El quechua renace en Per¨²
Los ¡®millennials¡¯ son los principales promotores de la lengua, que con el nuevo Gobierno peruano se ha empezado a escuchar en el Congreso
Pilar Revolledo tiene 30 a?os y es m¨¦dica residente en un hospital p¨²blico en un distrito empobrecido de Lima. Un fin de semana de turno una paciente quechuahablante de 86 a?os a la que deb¨ªa operar no entend¨ªa t¨¦rminos como amputaci¨®n, anestesia, v¨ªa endovenosa. No se calmaba cuando las enfermeras le dec¨ªan ¡°manan, manan¡± (¡°no, no¡±, en quechua). ¡°Ama manchacunckichu¡± (¡°no tengas miedo¡±) le pidi¨® entonces la cirujana, y la mujer respondi¨® ¡°a?ay, mamay¡± (¡°gracias, mamita¡±).
Revolledo es parte de la generaci¨®n de millennials que para el ling¨¹ista Carlos Molina Vital ¡°son el motor de un renacimiento del quechua en Per¨²: las generaciones de hijos o nietos de migrantes que han vivido con mayor estabilidad econ¨®mica o pol¨ªtica que sus antecesores y han podido reflexionar sobre sus or¨ªgenes¡±. ¡±Aprend¨ª quechua con las enfermeras de mi Serums¡±, dice la cirujana sobre el servicio rural obligatorio que deben cumplir los m¨¦dicos que aspiran a trabajar en un hospital estatal- que realiz¨® en la comunidad de San Antonio de Chuca en Caylloma, en Arequipa.
Revolledo cuenta que tambi¨¦n llev¨® un curso de quechua cuando estudiaba la carrera de medicina en la Universidad Nacional San Agust¨ªn de Arequipa. ¡°Antes de la coyuntura actual, he considerado siempre que es necesario abrazar nuestras ra¨ªces y lo que somos¡±, a?ade. La m¨¦dica alude al debate sobre el uso del quechua en el Congreso. En su primera comparecencia en el hemiciclo, el primer ministro, Guido Bellido, hizo un saludo en quechua de dos minutos mientras algunos parlamentarios lo interrump¨ªan a gritos. La presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, lo conmin¨® a hablar en espa?ol porque no le estaban entendiendo. Bellido respondi¨® en su lengua materna que, seg¨²n el art¨ªculo 48 de la Constituci¨®n, el espa?ol y el quechua son lenguas oficiales en Per¨². El primer ministro creci¨® como campesino en el distrito de Livitaca, en Cusco, y su madre no habla espa?ol.
El viernes pasado en el Congreso, antes de la votaci¨®n de investidura del Gabinete, Bellido aclar¨® que no us¨® su lengua materna ¡°con el prop¨®sito de hacer renegar a nadie, sino para integrar a todos los habitantes del Per¨², sobre todo a los llamados pueblos originarios¡±. Explic¨® que quiso usar la lengua que su madre le ense?¨® en su infancia ¡°en homenaje a muchos peruanos que han muerto sin entender una palabra de lo que se dec¨ªa aqu¨ª¡±. Sin embargo, congresistas de oposici¨®n, l¨ªderes de opini¨®n y personajes de la far¨¢ndula cuestionan al primer ministro por usar el quechua como una forma de ¡°provocaci¨®n¡± y de ¡°divisi¨®n entre los peruanos¡±. La periodista y escritora Sonaly Tuesta -quien hace un par de d¨¦cadas recorre el pa¨ªs documentando las costumbres y rituales fuera de la capital- destaca que casi cuatro millones de personas (14% de la poblaci¨®n) hablan quechua en Per¨².
¡°Estamos en otro escenario: no solo el Congreso, sino los medios de comunicaci¨®n deber¨ªan estar preparados cada vez que una persona habla en quechua; una int¨¦rprete se convierte en representante de las personas que est¨¢n escuchando, y no es una ofensa (usar el idioma)¡±, comenta Tuesta. Pero no ha sido solo el primer ministro, la documentalista destaca que ¡°hay un buen grupo de j¨®venes que tienen mayor conciencia¡±, como Solischa, una campesina y antrop¨®loga que se inspir¨® en un joven m¨²sico difusor del quechua en las redes -fallecido en 2018- para promover su cultura y su lengua materna en Facebook, Twitter y YouTube.
Lenguas y derechos
El ling¨¹ista Carlos Molina Vital explica que el quechua es una familia o conjunto de lenguas relacionadas entre s¨ª por origen hist¨®rico, como en el ¨¢rabe o chino. ¡°En algunos casos algunas variedades de esas familias no se pueden entender entre s¨ª: por ejemplo las que se hablan en Jun¨ªn no se entienden con los del quechua de las regiones Puno o Cusco, pero estas se entienden perfectamente con un hablante de quechua boliviano¡±, se?ala el instructor de esta lengua en la Universidad de Illinois y cofundador de la Iniciativa de Innovaci¨®n y Ense?anza del Quechua (QINTI, por la sigla en ingl¨¦s).
Para Molina el fin del r¨¦gimen de hacienda con la reforma agraria, en 1969, marc¨® el momento en que los campesinos quechuahablantes se vieron libres, y desde entonces migraron a las ciudades. ¡°Pero no transmitieron el quechua a sus hijos ni a sus nietos. Luego -desde 1980- much¨ªsima poblaci¨®n quechuahablante se desplaz¨® de Ayacucho y Huancavelica debido al conflicto armado interno y eso reforz¨® que no se usara el idioma abiertamente en sus casas¡±.
¡±La generaci¨®n de millennials mantiene la presencia del quechua en los ¨²ltimos 15 a?os, empezando con la actriz Magaly Solier, y los cantantes Renata Flores y Liberato Kani. Esa es la poblaci¨®n joven que lo est¨¢ moviendo en ambientes urbanos, quienes han crecido entre los dos mundos, los hablantes j¨®venes que aprendieron el quechua como una segunda lengua porque vivieron con sus abuelos o con sus padres¡±, describe el profesor universitario. Molina calcula que esta lengua originaria tiene unos 5.000 a?os de antig¨¹edad.
El ling¨¹ista Luis Andrade Ciudad remarca que el quechua, como las 47 lenguas originarias en Per¨², ha sido relegado tradicionalmente a la comunicaci¨®n cotidiana, ¨ªntima y familiar y excluido de los espacios p¨²blicos, pero ello podr¨ªa cambiar. ¡±Imaginamos una relaci¨®n fija entre los idiomas y sus ¨¢mbitos de uso habitual: por eso genera desconcierto escuchar el quechua en la apertura de un discurso en el Congreso. Sin embargo, hemos sido testigos de iniciativas similares; por ejemplo, la accidentada juramentaci¨®n de la congresista Mar¨ªa Sumire ante una desconcertada mesa directiva del Congreso en el a?o 2006 (que rechaz¨® la juramentaci¨®n en quechua). Este tipo de impases podr¨ªan evitarse con sistemas de traducci¨®n-interpretaci¨®n. Hay un proyecto al respecto presentado recientemente en el actual Congreso y ser¨ªa muy provechoso para construir un aparato estatal sensible al car¨¢cter intercultural del pa¨ªs¡±, analiza el profesor de la Universidad Cat¨®lica del Per¨².
Andrade anota que aunque el censo no registra la cantidad de peruanos biling¨¹es en quechua y espa?ol, se asume que la gran mayor¨ªa lo son, aunque el biling¨¹ismo engloba un manejo del espa?ol que va desde el m¨¢s rudimentario hasta el m¨¢s fluido.
¡°Los quechuahablantes que se ubican m¨¢s cerca del primer polo podr¨ªan interactuar mucho mejor con el Estado como interlocutor si este se comunicara en quechua. Y m¨¢s all¨¢ de las ventajas de intercomprensi¨®n, el ser atendido por el Estado en la lengua originaria constituye un derecho, reconocido tanto por la Constituci¨®n como por las normas asociadas a las lenguas originarias, que cautelan los derechos ling¨¹¨ªsticos de sus hablantes¡±, sostiene el especialista en ling¨¹¨ªstica andina y socioling¨¹istica.
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