De un tuit al primer protocolo contra el acoso sexual en una universidad en Venezuela
La denuncia de una alumna contra un profesor en una instituci¨®n privada promovi¨® el dise?o de un instrumento para prevenirlo y sancionarlo
Alvany tiene un mensaje fijado en su perfil de Twitter en el que cuenta c¨®mo fue abusada. Tiene 18 a?os y esta semana decidi¨® hacer p¨²blico un episodio de hace tres a?os, cuando todav¨ªa era menor de edad, en una fiesta entre amigos. Jugaban a hacer retos, le toc¨® irse a un cuarto con uno de ellos. Aunque dijo ¡¯no¡¯ muchas veces el joven abus¨® sexualmente de ella con violencia. Logr¨® zafarse e irse a casa sin dar mayores explicaciones. Bot¨® la blusa que llevaba puesta ese d¨ªa y call¨® por a?os en los que se sinti¨® culpable de lo ocurrido. El hilo de Twitter ha causado revuelo en Maracaibo, la ciudad petrolera al oeste de Venezuela, donde vive la joven. Otras mujeres han contado sus historias, que otros han puesto en duda. Los mensajes acumulan likes y retuits y posiblemente se queden ah¨ª.
Contar una historia de acoso sexual en Twitter puede ser la ¨²nica oportunidad de una v¨ªctima de denunciar, con toda la exposici¨®n emocional que eso implica. A veces, tambi¨¦n, puede conducir a un cambio. En abril, pas¨® con una exalumna de la Universidad Cat¨®lica Andr¨¦s Bello (UCAB), del n¨²cleo de Guayana, al sur del pa¨ªs. En una seguidilla de tuits se?al¨® a un profesor de Comunicaci¨®n Social de haberla acosado durante la carrera. Dos a?os atr¨¢s hab¨ªa tenido conductas inapropiadas con ella. Tras los tuits, ocurri¨® lo mismo que con Alvany esta semana. Una avalancha de respuestas.
Otras v¨ªctimas hablaron. En cascada, salieron nuevos nombres, otras carreras, otras universidades. Qued¨® nuevamente en evidencia que el acoso a las mujeres es m¨¢s frecuente de lo que se habla. La presi¨®n de esas v¨ªctimas moviliz¨® a la instituci¨®n a crear un protocolo de actuaci¨®n en estos casos. Y ese peque?o paso se hace enorme en Venezuela, donde ninguna universidad ten¨ªa un instrumento similar hasta ahora y en el que la violencia de g¨¦nero mata a m¨¢s mujeres que la criminalidad: 137 nada m¨¢s en el primer semestre de 2020.
En la universidad reconocen que de la crisis en redes sociales surgi¨® el protocolo al que han dado respaldo varias organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres y comunidades vulnerables como la LGTBI. ¡°Todo comenz¨® por el se?alamiento en redes sociales de un profesor de parte de una presunta v¨ªctima de acoso que se fue del pa¨ªs y no termin¨® la carrera. La gente argumentaba que no era un ¨²nico episodio, que sent¨ªa que las denuncias no llegaban a nada, por una sensaci¨®n de inferioridad con respecto al acosador¡±, dice Magaly V¨¢squez, secretaria de la UCAB y coordinadora de la comisi¨®n que cre¨® el instrumento.
La universidad decidi¨® abrir una investigaci¨®n por la denuncia, pero no lograron recabar pruebas. Aseguran que tampoco pudieron entrar en contacto con la denunciante porque cerr¨® su cuenta en la red social, ni con las otras v¨ªctimas. Tuitear, al menos, sent¨® un precedente para casos futuros.
La abogada explica que el reglamento disciplinario de esta universidad privada, que sanciona plagios, ri?as o copiar en un examen, les permit¨ªa de alguna manera actuar en estos casos. Sin embargo, se dieron cuenta de la necesidad de crear un instrumento especial. Basaron parte de sus deliberaciones en una investigaci¨®n que hizo el a?o pasado la plataforma de periodismo Distintas Latitudes, en la que examinaron 100 universidades de 16 pa¨ªses de la regi¨®n y encontraron que en 60 de estas no hab¨ªa protocolos para estas situaciones. Tambi¨¦n miraron normas similares en universidades hermanas de la orden religiosa Compa?¨ªa de Jes¨²s, a la cual pertenecen. En cuatro meses, durante sesiones virtuales por la cuarentena por la covid-19, dieron con el protocolo para la prevenci¨®n y atenci¨®n en casos de acoso y violencia sexual.
Un reglamento para toda la universidad
El reglamento no est¨¢ enfocado solo en casos de acoso a las mujeres, sino que establece cl¨¢usulas de no discriminaci¨®n de g¨¦nero ni de orientaci¨®n sexual. El ¨¢mbito del reglamento es para toda la universidad e incluye no solo a profesores y alumnos, sino a todo el personal y proveedores que se relacionen con la casa de estudios. Aun en receso escolar, el pr¨®ximo 16 de septiembre comenzar¨¢n las clases y lo pondr¨¢n a prueba junto con una campa?a de informaci¨®n para que la comunidad sepa c¨®mo usarlo.
¡°A la prevenci¨®n, la confidencialidad de los datos y la no revictimizaci¨®n al relatar varias veces lo vivido le pusimos mucha atenci¨®n, para que la persona pueda sentirse segura¡±, se?ala V¨¢squez. La persona que denuncie ante la Comisi¨®n Disciplinaria, que ser¨¢ la que canalice estos casos, recibir¨¢ primeros auxilios jur¨ªdicos y psicol¨®gicos. Tambi¨¦n se han establecido plazos. Los hechos tienen que haber ocurrido en los ¨²ltimos tres a?os, lo que es una limitante, pero no necesariamente tienen que haber sido dentro del campus. En cuatro meses, seg¨²n la norma, deber¨ªa sustanciarse un expediente. Las sanciones van desde amonestaciones y suspensi¨®n hasta la destituci¨®n y expulsi¨®n definitiva en los casos m¨¢s graves, los de violencia sexual. Est¨¢n previstas medidas cautelares de protecci¨®n a las v¨ªctimas como su traslado de ¨¢rea de trabajo, aula u horario.
Melanie Agrinzones tiene 22 a?os, es universitaria y pertenece al grupo feminista Uquira. Ahora cursa estudios de posgrado, pero en sus a?os de alumna de Estudios Internacionales en otra universidad vivi¨® el desagradable momento en que un profesor le puso una mano sobre la pierna cuando se quedaron solos en un sal¨®n. Dice que se tens¨® tanto, que todo qued¨® ah¨ª. ¡°Pero este es un problema sistem¨¢tico, muchas hemos recibidos tratos inadecuados tambi¨¦n en las universidades¡±, comenta e insiste: ¡°Hay que resaltar la importancia de que las juventudes reclamen. Dudo mucho que se tuviese pensado hacer un protocolo antes de que todo saliera en Twitter¡±.
Agrinzones reconoce que el protocolo es un paso grande y necesario en la lucha por los derechos de las mujeres, pero cuestiona que ponga un l¨ªmite temporal a los hechos susceptibles de ser investigados y sancionados. ¡°Hay mujeres que les da p¨¢nico denunciar y esperan a tener el t¨ªtulo universitario, despu¨¦s de cinco a?os de carrera, para hacerlo. He conocido otras que simplemente abandonan o cambian de carrera por lo que vivieron¡±.
Uquira se moviliz¨® en la UCAB para exigir protocolos para que las universidades, tanto p¨²blicas como privadas, sean espacios seguros para las mujeres. Entonces desplegaron la campa?a #UniSinAcoso para promover el tema. A la par, desarrollaron una encuesta en la que encontraron que no solo las figuras de autoridad como profesores pueden ser potenciales acosadores, sino tambi¨¦n l¨ªderes estudiantiles. ¡°Hablar de esto es important¨ªsimo, porque hay muchas mujeres se enteran qu¨¦ es acoso leyendo las historias que vivieron otras¡±.
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