lo que ha quedado claro es que el sur de Galicia y el norte de Portugal forman un solo organismo vivo que fue sesgado por la mitad. ¡°Si para algo sirvi¨® todo esto¡±, concluye el alcalde de Tui, ¡°fue para ahondar en la conciencia de lo mucho que nos necesitamos¡±.
¡°La decisi¨®n de imponer aqu¨ª un muro de Berl¨ªn tendr¨¢ un impacto enorme¡±, advierte por su parte Ux¨ªo Ben¨ªtez, director del Agrupamento Europeo de Cooperaci¨®n Territorial (AECT) do Mi?o, que ante la experiencia vivida estos meses trabaja ya en la creaci¨®n de una ¡°tarjeta de ciudadano transfronterizo¡± que salvaguarde la vida en com¨²n si vuelve a cerrarse la denominada raia hispanolusa. Mientras la Facultad de Econ¨®micas de la Universidad de Vigo, por encargo del AECT, prepara un informe sobre el impacto del corte de las relaciones, Ben¨ªtez recuerda que ¡°en los 70 kil¨®metros de frontera de Pontevedra con Portugal, solo un 5% de los 1.200 kil¨®metros¡± que mide el l¨ªmite desde A Guarda (Pontevedra) a Ayamonte (Huelva), ¡°se concentra casi el 50% del tr¨¢nsito entre ambos pa¨ªses¡±.
Esto es algo que los gobiernos, lamenta Ben¨ªtez, ¡°no tuvieron en cuenta¡± y que afect¨® directamente a las ¡°m¨¢s de 150.000 personas¡± que habitan este territorio del Mi?o, ¡°epicentro de una eurorregi¨®n mucho mayor, la del eje Vigo-Oporto¡±. Cuando se decret¨® el cierre, solo quedaron abiertos los pasos de la A-55 en Tui y la carretera que une Ver¨ªn (Ourense) con la localidad portuguesa de Chaves, aunque desde el 15 de junio hab¨ªa algunos m¨¢s abiertos en horario diurno. ?nicamente pod¨ªan transitar transportistas y trabajadores transfronterizos.
Y mientras la vida compartida vuelve a latir y la actividad econ¨®mica se retoma con visos de recuperarse lentamente, las Administraciones centrales escogieron un punto opuesto en la frontera para celebrar los actos oficiales de reapertura. El rey Felipe VI, el presidente de la Rep¨²blica portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, el presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, y el primer ministro luso, Ant¨®nio Costa, se dieron cita por la ma?ana en la alcazaba de Badajoz, donde ten¨ªa lugar el primer encuentro simb¨®lico, y terminaron la ceremonia con un segundo acto en el castillo de Elvas (Portugal). La elecci¨®n de las autoridades estatales no sent¨® bien en la frontera gallega, y Ben¨ªtez la considera ¡°una aut¨¦ntica verg¨¹enza¡±, que refleja el ¡°desconocimiento¡± que tienen de la importancia de este tramo tanto en los gobiernos centrales como ¡°en la Xunta de Galicia¡±.
En un comunicado difundido ayer por la Diputaci¨®n de Pontevedra, el director del AECT critic¨® unas declaraciones del conselleiro de Sanidade, Jes¨²s V¨¢zquez Almu¨ª?a, que manifest¨® su ¡°preocupaci¨®n¡± por la movilidad de los vecinos portugueses hacia Galicia en un momento en que se registran importantes brotes en la zona de Lisboa. Ben¨ªtez pide al responsable de la sanidad gallega que ¡°no criminalice a los vecinos de Portugal¡± porque en este pa¨ªs ha habido hasta ahora ¡°mejores datos epidemiol¨®gicos que en Galicia¡±. ¡°De hecho¡±, segu¨ªa la nota, ¡°el gobierno del pa¨ªs vecino fue uno de los que mejor afront¨® la crisis, con una tasa de contagios muy inferior a la gallega¡±.
Mientras tanto, explica el portavoz del organismo internacional, en Portugal la gente tambi¨¦n ha sido advertida de los riesgos con datos de otras zonas de Espa?a: ¡°A los portugueses se les traslad¨® que Galicia estaba como Madrid¡±, asegura. Todo esto, cree, influir¨¢ negativamente a la hora de ¡°restituir y normalizar las relaciones con Portugal tras el cierre f¨¦rreo¡± que se vivi¨®: ¡°M¨¢s all¨¢ de la frontera pol¨ªtica, queda una barrera psicol¨®gica que va a tardar en curarse¡±.
Seg¨²n el presidente de la C¨¢mara de Valen?a, hasta que lleg¨® la pandemia los vecinos de su municipio y los de Tui, igual que los de todas las localidades que hist¨®ricamente crecieron frente a frente en las dos orillas del Mi?o, estaban acostumbrados a cruzar unas ¡°tres o cuatro veces al d¨ªa¡±. No solo el comercio, el ocio, las zonas de recreo y los servicios se comparten, sino que abundan las familias mixtas y se repiten situaciones como la de los ni?os gallegos que a diario acuden a la guarder¨ªa en Portugal. Hay hechos cuantificados, como el de que el 50% de los usuarios de la piscina de la localidad lusa de Vila Nova de Cerveira sean residentes en Tomi?o o que el 90% de los que se ba?an en la de Tui sean vecinos de Valen?a. ¡°Hubo gente que no aguant¨® m¨¢s y se pas¨® en barca al otro lado del r¨ªo para ver a su pareja¡±, cuenta Ux¨ªo Ben¨ªtez, ¡°tres meses y medio fue demasiado¡±.
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