El acoso sexual en Egipto vuelve a estar en el punto de mira tras una gran campa?a de denuncias
El Gobierno ha reaccionado impulsando una reforma para cubrir varias lagunas legales que benefician a los acosadores
En Egipto, las acusaciones de acoso sexual de casi un centenar de mujeres contra un joven veintea?ero han desatado una gran campa?a de denuncias en las redes y ha suscitado una amplia e inusual atenci¨®n en el p¨²blico y las instituciones del pa¨ªs. La arraigada cultura de la violaci¨®n en Egipto est¨¢ bajo el foco medi¨¢tico.
El caso estall¨® el lunes 1 de junio. Apareci¨® una cuenta de Instagram con el nombre de Assault Police y el fin de recopilar evidencias sobre un joven llamado Ahmed Bassem Zaki, a quien la p¨¢gina acusaba de haber ¡°acosado y agredido a m¨¢s de 100 chicas¡±. Hasta el pasado s¨¢bado, el perfil hab¨ªa recogido m¨¢s de 90 testimonios, seg¨²n detalla la administradora de la cuenta en condici¨®n de anonimato para no restar protagonismo a las supervivientes y evitar represalias contra ella por parte de la familia del joven denunciado.
Zaki, de 21 a?os, proviene de una familia influyente y adinerada de El Cairo, y hab¨ªa estudiado en algunos de los centros educativos m¨¢s exclusivos y reputados de Egipto. Su padre, un alto ejecutivo en una importante empresa de telecomunicaciones, ha sido se?alado tambi¨¦n por haber aprovechado su posici¨®n privilegiada para encubrir a su hijo, que exhib¨ªa una clara sensaci¨®n de impunidad en los mensajes a las chicas que se han publicado. El padre fue forzado a dimitir tras hacerse p¨²blico el historial de abusos de Zaki.
La cascada de acusaciones se viraliz¨® r¨¢pidamente, y tres d¨ªas despu¨¦s la Fiscal¨ªa anunci¨® la detenci¨®n de Zaki. De acuerdo con un segundo comunicado, el joven est¨¢ acusado de seis cargos por las denuncias de cuatro mujeres y una menor. La administradora de Assault Police asegura que m¨¢s de 10 v¨ªctimas est¨¢n consultando con sus abogados presentar denuncias.
Aprovechando el empuje inicial, el Consejo Nacional de Mujeres de Egipto inform¨® que hasta el pasado martes al menos otras 400 personas m¨¢s hab¨ªan respondido a su llamada y hab¨ªan denunciado incidentes similares. Las denuncias tambi¨¦n se est¨¢n multiplicando en las redes sociales y han llevado a, como m¨ªnimo, un segundo hombre detenido el pasado s¨¢bado.
La onda expansiva del caso ha sacudido tambi¨¦n al Gobierno y al parlamento, que se han hecho eco ahora de dos importantes demandas reivindicadas desde hace a?os por grupos de la sociedad civil. Aunque Egipto criminaliz¨® el acoso sexual en 2014, la medida fue criticada desde el principio por su imprecisi¨®n, su corto alcance y las trabas exigidas para demostrarlo, lo que explica las pocas sentencias dictadas contra los perpetradores. En un intento de cubrir parte de estas lagunas, el Ejecutivo aprob¨® el pasado mi¨¦rcoles de forma preliminar una serie de enmiendas del c¨®digo de procedimiento penal para reforzar la confidencialidad de las v¨ªctimas que denuncien haber sido acosadas. En su turno, varios diputados llevaron a discusi¨®n en el pleno una ley integral para combatir todas las formas de violencia contra las mujeres. El alcance de ambas acciones, aunque notable, contin¨²a siendo incierto.
Paralelamente, las dos principales autoridades religiosas del pa¨ªs, Al Azhar y Dar Al Ifta, han adoptado un rol ins¨®litamente activo. Han denunciado el acoso sexual bajo cualquier pretexto y han llamado a denunciar y a apoyar a las v¨ªctimas. Los medios de comunicaci¨®n, r¨ªgidamente controlados por el r¨¦gimen, han seguido un discurso similar.
¡°Lo que ocurre es otro momento de decir basta, y creo que la causa ha sido la repetida impunidad [de Zaki]¡±, desliza Soraya Baghat, una destacada abogada de los derechos de las mujeres y ni?as en Egipto. ¡°Lo que es diferente est¨¢ vez es que ha tra¨ªdo un peque?o pero necesario paso adelante en la reforma de un sistema judicial, que ha permitido el acoso sistem¨¢tico y la violencia sexual ante la impunidad de los perpetradores,¡± agrega.
As¨ª, el caso de Zaki es solo el ¨²ltimo crudo recordatorio del extendido acoso sexual en Egipto. En 2013, un estudio de la ONU Mujeres se?al¨® que pr¨¢cticamente todas las egipcias hab¨ªan sido acosadas, y que un 93% nunca acudi¨® a la polic¨ªa despu¨¦s de ser hostigadas, en la mayor¨ªa de casos debido al miedo a da?ar su reputaci¨®n. En 2017, El Cairo apareci¨® como la megaciudad m¨¢s peligrosa del mundo para las mujeres en una encuesta elaborada por la fundaci¨®n Thomson Reuters.
¡°Para atajar la violencia contra las mujeres necesitamos una aproximaci¨®n hol¨ªstica e integral. Necesitamos la ley, un procedimiento establecido del Gobierno, la comprensi¨®n de la sociedad, los medios¡±, dice Mozn Hassan, una prominente activista feminista egipcia y fundadora de la organizaci¨®n Nazra para Estudios Feministas.
En el centro de la pol¨¦mica se encuentran tambi¨¦n algunas de las instituciones educativas m¨¢s elitistas de Egipto, incluida la prestigiosa Universidad Americana de El Cairo, que ha sido objeto de duras cr¨ªticas por no haber tomado medidas contundentes contra el joven pese a su conocido historial de abusos. Su falta de mano dura ha quedado retratada adem¨¢s en contraposici¨®n a la celeridad de una escuela de negocios de Barcelona a la que Zaki hab¨ªa acudido en febrero. En este caso, el centro expuls¨® al joven tras estallar el caso y sus abogados han presentado una denuncia a la polic¨ªa espa?ola. Rehab Saad, una portavoz de la Universidad Americana de El Cairo, avanza que, a ra¨ªz de la pol¨¦mica, el centro va a introducir este verano unos cursos obligatorios para toda la comunidad enfocados a ¡°mejorar el conocimiento acerca de la pol¨ªtica [de la universidad] y de los derechos individuales en caso de verse expuestos a cualquier acoso¡±.
En la otra cara de la moneda, la gesti¨®n de las autoridades de las denuncias de acoso de los ¨²ltimos d¨ªas contrasta con los arrestos de chicas j¨®venes que comparten contenido en redes sociales que la Fiscal¨ªa considera que atenta contra la ¡°moral p¨²blica¡±. Desde abril y hasta la fecha, las autoridades egipcias han arrestado al menos a nueve influencers bajo este pretexto, la ¨²ltima de las cuales el pasado viernes. Una de ellas fue sentenciada en junio a tres a?os de prisi¨®n.
De las anteriores detenciones, la que mayor impacto ha tenido fue la de una menor de 17 a?os que fue arrestada en mayo pocos d¨ªas despu¨¦s de haber compartido precisamente un v¨ªdeo en el que denunciaba haberla sido violada. A pesar de llegar incluso a confirmar sus acusaciones, el Ministerio P¨²blico present¨® contra ella varios cargos, incluido el de violar los valores familiares egipcios, seg¨²n el diario local Al Masry Al Youm, sentando un precedente que organizaciones y activistas locales han considerado peligroso.
¡°Algo va muy mal en una sociedad que se ofende m¨¢s por un pu?ado de chicas bailando en TikTok que por las horribles historias de acoso y agresi¨®n sexual continuadas¡±, comenta Bahgat, que concluye: ¡°Soy muy consciente de que a¨²n queda mucho por hacer y de que, cuando se trata de justicia para las mujeres de Egipto no podemos dejar a ninguna atr¨¢s¡±.
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