?Qu¨¦ es lo que Vox llama ¡®pin parental¡¯?
Una de las medidas estrella del partido de Santiago Abascal es que los padres tengan derecho a vetar actividades complementarias impartidas en horario escolar
El veto parental que?Vox?ha llamado?pin parental fue una de sus propuestas estrella?en la campa?a electoral del pasado abril. La medida pretende obligar a la direcci¨®n de los centros educativos a informar a las familias de todas las actividades complementarias organizadas dentro del horario lectivo, as¨ª como establecer el derecho de los progenitores a dar su consentimiento o no a cada uno de esos talleres con una "autorizaci¨®n expresa", seg¨²n el formulario que ha elaborado la formaci¨®n de Santiago Abascal. Se trata de que la direcci¨®n de los centros educativos?pida la autorizaci¨®n de los padres para dar a los ni?os ¡°charlas, talleres o actividades con carga ideol¨®gica o moral contraria a sus convicciones¡±. Con esta medida, por ejemplo, los padres podr¨¢n?vetar la educaci¨®n sexual, si as¨ª lo desean.
La pol¨¦mica
El debate sobre lo que Vox ha querido acu?ar como pin parental resurgi¨® el pasado martes, despu¨¦s de que el partido de Abascal incluyera en su listado de exigencias para apoyar los presupuestos de la Regi¨®n de Murcia ¡ªPP y Ciudadanos necesitan el voto de un diputado de Vox para alcanzar la mayor¨ªa absoluta¡ª que se a?ada este aspecto en la normativa educativa (hasta ahora solo ha sido una instrucci¨®n de la consejer¨ªa a los centros). La ministra de Educaci¨®n, Isabel Cela¨¢, anunci¨® este jueves que su ministerio lo recurrir¨¢ por v¨ªa judicial. Cela¨¢ advirti¨® que este veto parental?es contrario al art¨ªculo 1 de la actual ley de educaci¨®n (Lomce) sobre "la formaci¨®n integral del alumno", a las propias normas auton¨®micas y a la ley contra la violencia de g¨¦nero.
El origen del nombre
Las cr¨ªticas tambi¨¦n vienen porque la formaci¨®n pol¨ªtica ha empleado un t¨¦rmino que est¨¢ ampliamente extendido entre los padres como un concepto tecnol¨®gico de protecci¨®n. El?pin parental?es una clave que ofrecen varias plataformas para bloquear en la televisi¨®n o el ordenador determinados contenidos que los padres consideren que no son apropiados para sus hijos, por ser violentos o expl¨ªcitamente sexuales.?Vox ha querido trasladar a la educaci¨®n el concepto de pin parental, en lugar de hablar de veto, para que se perciba como una protecci¨®n y no una censura en los contenidos como la educaci¨®n sexual y afectiva o el medio ambiente.
La ra¨ªz del problema
La idea de Vox sobre el pin parental surgi¨®, seg¨²n miembros de la comunidad educativa, a consecuencia del descontento de algunos colectivos como el Foro de la Familia ¡ªuna organizaci¨®n civil ultraconservadora¡ª con la participaci¨®n de asociaciones LGTBI externas a los centros educativos en actividades sobre diversidad afectivo-sexual.
Qu¨¦ dice el formulario de Vox
El formulario que la formaci¨®n de Abascal mantiene publicado en su sitio web, con las instrucciones para que los progenitores lo entreguen en los centros educativos de sus hijos, argumenta que ante la "posibilidad" de que los hijos puedan ser "adoctrinados" en "ideolog¨ªa de g¨¦nero", el padre solicita al centro que informe previamente "a trav¨¦s de una autorizaci¨®n expresa" sobre cualquier actividad "que afecte a cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad". Si el centro no cuenta con la autorizaci¨®n de la familia, expone Vox, se solicita que se "exima la asistencia" del alumno a la actividad.
?Es viable?
Desde el punto de vista normativo, este veto parental ser¨ªa, en teor¨ªa, inviable. Las comunidades aut¨®nomas establecen que las actividades complementarias en los colegios e institutos ¡ªque, a diferencia de las extraescolares, se desarrollan en horario lectivo¡ª son obligatorias para todos los alumnos y evaluables, por lo que los padres no pueden negarse a que sus hijos reciban este tipo de formaci¨®n. Por otra parte, todos los talleres complementarios se incluyen en la programaci¨®n anual de los centros, lo que quiere decir que son p¨²blicos y accesibles para los familiares.
Qu¨¦ ocurre en Murcia
En agosto, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n emiti¨® una orden a todos los centros educativos, desde infantil hasta bachillerato, en la que se requer¨ªa ese consentimiento familiar para las actividades complementarias, y que fue duramente criticado por sindicatos, oposici¨®n y comunidad educativa, que incluso pusieron en duda su legalidad. Ciudadanos firm¨® el jueves en la comunidad un acuerdo con el PP (sus socios de Gobierno) y Vox para sacar adelante el presupuesto de 2020 que incluye el pin parental.
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