Los problemas de organizaci¨®n impiden administrar todas las vacunas que llegan
La inmunizaci¨®n de trabajadores esenciales y mayores de 80 a?os arranca con complicaciones en las citas que lastran el proceso. La ¨²ltima semana solo se pinch¨® el 75% de las vacunas recibidas
Durante semanas, las autoridades sanitarias han venido repitiendo que el embudo de las vacunas estaba en el suministro: se pon¨ªan tantas como llegaban y el ritmo no pod¨ªa subir porque no hab¨ªa m¨¢s. Y los datos respaldaban esta afirmaci¨®n. Tras los titubeos de los primeros compases, al final de cada semana se hab¨ªan pinchado pr¨¢cticamente todas las que s...
Durante semanas, las autoridades sanitarias han venido repitiendo que el embudo de las vacunas estaba en el suministro: se pon¨ªan tantas como llegaban y el ritmo no pod¨ªa subir porque no hab¨ªa m¨¢s. Y los datos respaldaban esta afirmaci¨®n. Tras los titubeos de los primeros compases, al final de cada semana se hab¨ªan pinchado pr¨¢cticamente todas las que se hab¨ªan recibido. Pero ya no es as¨ª. Conforme fueron llegando m¨¢s viales, especialmente desde que se incorporaron las remesas de AstraZeneca, la l¨ªnea que marcan las dosis administradas queda cada vez m¨¢s lejos de la de las recibidas. Buena parte del problema es la organizaci¨®n. Ya no se trata de pinchar a grupos acotados, como eran las residencias o los sanitarios, f¨¢ciles de localizar y agrupar. Ahora la inmunizaci¨®n se ha extendido a m¨¢s poblaci¨®n, con los trabajadores esenciales y los mayores de 80 a?os, y el arranque no est¨¢ siendo igual de diligente en todas las comunidades aut¨®nomas.
La tendencia general es clara: el 2 de febrero se hab¨ªan pinchado el 94% del total de vacunas recibidas. El porcentaje baj¨® al 90% el 9 de febrero y el d¨ªa 23 era el 87%. En la ¨²ltima semana, solo se inocularon tres cuartas partes de las vacunas que llegaron. Son los ¨²ltimos datos comparables, ya que todav¨ªa no ha dado tiempo a administrar los ¨²ltimos lotes recibidos, la mayor cantidad hasta la fecha: 886.880 dosis nuevas. Hasta el pr¨®ximo martes no se podr¨¢ comprobar si el ritmo sigue bajando o se ha agilizado tras engrasar la maquinaria para citar y vacunar a los trabajadores esenciales y a los ancianos, que tambi¨¦n est¨¢n comenzando estos d¨ªas en la mayor¨ªa de comunidades.
De las tres vacunas que se administran hay una que queda claramente a la zaga con respecto a las dem¨¢s: la de AstraZeneca, la ¨²ltima en llegar y la que se est¨¢ utilizando para trabajadores esenciales de menos de 55 a?os: fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, profesores, militares, personal de emergencias y funcionarios de prisiones. El 23 de febrero (¨²ltimo d¨ªa de datos homologables) se hab¨ªa puesto el 95,5% de las dosis de Pfizer, el 70,8% de las de Moderna y tan solo el 33,7% de las de AstraZeneca.
Lo que sucede, en palabras de Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa, portavoz del sindicato de enfermeras Satse, es que hasta ahora se ha hecho ¡°la parte m¨¢s f¨¢cil¡±: ¡°Estaban los residentes, que viven todos en el mismo sitio, y los sanitarios, que ha sido lo m¨¢s r¨¢pido porque son f¨¢ciles de localizar en los propios centros donde se vacuna. Ahora, con los grandes dependientes a domicilio y los trabajadores esenciales, se complica. Los primeros, por log¨ªstica: hay que ir a cada casa. Los segundos, por volumen¡±, se?ala.
Tanto Garc¨ªa como Pablo Aldaz, de la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria, coinciden en que el obst¨¢culo principal no es hoy el del personal, sino la organizaci¨®n. Garc¨ªa subraya que hay 17 realidades distintas en funci¨®n de cada comunidad aut¨®noma. Preguntada el pasado mi¨¦rcoles por estos problemas, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, respond¨ªa que el avance sigue a buen ritmo y que las comunidades est¨¢n preparando sus planes operativos para que las dosis que llegan y las venideras sean pinchadas con la mayor celeridad.
Pero en cada comunidad la casu¨ªstica es diferente. Incluso el orden de vacunaci¨®n: aunque la estrategia es nacional, unas han solapado m¨¢s que otras los grupos prioritarios o, incluso, han alterado el orden. Madrid, por ejemplo, pinch¨® a los sanitarios antes que a muchos residentes. Lo mismo sucede con el personal esencial. Seg¨²n datos del Satse, algunas (como Castilla y Le¨®n y Arag¨®n) a¨²n no han empezado; otras lo han hecho con polic¨ªas (el caso de Canarias), otras con profesores (algo que sucede en Galicia) y algunas van simultaneando.
Este proceso, adem¨¢s, es progresivo. Va arrancando poco a poco, lo que puede explicar el retraso en pinchar las vacunas de AstraZeneca. Y, una vez que empieza, no est¨¢ exento de complicaciones. En Galicia, la primera jornada fue ¡°ca¨®tica¡±, seg¨²n cuentan algunos trabajadores, ya que la demora del reparto de las vacunas procedentes de Santiago origin¨® largas colas en los centros hospitalarios. Adem¨¢s, los sindicatos denunciaron que hubo profesores sin citar y sin embargo fueron convocados otros a los que la inyecci¨®n de AstraZeneca nos les correspond¨ªa por edad. El sindicato mayoritario en la ense?anza gallega, CIG, ha denunciado ¡°improvisaci¨®n y desorganizaci¨®n¡±.
En la Comunidad Valenciana, seg¨²n datos de la propia Generalitat, solo se ha administrado un 12% de las vacunas anglo-suecas. All¨ª est¨¢n pinchando al personal sanitario de segunda l¨ªnea, pero todav¨ªa no han comenzado con los profesores, que es el colectivo m¨¢s numeroso de entre los trabajadores esenciales menores de 55. La Conseller¨ªa de Sanidad no considera que vaya retrasada. ¡°Las comunidades aut¨®nomas est¨¢n siendo cautas para garantizar la segunda dosis a todos los inoculados y eso condiciona los ritmos de vacunaci¨®n¡±, explica un portavoz.
En Pa¨ªs Vasco est¨¢n guardando la mitad de las dosis para el segundo pinchazo, lo que hace que no se utilicen todas. All¨ª, los sindicatos tambi¨¦n han criticado la organizaci¨®n del proceso: un 53,2% de los facultativos consultados por el sindicato m¨¦dico de Euskadi ha calificado de ¡°p¨¦sima¡± la campa?a y otro 26,9% la considera ¡°mala¡±. Solo un 4,1% de los m¨¦dicos dan un aprobado. Adem¨¢s, en esta y otras comunidades, como Castilla y Le¨®n, los retrasos en la llegada de vacunas de Moderna, que no entreg¨® todas las comprometidas esta semana, est¨¢n tambi¨¦n impidiendo alcanzar el ritmo previsto, lo que obliga a reorganizar agendas. En el caso de Madrid, que comenz¨® este jueves con los trabajadores esenciales en el estadio Wanda Metropolitano y con los mayores de 80 en los centros de salud, los sindicatos m¨¦dicos y de enfermer¨ªa han denunciado ¡°improvisaci¨®n y caos¡±. Aseguran que la Comunidad de Madrid les ha enviado listados de pacientes desactualizados, y que inclu¨ªan en ocasiones fallecidos. Satse a?ade que esta comunidad sigue empleando jeringuillas con las que no se puede sacar la sexta dosis de los viales de Pfizer, con lo que se siguen desperdiciando dosis.
En el otro extremo, la Junta de Andaluc¨ªa asegura que administra todas las vacunas que recibe, que no guarda para segundas dosis debido al mayor lapso que hay con las de AstraZeneca (hasta 12 semanas) y que esta misma semana se comenzar¨¢ a vacunar a profesores en la treintena, despu¨¦s de haber comenzado con los de 55 a?os e ir bajando progresivamente la edad.
En otros pa¨ªses, como Alemania, ha habido un problema a?adido: el rechazo de un buen n¨²mero de personas a la vacuna de AstraZeneca por su menor efectividad en los ensayos cl¨ªnicos. No parece ser el caso de Espa?a. Aunque se han dado casos concretos, la secretaria de Estado de Sanidad asegur¨® este jueves que solo han rechazado la vacuna un 2% de las personas a las que se les ha ofrecido. Y dentro de este porcentaje est¨¢n tambi¨¦n los que no pudieron recibirla por motivos m¨¦dicos.
En las pr¨®ximas semanas el n¨²mero de viales que llegar¨¢n no har¨¢ m¨¢s que aumentar, seg¨²n las previsiones, que aunque no siempre se est¨¢n cumpliendo a rajatabla, s¨ª que han acertado en pronosticar que cada vez habr¨ªa m¨¢s. Se ver¨¢ entonces si estos problemas organizativos persisten. Pero ah¨ª entrar¨¢ ya en juego el factor del personal. Aldaz asegura que si bien ahora los centros de salud son capaces de administrar el ritmo de dosis que llegan esto no ser¨¢ posible cuando se dupliquen, algo que tiene que suceder en el segundo y tercer trimestre para alcanzar el objetivo de inmunizar al 70% de la poblaci¨®n antes del fin del verano. A doble dosis, har¨¢n falta 2,1 millones de pinchazos semanales en esos seis meses para lograr el objetivo, aunque ser¨¢n menos, ya que a partir de abril, previsiblemente, comenzar¨¢n administrarse las vacunas de Janssen, que solo requieren una inyecci¨®n, lo que aliviar¨¢ el proceso. Lo que todav¨ªa no se conoce es de cu¨¢ntas de estas dispondr¨¢ Espa?a. Todav¨ªa falta la aprobaci¨®n del medicamento por parte de la Uni¨®n Europea, previsto entre el 8 y el 12 de marzo.
Con informaci¨®n de C. V¨¢zquez, C. Huete, B. Coll, E. Saiz, J. Navarro, L. Boh¨®rquez, S. Norte y M. Ormazabal.