El ¡°monstruo¡± millonario que viol¨® a 48 hombres
Cadena perpetua para el mayor agresor sexual en serie del Reino Unido, Reynhard Sinaga, que abusaba de sus v¨ªctimas tras drogarlas
El caso del mayor violador en serie en la historia del Reino Unido no tiene su punto final en la condena a cadena perpetua de Reynhard Sinaga, pronunciada a principios de semana por un tribunal de M¨¢nchester. Otras potenciales v¨ªctimas del agresor sexual ¡°m¨¢s prol¨ªfico¡± del que se tiene constancia en tierras brit¨¢nicas siguen acudiendo a la polic¨ªa desde que se hiciera p¨²blica una sentencia que recluir¨¢ en prisi¨®n al menos durante tres d¨¦cadas a este estudiante indonesio de 36 a?os.
Las aparentemente inocentes im¨¢genes que Sinaga colgaba de s¨ª mismo en las redes sociales desde que recal¨® en la Universidad de M¨¢nchester para estudios de posgrado ¡ªhoy reproducidas en todos los medios del Reino Unido¡ª escond¨ªan el otro rostro de un depredador sexual. Buscaba a sus v¨ªctimas en las inmediaciones de los clubes nocturnos de esta ciudad del noroeste de Inglaterra, a j¨®venes desorientados tras la juerga por el efecto del alcohol o de las drogas, y ante los que se presentaba como un buen samaritano. Los llevaba a un piso pr¨®ximo, los sedaba ¡ªprobablemente con la potente droga GHB¡ª, los violaba y filmaba la secuencia de las agresiones en su m¨®vil. En alg¨²n caso, esa secuencia lleg¨® a prolongarse durante ocho horas.
La orquestaci¨®n del plan se vio desbaratada cuando una de las v¨ªctimas ¡ªde 18 a?os¡ª, que recuper¨® la conciencia en medio de la violaci¨®n, consigui¨® escapar llev¨¢ndose consigo el tel¨¦fono del atacante. Las indagaciones posteriores de la polic¨ªa hallaron dos centenares y medio de v¨ªdeos ilustrativos de un sinf¨ªn de brutales agresiones sexuales. Muchos de los agredidos no supieron que hab¨ªan sido objeto de tales ataques sexuales hasta que los agentes les mostraron las im¨¢genes.
¡°?C¨®mo pude ser tan est¨²pido y acabar, a la salida del club, en el piso de un desconocido?¡±, clamaba una de las v¨ªctimas durante el juicio. All¨ª fue sometido a todo tipo de vejaciones que sospechaba pero que nunca cont¨® a nadie hasta que, en el d¨ªa de la Navidad de 2018, intent¨® suicidarse y acab¨® en un hospital.
Su caso es similar al de muchos otros hombres que un buen d¨ªa amanecieron en un piso extra?o, confundidos e incluso avergonzados por lo que ya intu¨ªan que hab¨ªa pasado pero todav¨ªa ofuscados por el efecto de la droga que se les hab¨ªa suministrado. Muchos acabaron cayendo en la depresi¨®n.
La jueza de M¨¢nchester fue taxativa a la hora de pronunciar su sentencia del pasado lunes y de describir a Sinaga como un ¡°monstruo¡± por ¡°la escala y magnitud de unos cr¨ªmenes que lo confirman¡±. La magistrada Suzanne Goddard consider¨® probadas sus al menos 159 agresiones sexuales contra 48 hombres. Las investigaciones policiales apuntan a que fueron muchas m¨¢s y las numerosas llamadas recibidas esta misma semana de supuestas nuevas v¨ªctimas confirmar¨ªan ese extremo. El mando de la polic¨ªa no ha especificado todav¨ªa cifras concretas, si bien fuentes del cuerpo citadas por la prensa brit¨¢nica estiman que hasta 190 hombres (de los que 70 no han sido todav¨ªa identificados) habr¨ªan ca¨ªdo en las redes de Reynhard Sinaga.
La noticia de su detenci¨®n y posterior condena ha provocado incredulidad y estupor en la isla indonesia de Sumatra, de la que procede este hijo de una familia cristiana y muy conservadora. El patriarca, Saibun Sinaga, ha aceptado hablar con el servicio de la BBC en Indonesia para subrayar: ¡°Aceptamos el veredicto [de la justicia brit¨¢nica] porque ese castigo se ajusta a los cr¨ªmenes de mi hijo. Pero me siento incapaz de a?adir nada m¨¢s sobre el caso¡¡±.
Otros miembros de la familia Sinaga y amigos de Reynhard en la Universidad de Indonesia ¡ªque, dadas las circunstancias, han requerido el anonimato a la BBC¡ª le describen como un estudiante muy popular y un punto extravagante que disfrutaba de las relaciones sociales y se mostraba como un compa?ero f¨¢cil con el que trabajar en proyectos de curso.
Todos ellos perdieron el contacto con Reynhard cuando decidi¨® proseguir sus estudios y el posgrado en el Reino Unido, en 2007. Lo ¨²nico que supieron de ¨¦l desde entonces es que se hab¨ªa enamorado de la ciudad de M¨¢nchester y que hab¨ªa comunicado a su familia que quer¨ªa quedarse a vivir en el Reino Unido para siempre.
Ese sue?o fue posible gracias a la ¨®ptima posici¨®n financiera del padre, un hombre de negocios propietario de varias sedes de un banco privado, y que acept¨® financiar los estudios internacionales de su hijo a lo largo de m¨¢s de una d¨¦cada. Y tambi¨¦n pagar el piso del que disfrutaba en la Princess Street, en pleno coraz¨®n de M¨¢nchester. Una existencia id¨ªlica hasta la detenci¨®n de Reynhard por la polic¨ªa brit¨¢nica, el 2 de junio de 2017.
En aquel mismo piso, cercano a la zona conocida como Gay Village, el joven indonesio perpetr¨® sus cr¨ªmenes. Lo que luego aconteci¨® ha sido el objeto de un sumario que, a pesar de la condena firme del violador, ha dejado todav¨ªa muchos flecos sueltos. Los de los nombres de otros j¨®venes que fueron v¨ªctimas de una estudiada estratagema del perpetrador, enfocado en personas vulnerables o que, tras una noche de fiesta, estaban perdidos y sin una libra para tomar siquiera un taxi.
La madre de Sinaga estuvo presente solo en los primeros estadios del proceso de su hijo. El padre se sinti¨® incapaz de afrontar los graves cargos contra Reynhard. Ninguno de los dos asisti¨® a la sesi¨®n en la que el acusado se declar¨® no culpable e insisti¨® en que todas las relaciones que mantuvo con tantos hombres fueron consensuadas. Los v¨ªdeos expuestos a lo largo de la causa ¡ªy filmados por el propio perpetrador¡ª indican todo lo contrario. Al aplicar el largo brazo de la ley, la juez Goddard quiso tener un gesto hacia esos padres m¨¢s que desolados. La familia del ¡°monstruo¡±, dijo, en absoluto conoc¨ªa ¡°la verdadera naturaleza¡± de ese hijo.
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