La falta de vacunas en ?frica, un retraso de consecuencias devastadoras
El acaparamiento de dosis por los pa¨ªses ricos y la debilidad de sus sistemas de salud provoca que el continente m¨¢s pobre, donde golpea ahora la tercera ola, apenas haya inmunizado al 0,6% de su poblaci¨®n
Un vecino de Pretoria (Sud¨¢frica) se queja en la emisora Radio Power del ritmo de inmunizaci¨®n en ?frica. ¡°Es una verg¨¹enza. Primero lo que tardaron en vacunar al personal m¨¦dico, luego la lentitud con los mayores de 60 a?os y, ahora, con la vuelta presencial a la escuela tras las vacaciones, a¨²n no han empezado con los profesores¡±, critica. Sud¨¢frica es el pa¨ªs m¨¢s rico de ?frica y solo un 0,8% de su poblaci¨®n est¨¢ inmunizada, una muestra de lo que ocurre en todo el continente, que enfrenta la tercera ola de la pandemia.
El director de los Centros de Control de Enfermedades en ?frica, John Nkengansong, aseguraba esta semana a los medios: ¡°Es extremadamente preocupante y en ocasiones frustrante¡±. Las cifras confirman sus palabras. Con un incremento de un 13% de los casos en el ¨²ltimo mes en todo el continente, hay pa¨ªses como la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, Uganda o la propia Sud¨¢frica, donde la pandemia sigue disparada. En al menos 13 pa¨ªses, entre ellos Kenia, o Nigeria, se ha detectado la variante delta (la india) y el temor a un brote explosivo va en aumento. En este contexto, mientras en Europa y Estados Unidos las tasas de vacunaci¨®n superan con creces el 20%, en ?frica ronda el 0,6%, con menos de 10 millones de personas que han sido inmunizadas.
C¨¦lestin Traor¨¦, responsable de vacunaci¨®n de Unicef para ?frica occidental y central, apunta al acaparamiento de las vacunas por parte de los pa¨ªses ricos como parte del problema. ¡°Hay una escasez en el mundo y los pa¨ªses en desarrollo, como los africanos, no cuentan con la financiaci¨®n suficiente para adquirirlas¡±, asegura. Otro desaf¨ªo es la debilidad de los sistemas de salud que no disponen de suficientes frigor¨ªficos, energ¨ªa el¨¦ctrica, protocolos adaptados o formaci¨®n para sus campa?as. ¡°A ello hay que sumar los graves problemas de inseguridad a los que se enfrentan numerosos pa¨ªses, sobre todo en el Sahel, donde hay 5,4 millones de personas desplazadas por la violencia¡±, a?ade el doctor Traor¨¦.
El respetado epidemi¨®logo sudafricano Salim Abdool Karim pone cifras al desequilibrio. ¡°Somos 7.500 millones de personas en el mundo y hay 1.800 millones de vacunas. Esto significa que una de cada cinco personas tiene acceso a las mismas, mientras que la realidad en ?frica es que tenemos una para cada 50 personas. Es una desigualdad tremenda e injusta¡±. En Chad comenzaron a vacunar el pasado 4 de junio, seis meses despu¨¦s de que comenzara la inmunizaci¨®n en Europa, y en Tanzania, Eritrea o Burundi no se ha administrado ni una sola dosis.
Para tratar de reducir la brecha de vacunaci¨®n entre los pa¨ªses ricos y los pa¨ªses en desarrollo surgi¨® Covax, una iniciativa p¨²blico-privada impulsada desde los comienzos de la pandemia por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), la Alianza por las Vacunas Gavi, Unicef y otros organismos internacionales, que se ha marcado como objetivo que el 20% de la poblaci¨®n de las naciones con menos recursos est¨¦ vacunada a finales del presente a?o. Todos los pa¨ªses africanos se sumaron a este proyecto. Sin embargo, a la escasez mundial de dosis agravada por la compra abusiva de los pa¨ªses desarrollados se ha a?adido otro inconveniente: 190 millones de vacunas comprometidas por el Instituto Serum de la India para Covax tuvieron que destinarse a su propia poblaci¨®n ante la explosi¨®n de casos en este pa¨ªs.
¡°A¨²n podemos conseguirlo, pero el escenario es incierto¡±, asegura Blanca Carazo, responsable de programas internacionales de Unicef-Espa?a. Buena parte del futuro de Covax y, por tanto, de una vacunaci¨®n m¨¢s justa en el mundo, se juega en la cumbre del G-7 de este fin de semana en Cornualles. ¡°Las promesas de estos pa¨ªses de compartir una parte de sus vacunas es fundamental para responder a este inquietante desequilibrio¡±, remacha Traor¨¦, ¡°pero es crucial actuar con rapidez y que otros pa¨ªses les sigan¡±. El presidente estadounidense Joe Biden anunci¨® el pasado jueves que donar¨ªa 500 millones de dosis para los pa¨ªses m¨¢s pobres, mientras que el primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, adelant¨® que su Gobierno ceder¨ªa otros 100 millones con el objetivo de que el total de la donaci¨®n procedente del G-7 alcanzara los 1.000 millones.
Estas decisiones est¨¢n ¡°en el lado correcto de la historia¡±, seg¨²n Nkengansong, pero para Amnist¨ªa Internacional se trata de ¡°una gota en el oc¨¦ano¡±, asegur¨® su secretaria general, Agn¨¨s Callamard, a trav¨¦s de un comunicado. Seg¨²n sus c¨¢lculos y de mantenerse el ritmo actual, los pa¨ªses pobres no vacunar¨¢n a su poblaci¨®n hasta 2078.
Por su parte, la OMS estima que solo siete pa¨ªses africanos van a alcanzar el 10% de su poblaci¨®n vacunada en septiembre, muy lejos de la inmunidad de grupo deseada, y que hacen falta al menos 225 millones de dosis m¨¢s a corto plazo. La directora en ?frica de este organismo, Matshidiso Moeti, revel¨® esta semana en conferencia de prensa que ¡°es una cuesti¨®n de vida o muerte. Los pa¨ªses que puedan, deben compartir sus vacunas. A medida que nos acercamos a los cinco millones de casos en ?frica y empieza una tercera ola, muchas de las personas m¨¢s vulnerables siguen peligrosamente expuestas a la covid-19¡±.
Jo Barnes, del Departamento de Salud Global de la Facultad de Medicina de la Universidad Stellenbosh en Ciudad del Cabo, explica que a la falta de dosis, se suman los problemas de log¨ªstica. ¡°Sud¨¢frica tiene un n¨²mero elevado de indigentes y muchos viven en zonas rurales e inaccesibles. Incluso en las ciudades y pueblos hay suburbios informales con poblaci¨®n variante a la que es dif¨ªcil alcanzar. Tambi¨¦n hay personas pobres sin acceso a un m¨®vil para registrarse en la base de datos para vacunarse¡±, se?ala.
Pero ?frica es muy grande y en ella conviven diferentes realidades. A la sombra de un ¨¢rbol en el patio principal del centro de salud Gaspard C¨¢mara de Dakar, la capital de Senegal, medio centenar de personas, casi todos de edad avanzada, aguardan con paciencia su turno para vacunarse. Para la mayor¨ªa de ellos es su segunda dosis. ¡°Estoy impaciente¡±, apunta Ndeye Balde, ¡°se cuentan muchas historias sobre las vacunas, pero yo no estar¨¦ tranquila hasta que me la ponga. La gente dice muchas tonter¨ªas¡±, asegura. No hay tramos de edad ni es necesario pedir cita: basta con presentarse y pinchazo al canto. ¡°?AstraZeneca o la china?¡±, pregunta la enfermera.
Hasta Senegal han llegado 1,1 millones de dosis y se ha administrado casi la mitad. Pero es Marruecos quien lidera las estad¨ªsticas de vacunaci¨®n, con el 99% de sus 15,4 millones de vacunas ya inyectadas. Casi 7 millones est¨¢n totalmente inmunizados. Fruto de este intenso trabajo, el primer ministro marroqu¨ª, Saad¨ªn el Otmani, aseguraba este viernes que la situaci¨®n epidemiol¨®gica ¡°est¨¢ bajo control¡± y a?adi¨® que se ha evitado lo peor. No se puede decir lo mismo del resto del continente. En ?frica central, por ejemplo, los casos aumentaron un 116% en el ¨²ltimo mes.
Las consecuencias del enorme retraso en la vacunaci¨®n pueden ser devastadoras para ?frica. Seg¨²n Traor¨¦, ¡°la exacerbaci¨®n del impacto sanitario y socioecon¨®mico de la pandemia y que la normalizaci¨®n del funcionamiento de ciertos servicios llegue m¨¢s tarde. Esto va a afectar a la sanidad, donde la inmunizaci¨®n de rutina se ha visto perturbada o incluso interrumpida, pero tambi¨¦n a la educaci¨®n, donde m¨¢s de 128 millones de ni?os solo en ?frica occidental y central se han quedado sin clases o han tenido problemas para continuar con sus estudios. Por no hablar de la p¨¦rdida de ingresos y la ca¨ªda del estado nutricional de los menores¡±. Y tambi¨¦n de sus familias. ¡°Si el virus se sigue propagando, m¨¢s duro ser¨¢ este impacto a largo plazo¡±.
Dejar atr¨¢s a ?frica no es solo un problema moral, como ha repetido decenas de veces el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, sino un riesgo para el mundo. Coincide con ¨¦l el epidemi¨®logo Salim Abdool Karim: ¡°Me gusta pensar que hay una conciencia de que si no controlamos la expansi¨®n del virus de forma global y se vacuna solo a Europa, nos encontraremos en una situaci¨®n en la que la expansi¨®n desenfrenada del virus en ciertas partes del mundo llevar¨¢ a nuevas variantes, y estas se convertir¨¢n en un desaf¨ªo para las vacunas. En realidad, aunque sea por propio inter¨¦s, hay que dar m¨¢s vacunas a ?frica¡±.
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