El Hospital San Juan de Alicante practica la segunda eutanasia de la que se tiene constancia en Espa?a
La solicitante era una mujer sexagenaria que padec¨ªa esclerosis m¨²ltiple desde hace m¨¢s de 20 a?os
La ley de eutanasia que se aprob¨® en marzo y entr¨® en vigor en junio ha permitido a una mujer ingresada en el Hospital San Juan de Alicante conseguir su ¡°deseo de desaparecer¡±. Su caso es el segundo que se conoce en Espa?a despu¨¦s del de una mujer de 86 a?os en el Pa¨ªs Vasco. Se sabe que la mujer ten¨ªa m¨¢s de 60 a?os y que hab¨ªa llegado a una fase muy avanzada en la esclerosis m¨²ltiple que padec¨ªa desde hac¨ªa m¨¢s de dos d¨¦cadas. La fecha de la muerte asistida no ha trascendido.
La solicitante, viuda y sin familia, se encontraba en condiciones de alta dependencia, lo que la oblig¨® a vivir los ¨²ltimos meses en una residencia. Ingres¨® en el hospital el 9 de agosto. ¡°Su caso es muy parecido al de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco, con la diferencia de que estaba sola, ya no ten¨ªa a su marido¡±, relata Marisa Velasco, vicepresidenta de la Asociaci¨®n de Derecho a Morir Dignamente (DMD) en la Comunidad.
La primera mujer valenciana a la que se le ha practicado la eutanasia llevaba mucho tiempo expresando su deseo de morir, dado el proceso degenerativo que sufr¨ªa desde hac¨ªa dos d¨¦cadas. A pesar de que su capacidad mental se mantuvo intacta hasta el final, no contaba con apoyo familiar. En su lugar, la fallecida acudi¨® a la asociaci¨®n DMD para encontrar asesoramiento y protecci¨®n. ¡°Lo hicimos sin condicionar su voluntad y respetando cualquier deseo de volver atr¨¢s en su decisi¨®n. Nuestro objetivo es que, si existe la ley, si la persona lo desea y cumple los requisitos, se pueda cumplir su voluntad¡±, recalca la representante de la asociaci¨®n.
Desde la entrada en vigor de la Ley de la Eutanasia el 25 de junio, solo se ha tenido noticia de un caso de muerte asistida en Espa?a, el de la eutanasia a una mujer de 86 a?os en el Pa¨ªs Vasco. En el caso de la primera valenciana en recibir la eutanasia, la situaci¨®n de pandemia hab¨ªa complicado su situaci¨®n personal. ¡°Se sent¨ªa sola, aunque estaba en un centro residencial. No lo ten¨ªa f¨¢cil, solo pod¨ªa contactar con ella telef¨®nicamente¡±, explica Velasco, doctora en enfermer¨ªa y profesora durante 17 a?os de cuidados paliativos en la Universidad de Alicante, con experiencia en la atenci¨®n a pacientes oncol¨®gicos. ¡°Cuando conoces de cerca el sufrimiento de las personas, te das cuenta de que hay vidas que no merecen ser vividas, pero siempre que la propia persona lo sienta as¨ª. El sufrimiento es muy duro de ver¡±, confiesa esta sanitaria.
¡°Voy a conseguir mi deseo de desaparecer¡±
La portavoz de DMD mantuvo comunicaci¨®n diaria con la fallecida desde finales de marzo, cuando la ley se public¨® en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. ¡°Tuvimos muchas conversaciones. Fui a verla a la residencia la primera vez que la abrieron tras las restricciones. Estuvimos dos horas hablando de su situaci¨®n personal. Hasta tuvo humor de hacer un chascarrillo preguntando por qu¨¦ ten¨ªa que vacunarse si lo que quer¨ªa era morirse¡±, describe Velasco.
El ¨²ltimo mensaje que envi¨® la fallecida, ya ingresada en el hospital, expresaba el agradecimiento al asesoramiento de la asociaci¨®n: ¡°Marisa, muchas gracias. Te lo debo, me has apoyado mucho. Ma?ana, por fin, voy a morir y voy a conseguir mi deseo de desaparecer¡±.
A pesar del seguimiento diario del proceso, la portavoz de la asociaci¨®n a favor de la muerte digna no hab¨ªa recibido noticia de la eutanasia hasta el contacto de este diario. ¡°Nadie me lo ha comunicado, he dado por sentado que se hab¨ªa producido¡±, reconoce Velasco, que manten¨ªa comunicaci¨®n con la mujer todos los d¨ªas hasta su ingreso hospitalario.
¡°Ella necesitaba descargar su ansiedad. Mi impresi¨®n es que nunca se hab¨ªa visto tan ansiosa con la expectativa de la eutanasia hasta la muerte de marido, que era su cuidador¡±, valora esta sanitaria, al recordar lo ¡°demasiado largos¡± que se le hac¨ªan los plazos a la fallecida. ¡°Lo pasaba mal fundamentalmente por su estado de soledad. Se quejaba de que hab¨ªa venido el m¨¦dico de referencia para explicarle los cuidados paliativos, y yo la calmaba dici¨¦ndole que formaba parte del protocolo. Pero estaba muy concienciada de su situaci¨®n, sent¨ªa que su vida no era digna ni deseable. Cualquier otra informaci¨®n que la condujera a convencerla de lo contrario le daba siempre aversi¨®n¡±, explica la portavoz de DMD.
Un final ¨¢gil pese a las trabas
La solicitante tuvo que esperar hasta que se constituyera la Comisi¨®n de Garant¨ªa, figura auton¨®mica de apoyo al desarrollo de la ley que se form¨® despu¨¦s de entrar en vigor la norma. Al morir el marido, la solicitante, que qued¨® bajo la tutela de un tutor legal para los asuntos administrativos derivados de su enfermedad, ingres¨® en una residencia. La fallecida ten¨ªa un testamento vital solicitando expresamente su voluntad de querer recibir la eutanasia. ¡°Se mantuvo coherente hasta el final. No ha necesitado hacer uso del testamento porque se mantuvo consciente y capaz, pero ten¨ªa mucha necesidad de dejarlo todo perfectamente escrito. Hab¨ªa hecho un testamento hac¨ªa muchos a?os, pero le aconsej¨¦ que lo hiciera de nuevo solicitando la eutanasia. De alguna manera, ha facilitado las cosas¡±, explica Velasco.
Adem¨¢s del sufrimiento de la soledad, la fallecida, exfuncionaria, hab¨ªa dejado su seguro privado, por lo que se encontraba en un estado de desasistencia sanitaria. ¡°El neur¨®logo del seguro se hab¨ªa jubilado, lo que le complic¨® un poco las cosas¡±, se?ala Velasco. Aunque el caso de la alicantina se ha desarrollado ¡°con mucha agilidad¡±, seg¨²n la representante de DMD, la solicitante vivi¨® muchas trabas. Pese a que el centro residencial proporcionaba un sanitario para asistir a los residentes, la mujer no ten¨ªa un m¨¦dico y un centro de referencia como exige la normativa. ¡°Adem¨¢s, tambi¨¦n hubo una cierta interferencia de la residencia, que en un principio fue reticente¡± al ofrecer alternativas de cuidados frente a la eutanasia, explica la sanitaria.
Tras recopilar los datos y los documentos necesarios, el abogado de la solicitante tramit¨® el proceso en la Consejer¨ªa de Sanidad, cuyos resultados permitieron facilitar un m¨¦dico y un hospital para hacer realidad la muerte asistida. ¡°Este era un caso bien complejo, aunque cumpl¨ªa todos los requisitos, pero se ha podido resolver ¨¢gilmente. Pens¨¦ que se alargar¨ªa hasta septiembre. Gracias a la Consejer¨ªa y la Comisi¨®n de Garant¨ªa el proceso ha sido bastante r¨¢pido¡±, manifiesta Velasco.
Tras la primera pr¨¢ctica de eutanasia en el ¨¢mbito valenciano, la asociaci¨®n DMD cree que se producir¨¢n m¨¢s casos y confirma que existen otras solicitudes en marcha. Fuentes del Ministerio de Sanidad consultadas por este diario se?alan que el recuento de los casos practicados est¨¢ en manos de las comunidades aut¨®nomas. ¡°Junto con Euskadi, creemos que somos los primeros, pero no lo sabemos con seguridad porque los datos son privados. Solo se hacen p¨²blicos los casos gracias las familias que quieren dar visibilidad a un asunto como cualquier otro problema de la vida de las personas¡±, se?ala Mar¨ªa Jos¨¦ Alemany, presidenta de la asociaci¨®n en Valencia.
A pesar de la agilidad en el proceso de la eutanasia a la mujer alicantina, Alemany lamenta ¡°la lentitud¡± de la Consejer¨ªa de Sanidad en formar a los profesionales sanitarios. ¡°No se ha dado hasta ahora ning¨²n tipo de formaci¨®n a los sanitarios para abordar estas situaciones. Sabemos que personas con una situaci¨®n susceptible de solicitar la eutanasia encuentran m¨¦dicos que se declaran objetores o dan informaci¨®n confusa alegando que no saben d¨®nde entregar los documentos, aunque la ley dice que si un profesional es objetor, debe derivar a los solicitantes a otro compa?ero para que el caso prosiga, pero no se est¨¢ dando. En el Pa¨ªs Vasco, donde todo se ha puesto en marcha con rapidez, el portal web ofrece informaci¨®n completa. En nuestro caso hay serios d¨¦ficits. Depende de la voluntad pol¨ªtica y del compromiso de llevarlo adelante¡±, sostiene la portavoz de la asociaci¨®n en Valencia.
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