Paolo Gabriele, el mayordomo que traicion¨® a Benedicto XVI
Fallecido este mi¨¦rcoles a los 54 a?os, fue condenado por filtrar documentos para ¡°salvar al Papa¡±. Ratzinger dej¨® el pontificado semanas despu¨¦s de conocer los detalles de las maniobras de su empleado
Antes de ser descubierto el traidor que filtr¨® cientos de documentos que dejaban en muy mal lugar a Benedicto XVI, los periodistas italianos hablaban de ¡°il corvo¡±, el cuervo ladr¨®n. El Vaticano no daba cr¨¦dito, ni a la existencia de un infiltrado en la habitaci¨®n donde dorm¨ªa el pont¨ªfice, ni por la interpretaci¨®n de la prensa. La met¨¢fora de il corvo alud¨ªa a un servidor del imponente san Benito, el fundador benedictino que se sent¨ªa rodeado de envidiosos que quer¨ªan matarlo. Su cuervo le salv¨® de varios intentos de asesinato sustrayendo el pan envenenado que le serv¨ªan.
El cuervo de Benedicto XVI, pensando en salvar al Papa de los lobos que lo acosaban (as¨ª escribi¨® L¡¯Osservatore Romano, el diario oficial del Vaticano), lo que provoc¨® fue que su amado pont¨ªfice acabara march¨¢ndose a casa. ¡°Lo hice por amor al Papa y a la Iglesia¡±, declar¨® en la sala del crimen. Falleci¨® este mi¨¦rcoles por la tarde a los 54 a?os. Se llamaba Paolo Gabriele, fue condenado a 18 a?os de c¨¢rcel, el Papa lo visit¨® en su celda semanas m¨¢s tarde para perdonarlo y lo coloc¨® en el hospital infantil Bambino Ges¨², en Roma, con el compromiso de que nunca m¨¢s hablar¨ªa con periodistas y nunca escribir¨ªa un libro. Iron¨ªas de la vida, la cl¨ªnica lo destin¨® a la sala de fotocopiadoras.
Padre de tres hijos, Paolo Gabriele comenz¨® su carrera trabajando en las cuadrillas que pulimentaban el m¨¢rmol de la bas¨ªlica de San Pedro. C¨®mo lleg¨® a ser el criado principal de Benedicto XVI es una historia misteriosa, pero lo cierto es que en 2006 ya era ¡°el mayordomo del Papa¡±, cobraba 1.800 euros mensuales, viv¨ªa en una coqueta casa que pagaba el empleador, y todas las tardes, antes de volver al hogar, se paraba a charlar con sus vecinos ¡°un d¨ªa aqu¨ª, otro all¨¢¡±, seg¨²n las pesquisas policiales, que lo calificaron como persona introvertida.
Escond¨ªa un secreto, ¡°un defecto¡± seg¨²n el secretario de Benedicto XVI, Georg G?nswein. ¡°Estaba obsesionado con los servicios secretos y cosas por el estilo¡±, le dice a Peter Seewald, que acaba de publicar la biograf¨ªa del pont¨ªfice con el t¨ªtulo Benedicto XVI. Una vida. Lo cierto es que la persona que serv¨ªa la comida al Papa, lo ayudaba a acostarse y a levantarse, le hac¨ªa las maletas y lo acompa?aba a todos los viajes por el ancho mundo puso patas arriba el Vaticano filtrando documentos que dejaban en mal lugar a medio mundo.
El periodista Gianluigi Nuzzi los public¨® en el libro Sua Santit¨¢: le carte segrete di Benedetto XVI (en la versi¨®n espa?ola, Las cartas secretas de Benedicto XVI) y mostr¨® en televisi¨®n informes sobre cardenales masones, cartas de obispos al Papa que les compromet¨ªan como encubridores de pederastas, una cuartilla en la que Benedicto XVI lamenta que su nuncio en Alemania no fuese m¨¢s en¨¦rgico contra la canciller Angela Merkel, apuntes del Papa alem¨¢n despreciando la copiosa financiaci¨®n de la Iglesia cat¨®lica alemana con dinero p¨²blico (¡°un catolicismo bien dotado econ¨®micamente, con cat¨®licos contratados que luego se relacionan con la Iglesia con mentalidad de sindicalistas¡±, dice); otro informe sobre el lobby homosexual que habita en la curia, con datos de la villa fuera de Roma donde pasan tiempo solaz¨¢ndose, etc.
El 24 de mayo de 2012 la polic¨ªa registr¨® la casa del mayordomo durante ocho horas y se llev¨® 82 cajas llenas de documentos originales o fotocopiados, dos discos duros, un cheque por valor de 100.000 euros extendido por la Universidad Cat¨®lica de Murcia, varias pepitas de oro y una edici¨®n muy valiosa de la Eneida, de 1581. Era un bot¨ªn de a?os, sin infundir sospechas.
Paolo Gabriele pensaba que filtrando tanta maleza serv¨ªa a su jefe. Supuso que Benedicto XVI tomar¨ªa medidas echando de su lado a corruptos y encubridores. Ocurri¨® lo contrario. Cuando se le entreg¨® la versi¨®n final del informe que elabor¨® una comisi¨®n especial (30 folios, apenas), el Papa dijo, en la audiencia general de los mi¨¦rcoles, que todo el asunto ¡°hab¨ªa colmado de tristeza¡± su coraz¨®n. Era el 17 de diciembre de 2012. El 11 de febrero de 2013 anunci¨® que se marchaba a casa.
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