El trabajo no remunerado en Argentina equivale al 15,9% del PIB
El Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez advierte del reparto desigual de las tareas dom¨¦sticas y su impacto en la vida de las mujeres y plantea pol¨ªticas para reducir la brecha
¡°Eso que llaman amor es trabajo no pago¡±, pod¨ªa leerse en pancartas de la gran movilizaci¨®n del 8 de marzo en Buenos Aires por el D¨ªa Internacional de la Mujer, dos semanas antes de que el Gobierno decretase la cuarentena obligatoria por la pandemia de la covid-19. En Argentina, de cuantificarse, el trabajo dom¨¦stico y de cuidados no remunerado representar¨ªa el 15,9% del PIB. El c¨¢lculo lo convierte en el sector con mayor peso en la econom¨ªa nacional, seguido por la industria (13,2%) y comercio (13%), seg¨²n el primer informe del Gobierno argentino sobre trabajo no remunerado.
El documento se basa en estimaciones a partir de los ¨²ltimos datos oficiales disponibles, de 2013, que revelan que las mujeres realizan el 75% de las tareas como cuidar, limpiar y cocinar, frente al 25% de los hombres. En total, ellas dedican 96 millones de horas por d¨ªa a trabajar en casa sin recibir pago alguno. Si se remunerase, el valor ascender¨ªa a 3.027.433 millones de pesos al a?o (38.813 millones de d¨®lares).
¡°Esta distribuci¨®n asim¨¦trica contribuye a explicar que su participaci¨®n en el mercado laboral sea m¨¢s baja que la de los varones. Tambi¨¦n incide en que tengan trabajos m¨¢s precarios, que implican a su vez una mayor desprotecci¨®n social, por ejemplo no tener acceso a una obra social y, en un futuro, tener una mayor dificultad para acceder a una jubilaci¨®n por no tener aportes. Las mujeres presentan mayores niveles de desocupaci¨®n, ganan menos y, por consiguiente, son m¨¢s pobres. En este sentido, es imprescindible entender que las condiciones del trabajo remunerado est¨¢n estrechamente ligadas a c¨®mo se resuelven las tareas no remuneradas¡±, advierte el informe.
Durante la pandemia, esas tareas que se realizan de manera invisible entre las cuatro paredes del hogar ¡°quedaron expuestas, dejando en evidencia las repercusiones de una nueva normalidad dif¨ªcil de sostener en el tiempo sin transformaciones sustanciales¡±. Mientras casi todas las actividades econ¨®micas cayeron por el aislamiento obligatorio, el trabajo dom¨¦stico y de cuidados no remunerado se dispar¨® hasta equivaler el 21,8% del PIB.
¡°Estas tareas se vieron incrementadas debido a que las escuelas permanecen cerradas para no seguir desparramando el virus, as¨ª como los espacios de cuidado y de sociabilizaci¨®n de ni?os y ni?as, clubes, lugares donde van a jugar o encontrarse, e incluso es m¨¢s baja la movilizaci¨®n de abuelas, t¨ªas, primas, amigas que vienen a facilitar las tareas de cuidado tambi¨¦n en los hogares¡±, detalla en un encuentro con corresponsales extranjeros Mercedes D¡¯Alessandro, titular de la Direcci¨®n de Econom¨ªa, Igualdad y G¨¦nero, a cargo de la elaboraci¨®n del informe. La sobrecarga laboral femenina ha aumentado con nuevas demandas, como la ayuda a los hijos con sus clases virtuales y los deberes.
Con las cifras en la mano, el Ejecutivo presidido por Alberto Fern¨¢ndez planea llevar adelante pol¨ªticas p¨²blicas que permitan reducir el reparto inequitativo de estas tareas y su impacto en otros ¨¢mbitos, se?ala Luc¨ªa Cirmi, directora nacional de pol¨ªticas de cuidado del Ministerio de Mujeres, g¨¦neros y diversidad. Entre las prioridades est¨¢ ampliar y mejorar la red de servicios p¨²blicos de cuidado, tanto de personas mayores como de ni?os y ni?as. Hoy, quienes cuidan a personas mayores en residencias de la seguridad social argentina (PAMI), reciben 86 pesos la hora (poco m¨¢s de un d¨®lar). En el caso de los centros p¨²blicos de primera infancia, para la edad de dos a?os, la cobertura es de tan solo el 11%.
Presupuesto con perspectiva de g¨¦nero
El presupuesto de 2021, que se presentar¨¢ la semana que viene, incluir¨¢ por primera vez la perspectiva de g¨¦nero. Esto supone la inclusi¨®n de partidas que ayudan a reducir la brecha entre hombres y mujeres, como la construcci¨®n de nuevos jardines de infantes o el ¨¦nfasis en la urbanizaci¨®n para brindar acceso a servicios b¨¢sicos como agua corriente, anticipa D¡¯Alessandro. La falta de conexi¨®n a la red de agua ¡ªque afecta al 14% de los hogares urbanos¡ª complica las tareas dom¨¦sticas y aumenta el tiempo que dedican las mujeres a ellas.
¡°Como respuesta al pedido de los movimientos sociales, populares y feministas en las calles, el Gobierno puso mucho foco en la desigualdad en los cuidados porque entend¨ªa que otros temas con m¨¢s prensa, como la violencia o la brecha salarial, en el fondo se terminan explicando por estas desigualdades¡±, afirma Cirmi. La campa?a Cuidar en igualdad, el derecho a interrumpir el teletrabajo para dedicarse a tareas de cuidados y la presencia r¨¦cord de mujeres en altos cargos gubernamentales est¨¢n orientadas tambi¨¦n a reducir la brecha de g¨¦nero, agrandada aun as¨ª durante la pandemia.
La principal medida del Gobierno para contrarrestar el impacto del aislamiento obligatorio en la poblaci¨®n m¨¢s pobre ha sido el Ingreso Familiar de Emergencia, que reciben casi nueve millones de personas, de las que el 55,7% son mujeres. Este subsidio est¨¢ dirigido a trabajadores sin empleo formal, pero incluye como ¨²nica excepci¨®n a las empleadas dom¨¦sticas registradas porque adem¨¢s de tener los salarios m¨¢s bajos del sistema productivo, muchas han visto c¨®mo se los reduc¨ªan a¨²n m¨¢s y se han quedado tambi¨¦n sin otros peque?os trabajos complementarios en negro.
La emergencia sanitaria provocada por el virus SARS-CoV-2 ha tenido otro efecto adverso para el avance de la agenda feminista en Argentina: ha dejado en suspenso el env¨ªo al Congreso de un proyecto de ley de interrupci¨®n voluntaria del embarazo. La asesora presidencial Cecilia Nicolini evita responder cu¨¢ndo se debatir¨¢ la iniciativa, pero asegura que el compromiso de Fern¨¢ndez se mantiene intacto. ¡°La agenda de igualdad del Gobierno no es circunstancial sino que es una pol¨ªtica para transformar Argentina¡±, subraya Nicolini. La pandemia y la grave crisis econ¨®mica complican ese ambicioso objetivo.
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