La pobreza contada en cuatro familias con ni?os

Es una lucha constante. Por pagar el alquiler. Por que no corten la luz. Por una nevera que no est¨¦ vac¨ªa. Por que sus hijos noten lo menos posible que tienen menos oportunidades que el resto. Es el com¨²n denominador de los hogares vulnerables en Espa?a. Un informe de Save the Children analiza las m¨¢s de cinco millones de familias con ni?os en Espa?a y las divide en seis categor¨ªas. Solo dos de ellas se escapan de la vulnerabilidad, las clases media alta y la clase media, que es el grupo m¨¢s numeroso, con cerca de cuatro millones de hogares. Sin embargo, otras 850.000 familias conviven con el riesgo de caer en la exclusi¨®n.?

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Save the Children ha analizado los 5,1 millones de familias que tienen ni?os en Espa?a, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Mediante un algoritmo las ha dividido en seis grupos que ordenados por riesgo de vulnerabilidad son: madres solas en situaci¨®n de pobreza; abuelos, padres y nietos en situaci¨®n de pobreza; trabajadores de origen extranjero; trabajadores pobres en grandes ciudades; clase media, y clase media alta. Estas son las caracter¨ªsticas principales de esos hogares, las que los definen. Los grupos?no son excluyentes. As¨ª, una madre soltera con un buen sueldo ser¨¢ considerada como clase media o media alta, no como madre sola. La f¨®rmula ha tenido en cuenta variables como la renta, el nivel educativo o la tenencia de vivienda. "Este estudio nos permite comprobar c¨®mo son y c¨®mo viven estas familias", dice Gabriela Jorquera, autora del informe.?

"Intento que mis hijos no pasen fr¨ªo en casa"

"No duermo", afirma Chamsoadoha Saidi. Lo cuenta como si fuera algo normal. "Como mucho una hora o dos algunos d¨ªas. Un d¨ªa a la semana libro y entonces s¨ª descanso". Esta mujer de 54 a?os compagina dos trabajos para poder sacar a sus hijos adelante. Cuida a dos ancianos. A uno por la ma?ana por 600 euros al mes, a otro por la noche, por 300. Est¨¢ sola y tiene cuatro bocas que alimentar. Su hija mayor vive ahora en una residencia porque tiene una discapacidad del 88%. Los cuatro chicos tienen de 13 a 20 a?os. "Ellos estudian, no como yo, que no pude", dice?esta mujer que vive en Legan¨¦s (Madrid).

Hay 56.019 hogares dentro de esta categor¨ªa, la m¨¢s vulnerable. La mayor¨ªa de las madres de este grupo tienen un bajo nivel educativo. Lo cual, sumado a las dificultades para conciliar, hace que se enfrenten a enormes dificultades para encontrar trabajo. El 60% est¨¢ en paro. Nueve de cada 10 son de origen espa?ol.

Saidi no, aunque lleg¨® a Espa?a desde Marruecos hace 34 a?os. Ha experimentado la desesperaci¨®n de no saber de d¨®nde sacar lo que necesitan sus hijos. Nueve de cada 10 mujeres de este grupo no pueden afrontar gastos imprevistos como una aver¨ªa en la nevera o unas gafas. Siete de cada 10 est¨¢n en riesgo de pobreza, lo cual quiere decir que el hogar ingresa menos del 60% de la mediana de renta del pa¨ªs. Para una madre con dos ni?os peque?os, por ejemplo, esto significa cobrar menos de 14.193 euros anuales.?

Saidi lleva a?os por debajo del umbral de pobreza. Sabe lo que es caer, tocar fondo y volver a ponerse de pie. "Estuve al borde del desahucio. Yo ten¨ªa una panader¨ªa. En 2009 se junt¨® mi divorcio con la crisis. Lo perd¨ª todo y acumul¨¦ una deuda de 9.000 euros. Ahora estoy limpia", explica. "Tenemos los 385 euros de alquiler. Con la ropa s¨ª tengo que pedir ayuda a ONG. E intento que mis ni?os no pasen fr¨ªo en casa. Si no puedo comer, me quito de lo que sea. No tenemos lujos, pero ahora estamos m¨¢s tranquilos".

Este grupo es el segundo m¨¢s susceptible de estar en exclusi¨®n. "Nosotros tratamos de calentar una habitaci¨®n y juntarnos todos all¨ª hasta que nos vamos a dormir", cuenta Lisbeth Carolina Sopillo, que lleg¨® de Venezuela hace tres a?os y vive con su marido, su hija de nueve a?os y su madre. La mayor¨ªa en este grupo son, sin embargo, de origen espa?ol. "El esfuerzo que hacemos es inmenso,?me las ingenio para llegar a fin de mes con mi sueldo de 871 euros. 550 son para el alquiler, que me van a subir a 700", explica esta mujer de 46 a?os.?En este grupo hay 688.058 hogares y casi la mitad est¨¢ en riesgo de pobreza. Son familias grandes, con casi cinco miembros de media. Seis de cada 10 no pueden afrontar gastos imprevistos.?

El salario de Sopillo es el ¨²nico que entra en casa. Residen en Getafe (Madrid). "Mi marido tiene 70 y mi madre 63, no pueden trabajar. Yo soy cocinera en la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado. A veces puedo traer algo de comida a casa, o me ayudo del banco de alimentos". Solo el 25% de los integrantes de este grupo trabaja a jornada completa. "Yo estoy peleando por conseguir las dos horas que faltan hasta lograr hacer ocho al d¨ªa. Y tendr¨¦ que buscarme otro empleo porque si no, no s¨¦ c¨®mo lo vamos a hacer". En su pa¨ªs estudi¨® Ingenier¨ªa Qu¨ªmica, aunque no lleg¨® a ejercer. Sin embargo, en este grupo m¨¢s de la mitad solo lleg¨® a superar primaria. "All¨ª ten¨ªamos una empresa. Aqu¨ª he convertido mi hobby, la cocina, en mi modo de poder ganarme la vida".?

Ana prefiere no dar su verdadero nombre. Vive en Madrid, en un barrio con mucha inmigraci¨®n, aunque ella es espa?ola, como el 100% de este grupo de hogares en lo cuales abundan las familias grandes, de al menos cinco miembros. A sus 31 a?os, vive con su abuelo, que pronto cumplir¨¢ 84, su madre, de 53, y sus tres hijas de siete, ocho y 12 a?os. Su sueldo y la pensi¨®n de su abuelo son los ¨²nicos 900 euros que entran en casa. En los hogares de este grupo el 42,1% de los cabeza de familia trabajan a jornada parcial. Tambi¨¦n Ana: 20 horas en una tienda.?

En esta categor¨ªa, casi nueve de cada 10 solo tienen hasta tercero de la ESO. "Yo s¨ª estudi¨¦", dice Ana, "para ser auxiliar administrativa, pero siempre me han pedido experiencia para contratarme y como no ten¨ªa, no he podido ejercer". As¨ª que va tirando como puede. Tras huir del padre de sus hijas, un maltratador, volvi¨® a casa de su madre, que tuvo que cerrar su bar durante la crisis. "Nunca he logrado un contrato de m¨¢s de un a?o, siempre me despiden antes de que tengan la obligaci¨®n de hacerme fija. Menos mal que tengo a mi madre y que me ayudan en la Fundaci¨®n Balia, donde las cr¨ªas reciben atenci¨®n psicol¨®gica y asistencia con los deberes", cuenta. "Hago lo que puedo con los gastos, voy priorizando y pago los recibos urgentes... a lo mejor acumulo varios de luz si no me llega y luego los pago de golpe. El estr¨¦s es terrible... Es un sinvivir".?

Son 85.276 familias y casi cuatro de cada 10 est¨¢n en riesgo de pobreza ¡ªes el cuarto grupo m¨¢s vulnerable¡ª, pese a que el 97,8% de los responsables del hogar trabajan a jornada completa. Elizabet Alandia tuvo un contrato indefinido. "Pero el anciano al que cuidaba se muri¨®", dice esta mujer de 49 a?os. Ella y su marido son de Bolivia y ahora viven en Valencia con sus hijos, de siete y 10 a?os (en Bolivia tiene otros cuatro hijos ya adultos de un matrimonio anterior).

"Yo no pude estudiar, pero mi actual esposo era profesor de secundaria en mi pa¨ªs; aqu¨ª no tiene papeles y eso que llegamos hace 13 a?os", se lamenta. Como ¨¦l, casi la mitad de los integrantes de este grupo tiene estudios superiores. "Lo ¨²nico que puede hacer es trabajar en lo que le va saliendo, en la construcci¨®n, por ejemplo, a veces lo contratan un par de d¨ªas. Y yo voy a limpiar casas cuando me llaman. Pero est¨¢n pagando muy mal, 600 euros a una interna que trabaja de domingo a domingo", se queja. "Ganamos como m¨ªnimo?unos 450 o 500 euros al mes.?Intento que mis hijos no se den cuenta de la situaci¨®n, aunque la mayor ya va siendo consciente", dice. "A veces no duermo, solo pienso que tengo que salir a buscar trabajo. Necesito un contrato antes de diciembre para que me renueven los papeles".?

"El informe refleja que somos un pa¨ªs de clase media", cuenta la autora, Gabriela Jorquera. Los hogares de clase media son?el grupo m¨¢s numeroso. Cerca de cuatro millones de personas.?El 80% de estos hogares est¨¢n formados por dos adultos con uno o dos ni?os; en la mayor¨ªa el cabeza de familia trabaja a jornada completa y tiene la secundaria acabada o estudios superiores. Casi todos, nueve de cada 10, son espa?oles.?

Alberto, que prefiere no dar su nombre real, se ajusta al perfil. Vive en una peque?a localidad de Gran Canaria. Solo ¨¦l tiene un sueldo, como vigilante a jornada completa. Cobra unos 1.300 euros.? "Mi mujer tuvo que dejar el empleo para cuidar a los ni?os, de cinco y cuatro a?os. La conciliaci¨®n, si no, ser¨ªa imposible. Ella era dependienta en una tienda y habr¨ªamos necesitado ayuda porque yo trabajo de tarde", cuenta este hombre, de 44 a?os.

"Mi mujer acab¨® la educaci¨®n secundaria y empez¨® a trabajar. Yo s¨ª estudi¨¦ varios m¨®dulos y tambi¨¦n me form¨¦ para ser vigilante", a?ade. "Los ni?os fueron muy buscados, est¨¢bamos relativamente bien y quer¨ªamos que se criaran juntos. Hay que controlar los gastos, no podemos tener todo lo que nos gustar¨ªa con solo un sueldo en casa. Pero tenemos?suerte y vivimos bien, a nuestros hijos no les falta nada".??

"La crisis no nos afect¨®"

Estas familias grandes, con m¨¢s de cuatro miembros, son?el perfil con mayores ingresos. Todos los hogares de este grupo formado por 300.897 familias son de origen espa?ol y casi nueve de cada 10 residen en zonas urbanas. Pr¨¢cticamente todos tienen estudios superiores y trabajan a jornada completa, lo cual se refleja en unas rentas m¨¢s elevadas. Es el caso de Marcos y su familia. Tiene 38 a?os y es polic¨ªa. Su mujer, de 32, est¨¢ terminando ahora la carrera de Derecho. Antes tuvo dos ni?as, de casi cuatro y tres a?os. "Fueron muy deseadas. Ingresamos unos 60.000 euros al a?o, entre mi sueldo, la pensi¨®n de mi suegra, que vive con nosotros, y el alquiler de una segunda vivienda que tenemos en propiedad", cuenta. "La crisis gener¨® incertidumbre social y nos anim¨® a evitar riesgos, pero la verdad es que personalmente no nos afect¨®".??