La revoluci¨®n del post ¡®baby boom¡¯
Despu¨¦s de los nacimientos masivos vendr¨¢ la dr¨¢stica desaparici¨®n de varias generaciones, una realidad pocas veces analizada
Pocas veces se plantea una cuesti¨®n evidente sobre el baby boom, ese fen¨®meno caracterizado por un alza sin precedentes de la natalidad en apenas dos d¨¦cadas: ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando esas generaciones empiecen a morir? ?Qu¨¦ desaf¨ªos tendr¨¢n que afrontar los pol¨ªticos cuando las poblaciones europeas se reduzcan dr¨¢sticamente? ?Recomendar¨¢n los expertos elevar las pensiones? Estamos acostumbrados a analizar nuestro pr¨®ximo futuro, pero debido quiz¨¢ a la cortedad de las legislaturas, miramos con luces cortas. De ah¨ª, por ejemplo, la dificultad de convencer a la gente de que actuar contra el cambio clim¨¢tico exige algo m¨¢s que palabras y buenas intenciones.
En Espa?a, al final de esta legislatura, aun en el caso de que solo durase dos a?os, las generaciones del baby boom empezar¨¢n a jubilarse produciendo una entrada masiva en el sistema de pensiones en muy poco tiempo. Las secciones de informaci¨®n econ¨®mica alertan sobre ello. Hablan de desequilibrio, sostenibilidad y factura inasumible. Pero ?y despu¨¦s? ?Qu¨¦ pasar¨¢? ?Acaso nuestro modo de vida est¨¢ preparado para perder poblaci¨®n y, en consecuencia, ver c¨®mo se contraen las econom¨ªas? El crecimiento econ¨®mico infinito no podr¨¢ seguir siendo la panacea. ?Habr¨¢ que modificar nuestros par¨¢metros?
Mich¨¨le Delaunay, una pol¨ªtica francesa, m¨¦dica de profesi¨®n, ha abordado el asunto en un libro titulado El fabuloso destino de los babyboomers con un enfoque positivo que invita a romper moldes. Porque, efectivamente, esas generaciones representan un desaf¨ªo para los sistemas p¨²blicos de pensiones, pero tambi¨¦n son la mejor expresi¨®n de las inmensas conquistas sociales de los Estados de bienestar.
La jubilaci¨®n masiva del baby boom no solo se debe a que en Espa?a, entre 1958 y 1978 nacieron m¨¢s ni?os que nunca (unos 14 millones). Es consecuencia, fundamentalmente, de la baj¨ªsima tasa de mortalidad infantil, nunca alcanzada antes de los a?os cincuenta del siglo pasado. Aquellos ni?os hoy mayores se van a jubilar en buena forma f¨ªsica en t¨¦rminos relativos porque globalmente el envejecimiento y la invalidez se han pospuesto 20 a?os respecto a generaciones anteriores.
En Espa?a, muchos perciben negativamente el retraso de la edad legal de jubilaci¨®n a los 67 a?os. Eso significar¨¢ que tendr¨¢n que seguir activos m¨¢s tiempo, aunque no lo deseen, para acceder a la pensi¨®n completa. Pero lo cierto es que para otros muchos retirarse a la edad legal es una opci¨®n demasiado temprana porque preferir¨ªan estar activos, porque se sienten bien y capacitados, porque desarrollan una actividad que les gusta (quiz¨¢ diferente a la profesional) y a la que, objetivamente, aportan experiencia y veteran¨ªa.
Hay que ampliar el foco. Bancos y organismos oficiales aportan una visi¨®n r¨ªgida y una ¨²nica receta: reducir las pensiones frente a j¨®venes mal pagados que sufren tantas dificultades para incorporarse al mercado laboral. La desaparici¨®n masiva de las generaciones del baby boom demuestra que se necesita aplicar m¨¢s flexibilidad frente al sistema capitalista actual, explotador y cortoplacista, culpable en parte de la baj¨ªsima natalidad europea. Mirar un poco m¨¢s all¨¢ puede descubrirnos que el baby boom no es una losa, que su aportaci¨®n es importante tambi¨¦n para los j¨®venes y que la perspectiva de su desaparici¨®n obliga a abrir las puertas a pol¨ªticas natalistas, a la inmigraci¨®n, a una mayor flexibilidad y, sobre todo, a la imaginaci¨®n para modificar el sistema.
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