M¨¢s de 5,2 millones de espa?oles sufren ya restricciones de movilidad
Le¨®n y Palencia se confinan por el auge de contagios. Los expertos avisan de que el cierre perimetral es insuficiente si no se acompa?a de limitaciones sociales dentro del municipio
El auge de casos de covid acelera los confinamientos. A cuentagotas, por ahora, y no tan extremos como los de la primera ola, pero los cierres perimetrales vuelven a instalarse cuando la transmisi¨®n del virus se dispara en alg¨²n territorio. Ya hay m¨¢s de 5,2 millones de espa?oles ¡ª4,7 en Madrid y otras nueve ciudades de la comunidad¡ª con restricciones de movilidad en sus municipios, de donde solo pueden salir para trabajar, ir al colegio o por causas de fuerza mayor. Los ¨²ltimos en incorporarse a estas limitaciones fueron este lunes Le¨®n, Palencia y San Andr¨¦s de Rabanedo en Castilla y Le¨®n y La Almunia de Do?a Godina en Arag¨®n. Los expertos advierten de que, aunque los cierres perimetrales son necesarios cuando se dispara la transmisi¨®n, son insuficientes si no se acompa?an de limitaciones sociales de puertas adentro del territorio confinado.
Castilla y Le¨®n ya tiene nueve municipios con restricciones de movilidad. Aunque la comunidad tiene una incidencia acumulada de 374 casos por 100.000 habitantes, la de Palencia asciende a 536 y la de Le¨®n, a 510. El alcalde de Le¨®n, el socialista Jos¨¦ Antonio D¨ªez, corrobor¨® este lunes a EL PA?S que los vecinos intu¨ªan que podr¨ªan llegar estas restricciones. ¡°Las asumimos con compromiso porque el objetivo com¨²n es vencer a la pandemia y aminorar el alto ¨ªndice de contagios¡±, dijo. Tambi¨¦n el alcalde palentino, Mario Sim¨®n, de Ciudadanos, asum¨ªa la medida: ¡°Con los datos que ten¨ªamos en las ¨²ltimas semanas, o cambiaba radicalmente la situaci¨®n o era cuesti¨®n de tiempo¡±.
En esta ocasi¨®n, Castilla y Le¨®n ha tomado como referencia los indicadores del Ministerio de Sanidad ¡ªm¨¢s de 500 casos por 100.000 habitantes, una tasa de PCR positivas por encima del 10% y m¨¢s de un 35% de ocupaci¨®n de las UCI¡ª para aplicar las restricciones m¨¢s severas, pero otras comunidades se han adelantado a estas cifras. Con la vista puesta en las fiestas del Pilar, patrona de Zaragoza, Arag¨®n ha retrocedido a la capital, con menos de 300 casos por 100.000, a la fase 2 de la desescalada (con m¨¢s limitaciones de aforo y reuni¨®n). Esta comunidad, sin embargo, tambi¨¦n ha relegado a la fase 2 a Huesca, con una incidencia de 700 y ha confinado a La Almunia de Do?a Godina, que tiene una transmisi¨®n disparada y una tasa de 1.000 infectados por cada 100.000 habitantes.
¡°Estamos abocados a estar en este baile de ¡®ahora paras, ahora abres¡±
Los expertos consultados avisan de que, si no se quiere optar por un confinamiento extremo para bajar la curva, como ocurri¨® en marzo, habr¨¢ que acostumbrarse a estos cierres perimetrales puntuales para mantener a raya la curva epid¨¦mica. ¡°Estamos abocados a estar en este baile de ¡®ahora paras, ahora abres, ahora cierras y ahora vuelves a abrir'. Va a ser una constante. Aguantar un confinamiento como el de marzo es muy dif¨ªcil. A ver si con medidas menores, conseguimos que la epidemia apriete pero no ahogue¡±, sostiene Joaqu¨ªn L¨®pez-Contreras, jefe cl¨ªnico de enfermedades infecciosas del hospital Sant Pau de Barcelona.
Con todo, avisan, no ser¨¢ suficiente un cierre perimetral. ¡°Perimetrar se hace pensando en no exportar casos, pero para frenar la expansi¨®n tienes que limitar tambi¨¦n donde se producen los contagios. A lo mejor en los encuentros sociales es donde hemos sido relativamente laxos¡±, valora Joan Ramon Villalbi, miembro de la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria. Coincide Alberto Infante, profesor em¨¦rito de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad y del Instituto de Salud Carlos III: ¡°Interrumpir la circulaci¨®n del virus para frenar la movilidad es necesario, pero no suficiente. Al interior de esas zonas tienes que hacer cosas. De lo que se trata es de saber qu¨¦ hacemos adem¨¢s de confinar, si solo limitamos agregaciones familiares y aforos o qu¨¦ m¨¢s. En la Comunidad Valenciana, lo que les ha servido es el rastreo sistem¨¢tico de casos y contactos¡±.
Comunidades como Castilla y Le¨®n, La Rioja (tiene confinadas Calahorra, Arnedo y Rinc¨®n de Soto) o Navarra (en Funes, Peralta, Falces y San Adri¨¢n), entre otras, han acompa?ado sus restricciones de movilidad con limitaciones sociales en los horarios de los bares, los aforos o los encuentros sociales. Incluso Madrid, que sigue siendo contraria a confinar toda la capital como ha ordenado Sanidad y prefiere hacerlo por barrios, ha tenido que incorporar restricciones horarias y de ocupaci¨®n.
Tampoco hay una receta ¨²nica para combatir el virus. Y menos, para combatirlo mientras se intenta preservar, en la medida de lo posible, la econom¨ªa del pa¨ªs. Ourense, por ejemplo, ha optado por prohibir los encuentros sociales entre no convivientes en lugar de confinar el municipio. ¡°En la teor¨ªa est¨¢ bien, pero la cuesti¨®n es su aplicabilidad pr¨¢ctica. Depende de que la gente lo quiera hacer. Es dif¨ªcil vigilar que se cumpla¡±, apunta Infante. En este sentido, los expertos coinciden en la necesidad de mejorar la comunicaci¨®n con la poblaci¨®n. ¡°La poblaci¨®n tiene que entender de qu¨¦ se trata lo que se hace. La pedagog¨ªa es escasa y, muchas veces, trufada de pol¨¦mica pol¨ªtica. Y eso desacredita lo que se propone¡±, agrega el experto.
En cualquier caso, las cifras de incidencia de junio, cuando la transmisi¨®n estaba bajo m¨ªnimos, no se repetir¨¢n, dice L¨®pez-Contreras, a menos que haya otro confinamiento radical o cambie por completo el comportamiento de la poblaci¨®n: ¡°Estaremos como ahora, con n¨²meros que amenazan, pero aguantando¡±.
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