Un estudio constata la ¡°nula colaboraci¨®n¡± de la Iglesia para esclarecer los abusos sexuales en su seno
Una investigaci¨®n de tres universidades concluye que los cl¨¦rigos agresores eleg¨ªan a v¨ªctimas que eran altamente vulnerables
El fen¨®meno de la pederastia en la Iglesia espa?ola no se conocer¨¢ en toda su magnitud hasta que la instituci¨®n cat¨®lica admita que los abusos sexuales a menores fueron ¡°sistem¨¢ticos¡± en su seno y se haga ¡°cargo del da?o causado¡± a las v¨ªctimas. Profesores universitarios expertos en victimolog¨ªa sostienen, adem¨¢s, que el clero cat¨®lico est¨¢ impidiendo que salgan a la luz estos casos y tampoco ayuda a reparar adecuadamente a quienes sufrieron estas pr¨¢cticas. Un estudio elaborado conjuntamente por la Universitat Oberta de Catalu?a, la Universidad de Barcelona y la Universidad del Pa¨ªs Vasco concluye que las autoridades religiosas en Espa?a han eludido hasta ahora investigar ¡°a fondo¡± este problema.
Los responsables de la investigaci¨®n son Josep Mar¨ªa Tamarit, Noem¨ª Pereda y Gemma Varona, y han coincidido este lunes en criticar la ¡°nula colaboraci¨®n¡± de la Iglesia en el esclarecimiento de la pederastia en Espa?a y exigir a las autoridades eclesiales que, como han hecho otros pa¨ªses, abran sus archivos para que se sepa la aut¨¦ntica realidad de los abusos cometidos. ¡°Son muchos m¨¢s casos de los que conocemos¡±, ha dicho Pereda para quitar verosimilitud al dato de los 220 casos de abusos a menores reconocidos el pasado mes de abril por la Iglesia espa?ola.
La presentaci¨®n del estudio, el primero que se realiza a nivel acad¨¦mico en Espa?a sobre la pederastia en la Iglesia, se ha celebrado este lunes en San Sebasti¨¢n durante una jornada sobre abusos sexuales de menores en instituciones religiosas y las respuestas restaurativas desde la victimolog¨ªa, en la que otros expertos internacionales han explicado la situaci¨®n que se vive en Alemania, B¨¦lgica, Irlanda y Chile. El congreso ha abordado el tema desde la ¨®ptica de la criminolog¨ªa, el derecho penal o la psicolog¨ªa. El periodista de EL PA?S I?igo Dom¨ªnguez ha intervenido en el mismo para exponer la primera base de datos de referencia en Espa?a, que ha elaborado este diario sobre los abusos a menores en el clero cat¨®lico, y que contabiliza ya un total de 327 casos y 840 v¨ªctimas.
Todos los casos conocidos de pederastia en la Iglesia espa?ola
El trabajo, realizado entre los a?os 2018 y 2021 con financiaci¨®n del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n y fondos europeos, ofrece las conclusiones estad¨ªsticas extra¨ªdas tras entrevistar a 38 v¨ªctimas (todas adultas y el 65% hombres) de abusos sexuales por parte de cl¨¦rigos. Pereda, profesora de Victimolog¨ªa de la Universidad de Barcelona y coordinadora de este apartado del estudio, ha admitido que la recogida de estos testimonios ha sido la m¨¢s costosa de su carrera acad¨¦mica, m¨¢s incluso que cuando ha tenido que analizar casos de violencia intrafamiliar. El estudio no ha contado con ¡°ninguna ayuda¡± de la Iglesia cat¨®lica, ha precisado Pereda, aunque se le solicit¨® su colaboraci¨®n.
Los abusos se dieron cuando los menores ten¨ªan una media de edad de 11,8 a?os, lo que pone de manifiesto el car¨¢cter ¡°efebof¨ªlico¡± de las pr¨¢cticas cometidas contra ni?os y adolescentes, seg¨²n ha explicado Pereda. En el 34,2% de los casos el abuso fue puntual y en el resto se repiti¨® de forma ¡°cr¨®nica¡± durante un periodo que va desde los tres hasta los ocho a?os. Para desmentir la idea de que la mayor¨ªa de los abusos fueron leves y se limitaban a tocamientos, la profesora ha revelado que en el 42,1% hubo penetraci¨®n. Y los victimarios fueron principalmente p¨¢rrocos o sacerdotes (el 65,8%).
Aquellos episodios, seg¨²n Pereda, han dejado ¡°problemas cronificados de ansiedad y depresi¨®n, dificultades sexuales, de alimentaci¨®n y sue?o¡±, adem¨¢s de un ¡°trauma espiritual¡±. El impacto emocional que les caus¨® ha provocado que la mayor¨ªa reniegue ahora de su fe y su creencia en la Iglesia cat¨®lica, seg¨²n los testimonios recogidos. A la gravedad de esta situaci¨®n, los autores del estudio han sumado el hecho de que muchas v¨ªctimas hab¨ªan sufrido antes malos tratos (el 71,4%) y atravesaban situaciones de exclusi¨®n social o discapacidad: ¡°Los religiosos eran conscientes de que eran personas altamente vulnerables y sin protecci¨®n, lo que les permit¨ªa asegurarse la impunidad¡±, ha afirmado la profesora Pereda.
Las v¨ªctimas guardaron su experiencia en secreto durante muchos a?os. El 86,8% no lo dio a conocer a una persona de su entorno m¨¢s cercano hasta que cumpli¨® los 24,1 a?os de media. Muy pocos lo notificaron a la autoridad (la polic¨ªa, un juzgado o a la propia Iglesia) y, de estos, el 52,9% ha tenido una mala experiencia tras dar ese paso. El estudio tambi¨¦n analiza el resultado de las notificaciones realizadas por las v¨ªctimas a la Iglesia a?os despu¨¦s de los abusos sexuales y tras un periodo de maduraci¨®n y reflexi¨®n personal. Los investigadores han constatado que la respuesta institucional ha sido ¡°causante de un nuevo da?o¡± en las v¨ªctimas porque afloraron en ellas ¡°sentimientos de traici¨®n que incrementaron su malestar¡±, dice el estudio. Una caracter¨ªstica clave de este tipo de abuso es que, para la v¨ªctima, el agresor es un representante de Dios y act¨²a ¡°en nombre de Dios¡±. Por eso, para el 56,2% tuvo un impacto negativo extremo en su fe.
El proyecto, cuyos resultados se encuentran en fase de publicaci¨®n en la editorial Aranzadi, ofrece modelos concretos de buenas pr¨¢cticas que permiten a las instituciones, religiosas y p¨²blicas en general, as¨ª como a la sociedad civil, desarrollar respuestas de solidaridad hacia las v¨ªctimas con honestidad y compromiso, dos aspectos muy valorados por ellas. Asimismo, ilustra c¨®mo otros pa¨ªses se han enfrentado con mayor ¨¦xito a esta problem¨¢tica social y ha permitido que las instituciones concernidas hayan salido reforzadas tras tomarse en serio el da?o causado y han considerado este problema dentro de un marco de justicia y salud p¨²blica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.