El reto de vacunar a 7.000 grandes dependientes en una semana
El trabajo en cadena facilita la inmunizaci¨®n de este colectivo en Extremadura pese a sus dificultades de movilidad. Tambi¨¦n los cuidadores profesionales reciben la primera dosis de Pfizer
La cita era a las diez de la ma?ana en el Palacio del Vino y la Aceituna de Almendralejo (Badajoz, 33.855 habitantes), pero los convidados llegaron media hora antes. El recinto ferial, reconvertido esta semana en centro de vacunaci¨®n, era un hervidero de ilusi¨®n y nervios. Los futuros inmunizados esperaban en silla de ruedas al aire libre o aguardaban su turno en el coche, todos acompa?ados por sus cuidadores. Lorenzo Garc¨ªa, discapacitado de 93 a?os, resum¨ªa un sentimiento general: ¡°Ya no tendr¨¦ miedo al bicho¡±.
Dos polic¨ªas controlaban el inusitado tr¨¢fico bajo un sol abrasador. A pocos metros, el enfermero Manuel Romero, aposentado en la entrada, comenta que vacunan por orden de lista: 24 personas cada 30 minutos. La impaciencia por inaugurar la segunda jornada de vacunaci¨®n para grandes dependientes se palpaba el pasado martes en esta localidad pacense, pero el respeto rein¨® entre los asistentes.
La entrega familiar tambi¨¦n fue protagonista. In¨¦s Guerrero recolocaba la bufanda a su madre, Carmen ?lvarez, enferma de alzh¨¦imer: ¡±?Por fin ha llegado el d¨ªa, mam¨¢!¡±. Con delicadeza, le explic¨® a la matriarca, de 86 a?os, que es una de las ¡°afortunadas¡± que recibir¨¢ la vacuna de Pfizer. A su lado, Ana Guijarro, de 74 a?os y con movilidad reducida, caminaba gracias a la ayuda de su inseparable andador y su entregado marido, Manuel Retamar, que la sosten¨ªa ¡°como cada d¨ªa en los ¨²ltimos 30 a?os¡±.
Extremadura ha afrontado esta semana el reto de vacunar a 7.000 grandes dependientes y a sus cuidadores profesionales. El grupo incluye a las personas que necesitan ayuda para desarrollar tareas b¨¢sicas, consideradas dependientes de grado III seg¨²n la Ley de Dependencia, as¨ª como a las que hayan solicitado el reconocimiento y a las que, sin haberlo demandado, tengan acreditado que padecen enfermedades que requieren intensas medidas de apoyo para desarrollar su vida.
El despliegue y el sacrificio familiar han sido claves para que todo fuera ¡°sorprendentemente f¨¢cil¡±, como se?ala la coordinadora de vacunaci¨®n, Paula Salamanca. Los efectivos de la Cruz Roja tambi¨¦n han sido imprescindibles, facilitando hasta 300 desplazamientos diarios. Salamanca subraya la importancia del trabajo en cadena: ¡°Si falla uno, fallamos todos¡±.
Vacunaci¨®n en el coche
Los hermanos Manolo y Antonio Garc¨ªa, que trajeron a su padre Lorenzo, de 93 a?os y en silla de ruedas, se esperaban un proceso ¡°algo ca¨®tico¡±. Al patriarca, que sufri¨® un ictus hace ocho a?os y requiere atenci¨®n constante, le han vacunado en el coche. ¡°Ha ido todo sobre ruedas¡±, bromea Manolo. La log¨ªstica siempre es la misma: cuatro enfermeras poniendo vacunas y controlando el sintrom para los pacientes anticoagulados, un celador pasando lista, un m¨¦dico, y dos coordinadores del proceso. Jos¨¦ ?ngel Seguet, el celador de la jornada del martes, explica que funcionan como ¡°una cadena engrasada¡±.
Todo arranca con el listado de grandes dependientes que la Junta env¨ªa a las distintas ¨¢reas de salud. A partir de ah¨ª, explica Seguet, les citan uno a uno a lo largo de los siete d¨ªas. ¡°Los tiempos son clave, un retraso desbarata todo¡±. El coordinador del programa de vacunaci¨®n en Extremadura, Ceciliano Franco, en contacto directo con el Ministerio de Sanidad, habla de un ¡°triple reto¡±: el enorme n¨²mero de personas que deb¨ªan vacunar en poco tiempo, las dificultades de movilidad de los grandes dependientes, y la novedad que supone vacunar en el coche.
Los equipos de enfermer¨ªa coinciden con Franco: ¡°Era un reto ilusionante y ha ido mejor de lo que esper¨¢bamos¡±. Francisco Gonz¨¢lez, de 54 a?os y enfermo de esclerosis m¨²ltiple, lleg¨® con ¡°miedillo¡± pero recibe la vacuna sonriente y da las gracias a estas ¡°astronautas¡± vestidas de blanco. El enfermero Luis Brajones, con doble mascarilla, subraya que no solo es un reto de log¨ªstica, tambi¨¦n es ¡°un desaf¨ªo humano¡±, por lo delicados que son los grandes dependientes. Brajones se?ala la bolsa que tienen preparada por si hay reacciones adversas: ¡°Venimos equipados hasta las canchas. Desfibriladores, adrenalina, suero... pero hasta ahora no ha habido complicaciones¡±.
Muchos familiares esperaban que les vacunaran en casa, ¡°resguardadines¡±, como desliza la cuidadora Patricia Sanch¨ªs. La vacuna a domicilio era una v¨ªa que estudiaba la Agencia Espa?ola del Medicamento y que en Extremadura ha sido, seg¨²n explica el coordinador Ceciliano Franco, ¡°testimonial¡±. Fuentes de Sanidad se?alan que la opci¨®n estaba encima de la mesa, pero finalmente lo descartaron por el tipo de vacuna. La de Pfizer no se puede mover porque se estropea o se desperdician dosis, como sostiene la enfermera Marig¨¦ Peguero, que ya ha vacunado a m¨¢s de 100 dependientes. ¡°No es una vacuna al uso, tiene una temperatura de conservaci¨®n extrema y muy poca estabilidad fuera de esas condiciones¡±, remata la sanitaria.
Cr¨ªticas por no incluir a los cuidadores no profesionales
Isabel Ant¨²nez, de 77 a?os, preguntaba indignada a las dos enfermeras que coordinaban el proceso: ¡°?Por qu¨¦ a m¨ª no me vacunan?¡±. Las sanitarias le responden tajantes: ¡°Seguimos el listado oficial¡±. Ant¨²nez cuida a su hijo Francisco, de 54 a?os y enfermo de esclerosis, desde hace 40 a?os, y lamenta no recibir la inyecci¨®n: ¡°No tiene sentido, vivo pegada a ¨¦l¡±. Jos¨¦ Garc¨ªa, de 58 a?os, a cargo de sus padres, tambi¨¦n lo ve ¡°il¨®gico¡±. El pasado 9 de febrero, Sanidad confirm¨® que los cuidadores no profesionales quedaban fuera de la fase prioritaria de vacunaci¨®n.
Aproximadamente unas 134.000 personas cuidan a alg¨²n familiar dependiente en Espa?a, y el 90% de este grupo son mujeres, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Muchos tienen miedo de contagiarse y que el dependiente a su cargo se quede solo sin recibir asistencia, como Ant¨²nez: ¡°No tengo para pagar una ayuda profesional¡±.
Desde Sanidad entienden esta pol¨¦mica, pero insisten en que los profesionales atienden generalmente a m¨¢s de un paciente: ¡°Al moverse tanto, contagian m¨¢s¡±. Y a?aden que la prioridad es la salud del dependiente: ¡°Los familiares cuidan siempre a la misma persona, que ya est¨¢ vacunada¡±. La semana termina en Extremadura con 7.000 inmunizados y unos equipos sanitarios satisfechos: ¡°Lo importante es vacunar bien y r¨¢pido¡±.
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