Una comparaci¨®n demoledora

Como ya ocurri¨® en la primera oleada, la Comunidad de Madrid se perfila como un nuevo agujero negro en el control de la pandemia en Espa?a. Su presidenta ha dedicado mucha energ¨ªa a criticar la gesti¨®n del Gobierno central pero, tras propiciar una desescalada precipitada y ca¨®tica, Madrid vuelve a encabezar las estad¨ªsticas de contagios y ahora es ella la que est¨¢ bajo escrutinio. Isabel D¨ªaz Ayuso intenta desviar la atenci¨®n con falsas pol¨¦micas y no para de repetir que la situaci¨®n de la capital es similar a la de otras grandes ciudades europeas. Pero no es cierto. Un demoledor hilo de Twitter del epidemi¨®logo Miguel Hern¨¢n, profesor de bioestad¨ªstica y salud p¨²blica de la Universidad de Harvard, bast¨® para situar la gesti¨®n de la presidenta ante su propio espejo. Y no aparece precisamente como la m¨¢s hermosa.

Hern¨¢n se limita a comparar la situaci¨®n de Madrid con la de Nueva York. Ambas sufrieron parecidos estragos en la primera oleada y ambas comparten caracter¨ªsticas muy propicias para la expansi¨®n del virus: ciudades grandes, con muchos visitantes, mucha vida social y un uso intenso del transporte p¨²blico. Las dos tardaron en aplanar la curva, pero ahora en Nueva York apenas hay contagios y Madrid es ya la capital europea con mayor incidencia de coronavius. La curva sigue escalando peligrosamente. ?Por qu¨¦?

Porque la gesti¨®n ha sido muy diferente. Para empezar, Nueva York ha hecho una desescalada mucho m¨¢s lenta y gradual. All¨ª, hasta el 30 de septiembre no se podr¨¢ comer, por ejemplo, en el interior de los restaurantes y solo estar¨¢ permitido el 25% del aforo. En Madrid se permite el 60% desde junio y todos hemos visto que muchas veces no se respetan las distancias de seguridad. Nueva York tiene 30 rastreadores por cada 100.000 habitantes, es decir, unos 6.000 en total. Madrid empez¨® la desescalada con menos de 200 y ahora no llegan a 600, cuando necesitar¨ªa 2.000. Tampoco se hacen suficientes pruebas PCR. Hern¨¢n recuerda que para poder controlar la situaci¨®n, la tasa de resultados positivos debe ser inferior al 5%. Madrid tiene el 20%, Y subiendo. A ello hay que a?adir el creciente retraso en comunicar los resultados de las pruebas PCR, que en algunos casos llega a tardar siete y hasta 10 d¨ªas, lo que significa que en ese tiempo los contactos asintom¨¢ticos no contactados pueden estar contagiando.

Parecidas carencias explican los rebrotes que han sufrido Catalu?a, Arag¨®n y otras comunidades, pero Madrid sigue siendo la que tiene la pandemia m¨¢s descontrolada. En marzo la pandemia cogi¨® a todos los gobernantes por sorpresa y casi todos cometieron los mismos errores derivados de un primer diagn¨®stico que subestimaba la peligrosidad de virus. Pero ahora hay ya mucha informaci¨®n de modo que las diferencias en la incidencia pueden atribuirse al rigor y la calidad de la gesti¨®n. Los gobernantes tendr¨¢n que responder de ello. Especialmente aquellos que han destacado por su virulencia a la hora de acusar a los dem¨¢s.

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