Ecosondas y un robot para buscar a 1.000 metros de profundidad a las ni?as Anna y Olivia en Canarias
El buque ¡®?ngeles Alvari?o¡¯ barre sin descanso con un sonar una zona mar¨ªtima de diez millas n¨¢uticas cuadradas
Rastreo sin descanso de unas diez millas cuadradas en el Oc¨¦ano Atl¨¢ntico a la b¨²squeda de Anna y Olivia, las ni?as de uno y seis a?os a las que su padre, Tom¨¢s Gimeno (37 a?os), secuestr¨® en la noche del pasado 27 de abril en la isla canaria de Tenerife. La b¨²squeda en el fondo marino tinerfe?o se ha convertido en la principal l¨ªnea de investigaci¨®n de la Guardia Civil en los ¨²ltimos d¨ªas, despu¨¦s de que las inspecciones en tierra firme no hayan permitido de momento dar con su paradero.
El barco ?ngeles Alvari?o del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO) trabaja desde el domingo pasado en una zona delimitada por el geoposicionamiento del m¨®vil del padre de las ni?as la tarde y la noche de su desaparici¨®n. Esta es la primera ocasi¨®n que al buque del IEO se le encomienda una misi¨®n de estas caracter¨ªsticas, seg¨²n explican fuentes cercanas a la instituci¨®n. Sus cometidos, por lo general, suelen ce?irse a la investigaci¨®n cient¨ªfica de los fondos marinos. A mediados de la d¨¦cada pasada, sin embargo, se le encarg¨® la misi¨®n de rescatar parte del tesoro sepultado en las costas portuguesas de la fragata espa?ola Nuestra Se?ora de las Mercedes, hundida por los ingleses el 5 de octubre de 1804 cuando intentaba arribar a Espa?a con una valiosa carga. Su contenido enfrent¨® en 2012 ante la justicia al Estado espa?ol contra la empresa estadounidense Odissey, que 10 a?os antes hab¨ªa encontrado y expoliado el contenido del barco.
La labor del ?ngeles Alvari?o, en esta ocasi¨®n, es la de rastrear la zona en busca de rastros humanos. Tendr¨¢, para ello, hasta el d¨ªa 9 de junio, seg¨²n el calendario asignado por el Instituto Oceanogr¨¢fico Espa?ol. Durante 24 horas al d¨ªa, los aparatos del buque est¨¢n realizando una radiograf¨ªa del abrupto fondo marino canario con una Ecosonda Multihaz EM 710 y bajo la supervisi¨®n de dos agentes de la Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil. El funcionamiento de estas ecosondas se basa en el tiempo que tarda una onda ac¨²stica en recorrer la distancia entre el punto de partida y el fondo del mar y su retorno al punto inicial. Este modelo es capaz de emitir simult¨¢neamente una gran cantidad de ondas ac¨²sticas que a su regreso se convierten en impulsos el¨¦ctricos y permiten dibujar un mapa del fondo. Este proceso se puede repetir hasta 100 veces por segundo.
Es una labor minuciosa, seg¨²n explican fuentes de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Para llevarla a cabo, el barco ha de avanzar una velocidad muy reducida, lo que permite a la sonda llevar a cabo varias pasadas sobre un mismo punto para ganar resoluci¨®n y marcando calles paralelas que se van solapando. Este mapa del subsuelo es capaz de detectar anomal¨ªas de hasta tres cent¨ªmetros.
Una vez se encuentra algo llega el turno del robot Liropus 2000 (de la serie Super Mohawk II, fabricado por la empresa brit¨¢nica Sub-Atlantic). Este aparato submarino no tripulado tambi¨¦n particip¨® en las labores de rescate del tesoro de la fragata Nuestra Se?ora de las Mercedes y est¨¢ dotado con un potente sistema de iluminaci¨®n, c¨¢maras de altas prestaciones, dos brazos manipuladores hidr¨¢ulicos de precisi¨®n, un sistema de succi¨®n para muestras l¨ªquidas y gaseosas y est¨¢ valorado en 1,5 millones de euros. Hasta ahora ha realizado varias incursiones, si bien los elementos detectados por el sonar no guardaban relaci¨®n con el caso, seg¨²n fuentes de la Guardia Civil.
Los equipos de rastreo enviados por el Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa se enfrentan, fundamentalmente, a dos obst¨¢culos. Por un lado, est¨¢ la profundidad de las aguas en las que est¨¢n trabajando, que se caracteriza por una morfolog¨ªa abrupta debido a su origen volc¨¢nico. Manuel Ruiz de la Rosa, bi¨®logo marino y director de la empresa ECOS Estudios Ambientales y Oceanograf¨ªa, explica que ¡°el tramo de costa que va desde Santa Cruz de Tenerife hasta G¨¹¨ªmar (aproximadamente la zona que recorri¨® Tom¨¢s Gimeno a bordo de su embarcaci¨®n) desciende abruptamente hasta llegar a los 1.000 metros a escasos kil¨®metros de la costa¡±.
Por el otro, est¨¢ el escaso conocimiento que se tiene del entorno. ¡°No hay muchos datos de la composici¨®n del fondo a esas profundidades¡±, prosigue Ruiz de la Rosa. ¡°La mayor parte de los trabajos de caracterizaci¨®n del fondo marino en Canarias se centra en la franja de cero a 50 metros de profundidad, donde existe una alta diversidad y riqueza de los fondos¡±. Nada que, por el momento, permita encontrar a Anna y Olivia.
Aquel 27 de abril, hacia las 17.00, Tom¨¢s Gimeno recogi¨® a Anna en casa de la madre de las ni?as, su expareja Beatriz Zimmernann (35 a?os). Despu¨¦s fue a buscar a Olivia a un campamento al que acud¨ªa tras el colegio. Posteriormente, se dirigi¨® con ellas a su casa en el municipio de Igueste de Candelaria. Alrededor de las 19.30 acudi¨® al puerto deportivo Marina Tenerife. Ni las c¨¢maras de seguridad ni el guardia de seguridad detectaron a su entrada la presencia de Anna y Olivia.
Gimeno embarc¨® solo. Antes de hacerlo, carg¨® en la barca maletas y bolsos, para lo cual realiz¨® tres viajes desde su Audi A3 blanco. Aquel d¨ªa zarpar¨ªa dos veces. De regreso de su primera incursi¨®n en el mar, fue interceptado por la Guardia Civil y propuesto para sanci¨®n por saltarse el toque de queda. Pasada la medianoche, volvi¨® a zarpar y se perdi¨® su rastro. Al d¨ªa siguiente, la embarcaci¨®n fue localizada vac¨ªa, a la deriva y sin ancla frente a la localidad del Puertito de G¨¹¨ªmar. Poco despu¨¦s se encontr¨® una flotando una silla de retenci¨®n de menores para coches, que pertenec¨ªa a Anna.
Ese martes por la noche, Gimeno habl¨® cinco veces por tel¨¦fono con su exmujer. Seg¨²n consta en el atestado de la denuncia que present¨® ella ese d¨ªa, la mujer fue a buscar a las ni?as a casa de su ex y no los encontr¨®. Le llam¨® una primera vez a las 21.00. ?l le dice que est¨¢ cenando con ellas y que las llevar¨¢ a casa. Una hora despu¨¦s, en una nueva llamada, ¨¦l le se?ala que no las ver¨¢ nunca m¨¢s. Se lo repite a las 22.30, y otra vez, 10 minutos despu¨¦s. A las 23.45 el tel¨¦fono sale como apagado o fuera de cobertura. En la ¨²ltima llamada, ya de madrugada, mantienen una ¨²ltima conversaci¨®n. Aquella noche tambi¨¦n sus amigos y c¨ªrculo cercano recibieron ¡°un mensaje de despedida¡±. Al d¨ªa siguiente, una vez interpuesta la denuncia, abierto el caso por sustracci¨®n de menores, y con la barca ya en tierra, los agentes hallaron rastros de sangre del padre en la embarcaci¨®n de recreo.
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