Ni?os en riesgo de ser los pobres del futuro
M¨¢s de dos millones de menores viven en hogares vulnerables, expuestos al estr¨¦s econ¨®mico de sus padres
Los tres hijos de Susana, de 10, 15 y 21 a?os, se han criado con mochilas remendadas, ropa de segunda mano y libros de texto usados. En su casa, en un edificio de protecci¨®n oficial de un barrio perif¨¦rico de Madrid, no hay Internet. Se cuenta hasta el ¨²ltimo euro y el wifi es demasiado caro. La compra del desodorante depende de los imprevistos de cada mes. Los dos hijos mayores dejaron los estudios sin terminar la ESO. Su madre, que tambi¨¦n vivi¨® una infancia de privaciones, lo asocia, en parte, a la falta de medios y a que aspiran a ganar su propio dinero. ¡°Ellos ve¨ªan en el colegio a otros ni?os con ropa de marca. Se sent¨ªan inferiores. Era como si les diese verg¨¹enza ir al instituto¡±, cuenta.
Susana vive con sus dos hijos peque?os. Ambos est¨¢n en riesgo de pobreza infantil, pertenecen a ese 28,3% de menores que viven en hogares con ingresos inferiores al 60% de la mediana de renta por unidad de consumo en Espa?a. Son m¨¢s de 2,3 millones y carecen de igualdad de oportunidades. Se cr¨ªan en situaciones de gran estr¨¦s econ¨®mico. Es m¨¢s probable que abandonen antes los estudios, que sufran obesidad, que sigan siendo pobres en edad adulta. La pobreza y la desigualdad se transmiten.
Seg¨²n los datos de la encuesta de condiciones de vida del INE de 2017, la incidencia es mayor (40,6%) en familias monoparentales, de las que casi nueve de cada 10 encabezadas por una mujer. La mitad de familias numerosas est¨¢n por debajo del umbral. Los hogares con progenitores migrantes tienen m¨¢s riesgo de ser vulnerables. Hay m¨¢s pobreza infantil en comunidades como Extremadura, Andaluc¨ªa, Canarias o Murcia. ¡°En n¨²meros absolutos, el mayor n¨²mero de ni?os pobres vive en familias tradicionales, con dos adultos de los cuales solo uno trabaja¡±, indica el alto comisionado del Gobierno para la Lucha contra la Pobreza Infantil, Pau Mar¨ª-Klose. Los padres suelen tener bajo nivel de estudios; problemas de vivienda; desempleo; precariedad laboral. No pueden hacer frente a gastos imprevistos.
¡°No me llega para todo. Ahora tengo trabajo, pero en el futuro no s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢¡±, se lamenta Susana. A sus 48 a?os, cobra 1.000 euros al mes y se ¡°mata¡± con los padres de sus hijos para que le paguen la pensi¨®n que les corresponde. En su casa, las chuletas de cordero son un lujo navide?o. En varias ocasiones, los Reyes Magos han llegado gracias a Save the Children. Ella batalla todos los d¨ªas para que los ni?os entiendan que no pueden tener de todo. ¡°Una vez me pidieron jam¨®n y como entonces trabajaba en un supermercado se lo compr¨¦ y me sent¨ª as¨ª de grande¡±, recuerda abriendo los brazos.
¡°En estas familias se genera frustraci¨®n, y las relaciones entre padres e hijos se tensan mucho. Cuando crecen, los hijos son m¨¢s conscientes de las preocupaciones de sus progenitores, que no saben si van a poder pagar recibos, el alquiler o tendr¨¢n dinero para comida¡±, apunta Gabriela Jorquera, especialista en pobreza del departamento de pol¨ªticas de infancia de Save the Children.
Hablar de ni?os pobres supone hablar de hogares pobres. ¡°Pero el impacto en los menores es mayor¡±, subraya Gabriel Gonz¨¢lez-Bueno, responsable de pol¨ªticas de infancia de Unicef Espa?a. ¡°No necesariamente pasan hambre, sino que comen mal. Tienen acceso a la salud y la educaci¨®n, pero les cuesta pagar los medicamentos, el comedor escolar o las actividades extraescolares¡±, se?ala.
La crisis ha supuesto un aumento de la precariedad y la pobreza se ha enquistado. ¡°El gran problema no es solo lo que viven ahora, sino lo que les espera en el futuro. En un lugar como Espa?a, con una movilidad social m¨¢s limitada que en otros pa¨ªses ricos, les llevar¨¢ a tener peores ocupaciones, peores ingresos, peor estado de salud¡±, apunta Luis Ayala, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Rey Juan Carlos.
Laura, que tiene 32 a?os, prefiere no dar su verdadero nombre ni el lugar en el que vive. Madre soltera de una ni?a de dos a?os, la joven encadena el paro con trabajos sin contrato desde que naci¨® la peque?a. Solo ha vivido fuera de la casa de sus padres durante dos meses. Al separarse volvi¨®. All¨ª, cinco personas comparten tres habitaciones y un ba?o y subsisten gracias al sueldo mileurista de la abuela. Cuando naci¨® el beb¨¦, los servicios sociales la ayudaron con pa?ales, leche y alimentos. Ahora consigue cubrir gastos con los 400 euros del paro y los 200 que acaba de empezar a pasarle el padre de su hija.
¡°La ¨²ltima contribuci¨®n que pude hacer a la econom¨ªa familiar fueron 20 euros¡±, dice Laura. No le da para m¨¢s. Participa en un programa de apoyo en la b¨²squeda de empleo de Acci¨®n contra el Hambre. Su situaci¨®n le provoca angustia y el futuro la agobia a¨²n m¨¢s. ¡°Mi hija cada vez ser¨¢ m¨¢s grande. Cuando vaya al colegio todo va a cambiar. Todo es car¨ªsimo¡±, reconoce.
Save the Children estima que el coste de la crianza de un hijo se sit¨²a entre los 480 y los 590 euros mensuales, un gasto que aumenta con la edad. ¡°Los adolescentes, entre los 14 y los 17 a?os, tienden a tener tasas de pobreza algo m¨¢s elevadas. A medida que crecen, sus necesidades son tambi¨¦n m¨¢s caras¡±, explica Jorquera.?¡°Todas las familias invierten cada vez m¨¢s recursos en sus hijos. Los hogares pobres, tambi¨¦n, pero sus posibilidades son m¨¢s limitadas¡±, prosigue.?¡°Y problemas que una familia de clase media puede resolver se vuelven bolas de nieve¡±, concluye la experta.
Espa?a, a la cola de la UE
¡°Las pol¨ªticas de protecci¨®n a la infancia son insuficientes¡±, afirma el alto comisionado del Gobierno para la Lucha contra la Pobreza Infantil, Pau Mar¨ª-Klose. ¡°Gastamos un 0,6% del PIB en prestaciones monetarias para ni?os vulnerables. La media de la Uni¨®n Europea es del 1,2%¡±, prosigue. ¡°Las cifras de Espa?a son ins¨®litas porque no nos corresponde estar donde estamos, dado nuestro nivel de renta per c¨¢pita¡±, dice. ¡°Hay que mejorar las prestaciones, consolidar la red de protecci¨®n e invertir en servicios, sobre todo en educaci¨®n¡±, apunta Luis Ayala, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Rey Juan Carlos.
Espa?a tiene una de las mayores tasas de pobreza infantil de la UE (28,3%), solo por detr¨¢s de Ruman¨ªa (32,2%) y Bulgaria (29,2%), seg¨²n datos de Eurostat. "Adem¨¢s, somos el segundo pa¨ªs de Europa que menos reduce la pobreza de sus ni?os despu¨¦s de las prestaciones, excluyendo las pensiones. Estamos detr¨¢s de Portugal", se lamenta Gabriela Jorquera, especialista de Save the Children. Califica de "rotundo fracaso" las pol¨ªticas en Espa?a.
¡°Son muy bajas y, adem¨¢s, muy poco efectivas. Gran parte de los gastos de familia e infancia se canalizan a trav¨¦s de desgravaciones fiscales, que son relativamente importantes, pero las familias m¨¢s pobres no se ven beneficiadas ya que no hacen la declaraci¨®n de la renta¡±, puntualiza Gabriel Gonz¨¢lez-Bueno, experto de Unicef.
¡°La ¨²nica subvenci¨®n a nivel nacional que se orienta a familias con ni?os es la prestaci¨®n por hijo a cargo¡±, a?ade este experto. De esta partida, unos 900 millones se destinan a hijos con discapacidad, explican fuentes del Alto Comisionado del Gobierno. Unos 400, a ni?os de familias con bajos recursos. La cuant¨ªa por menor es de 291 euros anuales: 24,25 euros al mes. Una cifra que los especialistas juzgan insuficiente.
En el acuerdo entre el PSOE y Podemos se contemplan 180 millones para el aumento progresivo de esta ayuda, empezando por la pobreza severa. As¨ª, los 291 euros subir¨ªan hasta 573: 47,75 al mes. Unicef y Save the Children piden que se eleve hasta los 100 euros mensuales. Todos los grupos parlamentarios del Congreso, a excepci¨®n del PP, registraron esta semana una proposici¨®n no de ley para la elaboraci¨®n de un Pacto de Estado por la Infancia. La iniciativa contempla un incremento progresivo de esta prestaci¨®n hasta llegar a los 1.200 euros anuales en 2022.
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