Los 12 d¨ªas de b¨²squeda del hombre desaparecido con sus hijas en Tenerife
Sin pistas de Tom¨¢s Gimeno, el padre que secuestr¨® a sus ni?as. EL PA?S habla con allegados y forenses para intentar desentra?ar qu¨¦ oscura mezcla de circunstancias y rasgos desencadenaron su actuaci¨®n
En la imagen que todo el mundo ha visto, Tom¨¢s Gimeno aparece con barba de pocos d¨ªas, pelo corto y camiseta de deporte amarilla junto a un letrero de URGENTE y la web de SOS Desaparecidos. Tinerfe?o de 37 a?os, es la persona m¨¢s buscada desde que el 27 de abril secuestr¨® a sus dos hijas, Anna y Olivia, de uno y seis a?os. Nadie ha vuelto a ver a este hombre, que trabaja en los negocios familiares y desciende de una acaudalada familia muy conocida en la isla, propietaria de fincas de plataneras y hasta de un campo de golf, Los Palos, en Arona, uno de los principales municipios tur¨ªsticos de Canarias.
Han pasado 12 d¨ªas desde que fueron vistos por ¨²ltima vez. Quedan a¨²n muchas inc¨®gnitas por resolver. La investigaci¨®n se centra en dos horas, las que transcurren entre las 19.30 y las 21.30 del ¨²ltimo martes de abril, desde que Gimeno sale de casa de sus padres con las ni?as, acude a la finca y luego carga bultos en su barco de recreo. Los expertos coinciden en que era casi imposible que hubieran saltado las alarmas en el entorno si finalmente se demuestra la hip¨®tesis m¨¢s terrible, la de que est¨¦n sin vida. No hay un perfil psicol¨®gico asociado a una conducta como esa, pero el an¨¢lisis de dos forenses consultados por EL PA?S s¨ª indica que existen circunstancias que, combinadas con algunos rasgos, pueden haber funcionado como un detonante en la cabeza de Tom¨¢s Gimeno. Este peri¨®dico ha contactado adem¨¢s con cinco allegados para hacer una aproximaci¨®n a su modo de comportarse.
Aquel martes por la noche, Gimeno habl¨® cinco veces por tel¨¦fono con su exmujer, Beatriz Zimmermann, de 35 a?os. Ambos se conocieron cuando a¨²n iban al colegio y empezaron a salir en la veintena. Est¨¢n separados desde verano de 2020. Seg¨²n consta en el atestado de la denuncia que present¨® ella ese d¨ªa, la mujer va a buscar a las ni?as a casa de su ex y no los encuentra. Le llama una primera vez a las 21.00. ?l le dice que est¨¢ cenando con ellas y que las llevar¨¢ a casa. Una hora despu¨¦s Zimmermann sigue sin noticias. En una nueva llamada, ¨¦l cambia el tono: le se?ala que no las ver¨¢ nunca m¨¢s, que no se preocupe, que las cuidar¨¢. Se lo repite a las 22.30, y otra vez, 10 minutos despu¨¦s. A las 23.45 el tel¨¦fono sale como apagado o fuera de cobertura. En la ¨²ltima llamada, ya de madrugada, mantienen una ¨²ltima conversaci¨®n ¡°en la que hablan cosas de su relaci¨®n¡±. Seg¨²n explic¨® Zimmermann a la Guardia Civil, aquella noche tambi¨¦n sus amigos y c¨ªrculo cercano recibieron ¡°un mensaje de despedida¡±.
Los Gimeno Bello son asiduos del Real Club N¨¢utico de Tenerife, uno de los clubes sociales de la ¨¦lite chicharrera. Adem¨¢s de sus padres, Gimeno tiene dos hermanas que tambi¨¦n trabajan y viven en la isla, pero las relaciones con ellos son ¡°poco fluidas¡±, seg¨²n describe una amiga. Pese a ello, los familiares m¨¢s cercanos guardan silencio, confiados en que puedan llegar buenas noticias.
Con el paso de los d¨ªas, sin embargo, cobra fuerza la hip¨®tesis m¨¢s dram¨¢tica. Los investigadores han registrado hasta en tres ocasiones su casa, al igual que su Audi y su embarcaci¨®n. Son los tres escenarios clave. Los investigadores saben, por las declaraciones de los vecinos, que estuvo con las ni?as en casa aquella tarde. Saben por las c¨¢maras de seguridad del puerto deportivo Marina Tenerife que posteriormente sali¨® con maletas y bolsas que llev¨® hasta su barco de recreo, de unos seis metros de eslora. La embarcaci¨®n fue encontrada al d¨ªa siguiente, vac¨ªa y con restos de sangre del propio Gimeno. Tambi¨¦n se encontr¨® flotando la silla de retenci¨®n de Anna. La principal hip¨®tesis de los investigadores les ha llevado a buscar sobre todo en el mar. En los pr¨®ximos d¨ªas se a?adir¨¢ a la b¨²squeda de helic¨®pteros, avi¨®n, patrulleras, buque y buzos, un s¨®nar que barrer¨¢ el fondo marino, informa Patricia Ortega Dolz.
En el atestado hay una secuencia que llam¨® la atenci¨®n al forense Miguel Lorente, profesor de Medicina Legal en la Universidad de Granada y exdelegado del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero, y que da pie a concluir que ¡°lo ten¨ªa muy bien pensado¡±. Es el hecho de que Tom¨¢s Gimeno dijera en la primera llamada de su exmujer que estaba cenando con las ni?as y una hora despu¨¦s que ella no las ver¨ªa nunca m¨¢s. ¡°No tiene sentido un cambio de relato tan dr¨¢stico y con esa violencia impl¨ªcita sin que haya ocurrido algo en ese tiempo. Eso lo pod¨ªa haber dicho a la primera, salvo que no quisiera alertarla para que ella no pudiera reaccionar entonces¡±. Tambi¨¦n ve ¡°muy significativas¡± los mensajes de despedida a sus padres y amigos.
El catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la Violencia en la Universidad de Barcelona, Antonio Andr¨¦s-Pueyo, da m¨¢s claves: ¡°La opci¨®n m¨¢s probable en actuaciones que pueden conllevar la muerte o el suicidio es la toma de una decisi¨®n definitiva, ya que el autor cree con mucho convencimiento que no hay ninguna otra salida, que la ¨²nica soluci¨®n es la muerte. A¨²n sabiendo que no es correcta, a pesar de que moralmente es muy inadecuada, que adem¨¢s producir¨¢ da?o a v¨ªctimas inocentes, pero el agresor cree que no hay otra manera de resolver este conflicto¡±, se?ala. Para llegar a ese punto extremo ¨Dy extremadamente inusual¨D, no son tan importantes las caracter¨ªsticas concretas de una persona como las circunstancias y sus ideas: ¡°Siempre hay una combinaci¨®n excepcional de factores de riesgo personales y situaciones desencadenantes, no un perfil protot¨ªpico de asesino o maltratador¡±.
Aun as¨ª, los expertos s¨ª ven significativo el hecho de que fuera pendenciero o buscara broncas ¨Duna probable falta de empat¨ªa a juicio de Lorente¨D o que tuviera una mala relaci¨®n con la nueva pareja de su ex, a quien en privado amenaz¨®, ¡°medio en broma, medio en serio¡±, con la posibilidad de ¡°romperle la boca¡±, seg¨²n una persona cercana al hombre. Una amiga com¨²n de Zimmermann y Gimeno asegura tener conocimiento de algunos episodios de violencia, tanto en ambientes nocturnos como, incluso, contra miembros de su propia familia.
El desaparecido cuenta, a su vez, con un episodio previo que apunta a violencia de g¨¦nero. Fuentes de la Guardia Civil explican que la exmujer les comunic¨® en diciembre amenazas verbales de Gimeno, cuyo contenido no ha trascendido, aunque finalmente no interpuso una denuncia. Dichas amenazas no se repitieron, seg¨²n el seguimiento de oficio dictado por el sistema VioG¨¦n que llev¨® a cabo el instituto armado en marzo.
De sus a?os en el Colegio Hispano Ingl¨¦s, una exclusiva escuela privada en pleno centro de Santa Cruz, un compa?ero de pupitre recuerda a Gimeno como un joven ¡°algo d¨¦spota¡± y mal estudiante que gustaba de ¡°gastar bromas pesadas¡±. ¡°Era de los que no quer¨ªas que se metieran contigo¡±. Tras acabar la etapa escolar, estudi¨® Administraci¨®n de Empresas y Turismo en una universidad privada de la isla. De su padre, Tom¨¢s Gimeno Bello, quien se labr¨® una carrera discreta en el mundo de los rallies, no solo hered¨® el nombre, sino tambi¨¦n el gusto por la competici¨®n.
El hijo a?adi¨® a ese esp¨ªritu competitivo un elemento de confrontaci¨®n que volcaba tanto en los deportes como en las relaciones. Muy buen jugador de p¨¢del, relata una persona con quien comparti¨® pista, se le daban bien otros deportes como el f¨²tbol y el automovilismo: ¡°Era de los que se enfadaban con frecuencia¡±. Fuera de las pistas, mostraba tendencia a ¡°presumir de pibitas¡±, explica un allegado de la ¨¦poca: ¡°Le gustaba gustar y dominar, y ten¨ªa mimbres para eso: el porte, el dinero, los coches¡ Todo lo que le rodeaba lo consideraba su coto privado¡±.
Conoc¨ªa a su exmujer desde la ¨¦poca escolar. Ella era alumna del tambi¨¦n exclusivo Colegio Alem¨¢n, el mismo centro en el que ahora estudia Olivia, la hija mayor. Perdieron a un segundo hijo y, hace un a?o, naci¨® la peque?a Anna.
Un viejo amigo con el que ha mantenido contacto frecuente en los ¨²ltimos meses asegura que le afect¨® mucho la separaci¨®n. Tampoco acept¨® que ella rehiciera su vida con otra persona. Tras la ruptura, ¨¦l permaneci¨® en la residencia que compart¨ªan en la poblaci¨®n de Igueste de Candelaria y ella se traslad¨® a nueve kil¨®metros, a una casa en la localidad costera de Radazul. Organizaban las visitas de mutuo acuerdo, porque no ten¨ªan un convenio regulador ni una sentencia judicial.
Dos allegados relatan la incomodidad que supon¨ªa para el padre la relaci¨®n del nuevo novio de Beatriz Zimmermann con sus dos hijas. Sobre todo en lo que respectaba a Anna, quien apenas era un beb¨¦ de meses en el momento de la ruptura y con cuyo nacimiento, seg¨²n consideran estos allegados, su padre asocia el inicio del derrumbe de la relaci¨®n.
En este sentido, los forenses coinciden en que, a la espera de m¨¢s datos, ¡°el odio a la nueva pareja, el deseo de vengarse de su exmujer y el miedo a perder su papel de padre han podido alimentar intensamente la idea de actuar de un modo tan grave como lo ha hecho¡±, considera Andr¨¦s-Pueyo. En estos casos, el maltratador ¡°busca una justificaci¨®n moral: por un lado el da?o que ¨¦l ha sufrido, como cuando los maltratadores dicen ¡®le pego porque me lleva la contraria¡¯. Y, por otro, el componente de humillaci¨®n: se sienten cuestionados como hombres porque los han dejado, y se a?ade el componente de propiedad en relaci¨®n con sus hijos. Se sienten despojados de la idea de paternidad¡±, sostiene Lorente.
Pero tambi¨¦n recuerdan los expertos que planificar un comportamiento violento de esta gravedad es una cosa que sucede en el terreno de las fantas¨ªas, y otra muy distinta e inusual es acabar realiz¨¢ndola de verdad: ¡°Hay quien lo programa, pero nunca lo hace. Para dar el paso ha de haber un desencadenante, como una discusi¨®n o alguna nueva informaci¨®n¡±, se?ala Andr¨¦s-Pueyo, quien a?ade el hecho de que es pr¨¢cticamente imposible que hubieran saltado las alarmas antes del secuestro: ¡°La posibilidad de que pase esto es tan baja, que es muy dif¨ªcil que nadie d¨¦ cr¨¦dito a estas amenazas o ideas¡±, se?ala. ¡°Ocurre, pero es muy dif¨ªcil que te toque. Es impredecible¡±.
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