Argentina debate una ley de etiquetado de alimentos para combatir la obesidad infantil

Argentina encabeza el ranking de menores de cinco a?os con sobrepeso en Am¨¦rica Latina. Un 13,6% de ellos tiene exceso de peso y la cifra crece hasta el 41,1% en la poblaci¨®n de entre cinco y 17 a?os, seg¨²n datos oficiales. Para frenar la creciente obesidad infantil, el Congreso de Diputados debate un proyecto de ley para regular el etiquetado de los alimentos con oct¨®gonos negros de advertencia y prohibir la publicidad de los productos con exceso de az¨²car, grasas y sal dirigidos al p¨²blico infantil.

¡°Son 140.000 personas muertas al a?o por hipertensi¨®n, por hiperglucemia, por sobrepeso, por obesidad, y hoy aqu¨ª decidimos cuidar la salud de la poblaci¨®n para que pueda alimentarse con informaci¨®n¡±, expres¨® la diputada oficialista Cristina ?lvarez Rodr¨ªguez este martes en el debate en comisiones, paso previo a su votaci¨®n. El apoyo de un sector de la alianza opositora Juntos por el Cambio garantiza que se convierta en ley cuando se trate en el recinto.

¡°El incremento en los niveles de obesidad se debe fundamentalmente a cambios en el patr¨®n alimentario de la poblaci¨®n, que ha pasado de consumir alimentos naturales y comidas caseras a desplazarlos por productos procesados y ultraprocesados, que son envasados listos para consumir, y bebidas azucaradas¡±, se?ala Fernando Zingman, especialista en Salud de Unicef Argentina.

En 2007, la poblaci¨®n menor de cinco a?os con exceso de peso rozaba el 10%. En 2019, cuando se realiz¨® la segunda Encuesta nacional de nutrici¨®n y salud, hab¨ªa aumentado un 30%. ¡°Seis de cada 10 adultos y cuatro de cada 10 ni?os tienen sobrepeso u obesidad, aumentando las chances de enfermedades cardiovasculares, diabetes y c¨¢ncer¡±, advirti¨® semanas atr¨¢s el exministro de Salud Adolfo Rubinstein a trav¨¦s de las redes sociales. ¡°Esto es causado en buena medida por el consumo de productos ultraprocesados con exceso de ciertos nutrientes, como az¨²car, sal o grasas¡±, agreg¨®. Rubinstein denunci¨® que ¡°algunos sectores de la industria alimentaria, junto con algunos l¨ªderes de opini¨®n que son financiados por dicha industria, est¨¢n haciendo un fuerte lobby para evitar la sanci¨®n¡±. La presi¨®n de la industria existi¨® tambi¨¦n durante su gesti¨®n al frente del Ministerio, despu¨¦s Secretar¨ªa, cuando se archivaron proyectos legislativos similares. En total se han presentado m¨¢s de una docena.

El actual proyecto de ley se aprob¨® casi por unanimidad en el Senado hace nueve meses, pero falta su aprobaci¨®n en Diputados para la sanci¨®n definitiva. Dos de los tres ¨²nicos votos en contra de la ley en la C¨¢mara Alta fueron de legisladoras de la provincia de Tucum¨¢n, epicentro de la industria azucarera argentina, una de las que se ver¨ªa m¨¢s perjudicada. En el Congreso de los Diputados la situaci¨®n se repite: el responsable de la Comisi¨®n de Salud es el tucumano Pablo Yedlin, uno de los principales opositores y autor de un proyecto de ley alternativo.

Entre los argumentos de los que se oponen est¨¢ la necesidad de consensuar una legislaci¨®n com¨²n en Mercosur sobre difusi¨®n de nutrientes cr¨ªticos en los alimentos, una reivindicaci¨®n exigida tambi¨¦n por la Canciller¨ªa y la industria alimenticia. ¡°Los modelos aislados que preconizan la demonizaci¨®n de los alimentos, lejos de cumplir sus objetivos constituir¨¢n un da?o en los consumidores al proporcionar informaci¨®n incorrecta¡±, ha se?alado la Coordinadora de las industrias de productos alimenticios (Copal), que re¨²ne a las grandes marcas.

Regulaci¨®n regional

El proyecto que se votar¨¢ en el hemiciclo es similar a la que rige ya en otros pa¨ªses latinoamericanos como Chile desde 2016, en Uruguay (2018), en Per¨² (2019) y en M¨¦xico (2020), con esquemas de advertencia parecidos al que se propone localmente.

En Uruguay, seg¨²n un estudio de Unicef, un 18% de los consumidores opt¨® por no comprar un producto con oct¨®gonos negros de advertencia y un 23% opt¨® por opciones sin exceso de az¨²cares, grasas saturadas y sodio. El organismo internacional advierte de la importancia de prohibir las publicidades infantiles de comida chatarra. De acuerdo a otra investigaci¨®n, ocho de cada 10 ni?os argentinos ven este tipo de anuncios cuando navegan por sus redes sociales favoritas, lo que influye en sus compras posteriores. El 50% de ellos ¡°reconoce haber comprado un alimento poco saludable porque lo vio en una publicidad en los ¨²ltimos tres meses¡±, destaca Unicef.

Para los autores de la investigaci¨®n, la infancia ¡°es la etapa en donde se construyen los h¨¢bitos que contin¨²an en la edad adulta y donde los chicos y chicas son m¨¢s vulnerables a los mensajes del entorno¡±. Zingman explica que las preferencias gustativas se definen en los primeros a?os de vida ¡ª¡±te gusta lo que te daban de chico, las comidas de tu ni?ez¡±¡ª y durante muchos a?os pas¨® inadvertida la r¨¢pida sustituci¨®n de la comida casera ¡°por ultraprocesados que generan preferencias muy fuertes en la elecci¨®n de alimentos con mayor cantidad de az¨²car, sal y grasas¡±.

¡°No hay competencia posible entre las cosas que necesitamos para estar bien, como frutas y verduras, y una comida que est¨¢ hecha para encantar. Hay much¨ªsima inversi¨®n para derribar tu voluntad y que compres esos productos. Las industrias del sabor, de aroma, de colorantes, son gigantes armados para decorar el producto para que parezca algo que no es. Uno cree que los aditivos est¨¢n ah¨ª para un beneficio, pero la mayor¨ªa est¨¢n para un enga?o sensorial; para que vos, con los sentidos entrenados a base de aromas y colores determinados, despu¨¦s solamente puedas satisfacer tu deseo con ellos¡±, advirti¨® en una entrevista con EL PA?S la periodista Soledad Barruti al publicar Mala leche, el libro en el que detalla c¨®mo los alimentos ultraprocesados provocan en los ni?os ¡°enfermedades de ancianos, como diabetes tipo 2, h¨ªgado graso y enfermedades metab¨®licas¡±.

¡°Nuestras elecciones de compra est¨¢n muy determinadas por el color, la elecci¨®n en la g¨®ndola, la publicidad previa¡­ y hay evidencia de que el etiquetado frontal de advertencia puede contrarrestar en parte esos mecanismos neurol¨®gicos casi autom¨¢ticos de compra¡±, sostiene Zingman. Prohibir que los productos con oct¨®gonos negros puedan ser publicitados y ofrecidos en entornos escolares es un primer paso, agrega. En paralelo hacen falta tambi¨¦n pol¨ªticas p¨²blicas para recuperar buenos h¨¢bitos alimentarios.

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