¡°Estuve dos veces a punto de morir mientras estaba sedado¡±

Blas Cabanilles, de 29 a?os, pas¨® 50 d¨ªas ingresado a causa de la covid-19 en la UCI del Hospital de Gandia, ciudad donde ejerce de profesor de valenciano y castellano. ¡°Estuve dos veces a punto de morirme mientras estaba sedado¡±, afirma. No padec¨ªa patolog¨ªas previas ni formaba parte de los llamados grupos de riesgo. ¡°La fiebre no me bajaba de 40 y me ingresaron. He estado muy grave, casi un mes sedado. Tuve una neumon¨ªa con un neumot¨®rax, me pusieron boca abajo. Por suerte, ahora me estoy recuperando. Cada d¨ªa estoy mejor, pero cuesta. Los m¨¦dicos est¨¢n flipados de lo grave que estaba y ahora puedo caminar cuatro calles aunque me canso mucho. Primero fui con silla de ruedas, luego con andador y ahora ya puedo andar por mi cuenta. Y me dicen que los pulmones los tengo bien. Parece incre¨ªble por todo lo que he pasado¡±, explica por tel¨¦fono el joven que vive con su pareja en la tur¨ªstica ciudad valenciana. Fue uno de los primeros enfermos por coronavirus en Gandia.

Sali¨® del hospital el pasado 6 de junio y a¨²n permanece en hospitalizaci¨®n domiciliaria por las secuelas. ¡°He perdido mucho peso y masa muscular, me canso mucho, tengo que hacer mucha rehabilitaci¨®n, sobre todo en los movimientos de los brazos, de los pies, aunque afecta a todo¡±, se?ala.

Ya est¨¢ habituado a que le pregunten por su dura experiencia y, en los ¨²ltimos d¨ªas, por los contagios que se han detectado entre la gente m¨¢s joven y en el ocio nocturno. Blas evita cualquier tono admonitorio y profesoral, a pesar de su oficio, y con voz tenue, se muestra descriptivo: ¡°Siempre digo, y no como reprimenda, que la gente joven se lo tiene que tomar seriamente, si no por ellos mismos, s¨ª por sus familiares o por sus amigos. Tampoco es un constipado como comentan algunos. Eso est¨¢ claro, ?no? Otros dicen que quieren pasar el virus para tener anticuerpos. Bueno, aunque est¨¦s sano y seas joven puedes acabar igual que yo¡±.

Blas rechaza la estigmatizaci¨®n que se est¨¢ produciendo de la poblaci¨®n m¨¢s joven, tras la relajaci¨®n de las medidas de seguridad del confinamiento por las actitudes irresponsables de algunos y las im¨¢genes festivas cuyo impacto se multiplica gracias a las redes sociales. ¡°Primero es que no son todos los j¨®venes. Soy profesor y conozco a muchos j¨®venes y tambi¨¦n s¨¦ que hay muchos focos de contagio. Obviamente, los adolescentes se creen indestructibles, pero insisto, si no lo hacen por ellos que lo hagan por su familia y m¨¢s ahora, que pueden reunirse y salir de casa¡±, sostiene.

Blas recuerda que ¨¦l mismo desconoce c¨®mo y d¨®nde se contagi¨®. ¡°Ahora que se hacen muchas m¨¢s pruebas parece que haya muchos m¨¢s contagiados entre los j¨®venes y se ha bajado la edad media. No digo que no. Pero cuando yo lo cog¨ª, no se hicieron pruebas a la gente de mi entorno, la mayor¨ªa joven. Se les mandaba a casa. No se hac¨ªan apenas pruebas PCR y ahora se hacen pruebas a todo el mundo¡±, comenta.

Fuertes dolores de cabeza

Quique P¨¦rez-Valero tambi¨¦n es joven como Blas y tambi¨¦n ha padecido la covid-19, aunque no de manera tan grave. Acaba de cumplir 30 a?os. No lleg¨® a estar en la UCI, pero hoy, cuatro meses despu¨¦s de notar los primeros s¨ªntomas sigue ¡°sufriendo fuertes dolores de cabeza¡±. Debe ser algo neurol¨®gico¡±, comenta este joven periodista deportivo del programa El Chiringuito, especializado en el Valencia CF, que ha perdido 12 kilos por culpa de una enfermedad de la que, si hoy no se sabe mucho, entonces, cuando la cogi¨® a finales de febrero, se desconoc¨ªa casi todo. Ignora c¨®mo se contagi¨®. No fue el 19 de febrero a Mil¨¢n, al partido entre el Atalanta y el Valencia, ¡°una bomba biol¨®gica¡±, seg¨²n el alcalde de B¨¦rgamo, pero s¨ª estuvo en contacto con compa?eros y amigos que asistieron.

El caso es que el 28 de febrero, cuando en una boda todo el mundo iba en manga corta, ¨¦l ya iba con chaqueta. ¡°Estaba pachucho, flojo, pero no daba fiebre ni tos y entonces me enviaron a casa¡±, explica. En aquel momento de la pandemia se tardaba mucho en conseguir que hicieran PCR. Se la hicieron a los 20 d¨ªas de los primeros s¨ªntomas y dio positivo. Estuvo encerrado en su habitaci¨®n m¨¢s de 30 d¨ªas. ¡°Ten¨ªa que avisar por tel¨¦fono a mi madre y a mi abuela cuando ten¨ªa que ir al lavabo. A veces me levantaba hecho un Cristo, no pod¨ªa con mi alma. Fue una monta?a rusa de s¨ªntomas¡±, apunta.

Y a?ade: ¡°He dejado hasta de tomarme unas cervecitas porque me incrementaban el dolor de cabeza. No es un dolor cualquiera. Va acompa?ado de un sabor de boca caracter¨ªstico, es como el sabor del virus. Tengo que hacerme pruebas neurol¨®gicas. No he vuelto a ir ninguna discoteca, a ning¨²n sitio cerrado, a terracitas, s¨ª. No digo que no haya que salir, es imposible no hacerlo, pero hay que controlar. Ser consciente de los riesgos. C¨®mo se puede vivir si piensas que al volver a casa de por ah¨ª has matado a tu madre o a tu abuela por contagiarlas¡±.

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