La ni?a que no puede nadar con las dem¨¢s por ser trans
La familia de una peque?a de ocho a?os denuncia que la Federaci¨®n Catalana de Nataci¨®n no la permite competir, y reabre el debate sobre el valor de la competici¨®n en edades infantiles
A Ona, nombre ficticio, le encanta nadar. Pero no puede hacerlo porque no tiene una licencia de la Federaci¨®n Catalana de Nataci¨®n (FCN). Ona es una ni?a trans de 8 a?os y, seg¨²n el organismo federativo, las licencias se clasifican seg¨²n el g¨¦nero. La documentaci¨®n de Ona a¨²n indica que su sexo es masculino. No hay manera de conseguir una licencia femenina. Ahora la ni?a, resignada, pide a sus padres que la saquen del club de nataci¨®n.
¡°Para Ona, el agua es como su sangre. Ha nadado siempre, desde que ten¨ªa seis meses¡±, afirma su madre, Yolanda, tambi¨¦n nombre ficticio. ¡°Ona est¨¢ frustrada porque no entiende por qu¨¦ sus compa?eras pueden competir cada s¨¢bado, y ella no. Es muy injusto¡±. Fuentes de la FCN argumentan que mientras el Registro Civil no reconozca el tr¨¢nsito de Ona, no pueden inscribirla como ni?a. ¡°Nosotros no tenemos la potestad de cambiar el Registro. No hemos negado la licencia a nadie¡±. El presidente de Deporte y Diversidad, David Guerrero, rechaza la posici¨®n federativa: ¡°Les falta empat¨ªa. En Madrid, todas las federaciones expiden licencias sin cambiar el g¨¦nero en el DNI. En Castilla-Le¨®n, donde ni siquiera existe una ley espec¨ªfica, tambi¨¦n. Debe valer el sexo sentido¡±.
El tr¨¢mite para cambiar el Registro Civil no resulta sencillo. Un juez debe validar la solicitud, y puede exigir un examen psiqui¨¢trico, seg¨²n entidades especializadas. ¡°Es un proceso denigrante y discriminatorio¡±, asegura Ana Valenzuela, vicepresidenta de la asociaci¨®n Chrysallis, de familias con menores trans. ¡°Algunos tienen que pasar por un m¨¦dico forense¡±, a?ade, ¡°y despu¨¦s necesitas contar con la sensibilidad del juez para la aprobaci¨®n de la solicitud. Es muy inc¨®modo para los menores¡±. La familia de Ona quiere proteger a su hija de esa experiencia, m¨¢s sencilla a partir de los 18 a?os. ¡°No es justo que alguien tenga que autorizarla a ser quien es¡±, reclama Yolanda, la madre. ¡°No creo en este proceso porque parece que tenga una patolog¨ªa, y no es as¨ª¡±. La familia, las entidades y la federaci¨®n abogan por un cambio legislativo que contemple la realidad de los menores trans. ¡°Ahora solo se tienen en cuenta a los adultos. Hay que actualizar el protocolo com¨²n federativo para estos casos, y me consta que la Generalitat quiere conseguirlo¡±, analiza Valenzuela. Coincide Guerrero: ¡°Necesitamos una ley que ponga el foco en los menores trans y el deporte¡±.
Meses dif¨ªciles
El pasado junio la monitora de nataci¨®n de Ona le pregunt¨® si le gustar¨ªa formar parte de un equipo federado. Le ve¨ªa talento. ¡°Lleg¨® a casa euf¨®rica¡±, recuerda Yolanda. ¡°?Me lo ha dicho en serio!¡±, reivindicaba la peque?a en casa. La menor entrena cuatro d¨ªas por semana, pero sigue sin competir desde septiembre. A principios de curso, un lunes, sus compa?eras se le acercaron: "?Por qu¨¦ no viniste el s¨¢bado [a la competici¨®n]?". Ona no supo qu¨¦ responder. ¡°Todo esto es muy dif¨ªcil de gestionar para ella¡±, explica Yolanda. ¡°Solo queremos que la ni?a disfrute, que nade como el resto, no queremos ganar nada ni hacernos ricos¡±, a?ade.
Valenzuela represent¨® a la familia de Ona para reclamar su licencia. Y la federaci¨®n rechaz¨® la solicitud por correo electr¨®nico. ¡°Las licencias se clasifican seg¨²n lo que establece tanto la normativa interna de la federaci¨®n como la normativa de la federaci¨®n internacional. Es nuestra obligaci¨®n atenernos a esta normativa¡±. La vicepresidenta de?Chrysallis no lo entiende: "No he visto una voluntad real de llegar a un acuerdo".?
La situaci¨®n de Ona recupera el debate sobre el valor de la competici¨®n en edades infantiles. ¡°?De qu¨¦ sirven estas competiciones en menores de siete y ocho a?os?¡±, se pregunta David Guerrero,?el presidente de Deporte y Diversidad.? ¡°El trabajo de las federaciones es asegurar la pr¨¢ctica deportiva, sobre todo en la base. Ona no puede nadar porque la federaci¨®n no le tramita la licencia¡±, insiste. La instituci¨®n catalana, que gestiona unas 16.000 licencias, argument¨® su posici¨®n en el mismo correo. ¡°El motivo de la distinci¨®n entre hombres y mujeres es un criterio deportivo para salvaguardar la integridad de las competiciones. Permitir que vuestra deportista compita en categor¨ªa femenina podr¨ªa implicar eventuales reclamaciones por parte del resto de participantes en la competici¨®n¡±.
El conflicto est¨¢ desgastando a Ona.¡°Es una ni?a muy activa. Pero est¨¢ perdiendo la ilusi¨®n por la nataci¨®n. No lo entiende, como es normal, y est¨¢ muy cansada. Cada paso es una barrera, y est¨¢ en una edad fr¨¢gil. No deber¨ªan hacerse este tipo de distinciones¡±, deplora Yolanda. Esta semana Ona sigue nadando, pero el pr¨®ximo fin de semana de competici¨®n no podr¨¢ lanzarse a la piscina con su club.
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