La vacunaci¨®n vista desde ?frica: cuando el mundo era liviano (y ego¨ªsta)
El Instituto Serum de la India ha decidido reducir dr¨¢sticamente su exportaci¨®n de vacunas contra el coronavirus, por lo que muchos pa¨ªses en desarrollo no las recibir¨¢n a tiempo. En Kenia se esperan para 2023 y sobre lo que eso significa y dice sobre el mundo habla la autora desde Nairobi
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Y mientras mis vecinos kenianos se ba?an y chapotean en una piscina de agua azulada ¡ªreminiscencia de cuando el mundo todav¨ªa era liviano¡ª fuera, en el mundo de ah¨ª fuera, lejos de las viviendas de ladrillo y azulejos, lejos de las cada vez m¨¢s escuetas zonas verdes de una ciudad otrora poblada de naturaleza, el mundo que cre¨ªamos conocer se desvanece; enrocado en una fortaleza de miedos y asperezas.
Se espera que Kenia vacune a cerca de 16 millones de habitantes ¡ªcifra equivalente al 33% de su poblaci¨®n¡ª para mediados de 2023. Diecis¨¦is millones de personas en un periodo de dos a?os que hoy parecen un abismo. Qu¨¦ suceder¨¢ hasta entonces ¡ªen t¨¦rminos de variantes, mutaciones, miles de vidas perdidas¡ª nadie puede, sabe o quiere predecirlo.
Hace unos d¨ªas el Instituto Serum de la India decidi¨® reducir dr¨¢sticamente su exportaci¨®n de vacunas debido a un aumento exponencial de contagios dentro de sus fronteras, con m¨¢s de 50.000 casos diarios. Y pese a que est¨¢ en todo su derecho de hacerlo ¡ªha exportado m¨¢s de 60 millones de dosis a unos 75 pa¨ªses, desde Yibuti a Nepal pasando por el Reino Unido¡ª este movimiento implica que quienes viven en los mal llamados pa¨ªses de segunda, en esas zonas nebulosas a las que se tacha de empobrecidas al tiempo que se expolian sus recursos, tampoco recibir¨¢n sus vacunas a tiempo.
Covax, el organismo dise?ado para garantizar un reparto m¨¢s equitativo en pa¨ªses de medios y bajos ingresos, estima que este par¨®n en las exportaciones provocar¨¢ entre marzo y abril un retraso de al menos 100 millones de dosis de AstraZeneca. Cien millones de salvavidas en naciones donde, tras un inicio de campa?a simb¨®lico o inexistente, trabajadores en primera l¨ªnea siguen muri¨¦ndose de covid, ancianos no han sido inoculados, nadie vislumbra un plan de vacunaci¨®n en el horizonte m¨¢s all¨¢ de los nubarrones de una tercera ola m¨¢s contagiosa y mort¨ªfera que la de hace un a?o.
¡°No existe en absoluto ninguna necesidad, ninguna en absoluto, para que la humanidad inicie una guerra de vacunas¡±, alert¨® el pasado d¨ªa 25 John Nkengasong, vir¨®logo camerun¨¦s y director de los Centros para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades de ?frica (?frica CDC). ¡°Todos seremos perdedores [si eso sucede]¡±, augur¨® Nkengasong, pese a ser consciente de que ¡ªcomo demuestra la historia¡ª siempre hay vencedores y siempre hay vencidos.
Ya sucedi¨® con la epidemia de sida. Solo a partir de 2003 se permiti¨® la producci¨®n de medicamentos antirretrovirales gen¨¦ricos, lo que signific¨® que hasta esa fecha cientos de miles de kenianos en cuerpos esquel¨¦ticos murieron por no poder acceder a un medicamento asequible. Desde 1995 el mundo dispon¨ªa de tratamientos efectivos, pero durante a?os mantuvo deliberadamente su coste en m¨¢s de 10.000 d¨®lares anuales.
Un centenar de pa¨ªses ¡ªliderados por India y Sud¨¢frica¡ª han solicitado en repetidas ocasiones a la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) eliminar los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas anticovid. Sin embargo, el grueso de pa¨ªses de la UE y EEUU, Brasil o Australia, entre otros, se oponen a ello
Desde octubre de 2020, un centenar de pa¨ªses ¡ªliderados por India y Sud¨¢frica¡ª han solicitado en repetidas ocasiones a la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) no caer en el mismo error y eliminar los derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas contra el SARS-CoV-2. El objetivo: dar licencia de producci¨®n a otros laboratorios farmac¨¦uticos, acelerar su distribuci¨®n global, salvar ¡ªa toda costa¡ª decenas de miles de vidas. Sin embargo, el grueso de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, Estados Unidos, Brasil o Australia, entre otros, se oponen a ello.
¡°Existe un imperativo econ¨®mico que hace que estemos todos en esto¡±, asegur¨® hace unos d¨ªas el doctor brit¨¢nico Anthony Costello, anticipando que tras el Brexit su pa¨ªs isle?o deber¨¢ comerciar m¨¢s con ?frica. Un imperativo econ¨®mico ¡ªdijo¡ª que no ¨¦tico, ni moral, ni humano. Porque ?qu¨¦ nos queda ¨¦tico en Occidente tras la guerra de Siria, de Yemen, de una irreconocible Libia? ?Qu¨¦ nos queda de humano cuando aceptamos que el mar Mediterr¨¢neo vomite muertos?
Parad¨®jicamente, farmac¨¦uticas como Moderna, fundada hace poco m¨¢s de una d¨¦cada, espera recaudar 18.400 millones de d¨®lares en 2021 con la venta de su vacuna. M¨¢s de 15.500 millones de euros. Un beneficio inaudito fruto de un producto que no duda en comercializar a m¨¢s de 30 d¨®lares las dos dosis, haci¨¦ndola inasequible para pa¨ªses con pocos recursos que han tenido que optar por la de AstraZeneca: de refrigeraci¨®n m¨¢s sencilla y a un precio ¡°sin ¨¢nimo de lucro¡± hasta que se declare el fin de este brote. ?El final de la pandemia? ?D¨®nde?
Los pa¨ªses que ahora est¨¢n vacunando a personas j¨®venes y sanas con bajo riesgo de enfermar lo est¨¢n haciendo a costa de la vida de sanitarios, ancianos y grupos de riesgo de otros pa¨ªses, denunci¨® el pasado lunes el director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud
Estados Unidos acumula para s¨ª mismo decenas de millones de dosis de AstraZeneca pese a que su uso todav¨ªa no ha sido autorizado dentro de sus fronteras. Solo una vez disponga de suficientes inyecciones para inmunizar a toda su poblaci¨®n adulta ¡ªhito previsto para el pr¨®ximo 1 de mayo, seg¨²n anunci¨® el presidente Joe Biden¡ª se plantear¨¢ donar a socios estrat¨¦gicos o a trav¨¦s de Covax un excedente de al menos 600 millones de dosis.
Por esas mismas fechas ¡ªcon una Norteam¨¦rica ya inmunizada¡ª decenas y decenas de pa¨ªses del sur global seguir¨¢n esperando a que cambie su suerte, lo que en el continente africano podr¨ªa ocurrir a finales de a?o con la llegada de 220 millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson, y otros 180 millones de dosis antes de que acabe 2022, seg¨²n un acuerdo firmado con la Uni¨®n Africana.
¡°Los pa¨ªses que ahora est¨¢n vacunando a personas j¨®venes y sanas con bajo riesgo de enfermar lo est¨¢n haciendo a costa de la vida de sanitarios, ancianos y grupos de riesgo de otros pa¨ªses¡±, denunci¨® el pasado 22 de marzo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). ¡°La distribuci¨®n desigual de las vacunas no es solo una aberraci¨®n moral, sino tambi¨¦n econ¨®mica y epidemiol¨®gicamente contraproducente¡±, a?adi¨® el et¨ªope.
Sin duda, y lo vemos cada d¨ªa, el virus de la covid-19 muta, evoluciona, mientras sigue matando (nos). Por lo que si no nos esforzamos por erradicarlo cuanto antes ¡ªen un Nairobi confinado, pero tambi¨¦n en Manaos, B¨¦rgamo o en Lahore¡ª volver¨¢ para buscarnos. Un solo contagio y un pu?ado de contactos, como quiz¨¢ sabe mejor que nadie la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC) en su lucha contra el ¨¦bola, son suficientes para que se desate una nueva epidemia. Y ni nuestro at¨¢vico ego¨ªsmo, ni el cierre de fronteras, ni caducos anticuerpos podr¨¢n salvarnos.
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