Cuentos al rescate de lenguas que mueren
El proyecto ¡¯68 voces¡¯ quiere fomentar a trav¨¦s de los cuentos el orgullo, respeto y uso de las lenguas ind¨ªgenas mexicanas, algunas de ellas en peligro de desaparecer
¡°Cuando muere una lengua
todo lo que hay en el mundo,
mares y r¨ªos,
animales y plantas,
ni se piensan, ni pronuncian
con atisbos y sonidos
que no existen ya.
Cuando muere una lengua
entonces se cierra
a todos los pueblos del mundo
una ventana, una puerta,
un asomarse
de modo distinto
a cuanto es ser y vida en la tierra¡±
(extracto del poema de Miguel Le¨®n-Portilla)
Cuando su abuelo, maya originario de Maxcan¨² (Yucat¨¢n), falleci¨® hace unos a?os, Gabriela Badillo se dio cuenta que con ¨¦l se desvanec¨ªa tambi¨¦n una forma de entender y ver el mundo, unos saberes ancestrales, tradiciones, costumbres y una lengua que en la actualidad pronuncian unos 750.000 mexicanos.
M¨¦xico es uno de los pa¨ªses con mayor diversidad ling¨¹¨ªstica del mundo. Un gran tesoro inmaterial formado por 11 familias ling¨¹¨ªsticas de las que derivan 68 lenguas y m¨¢s de 360 variantes. Las m¨¢s habladas del pa¨ªs son el n¨¢huatl, maya, tseltal o el mixteco, aunque otras no corren tanta suerte. En 2015, m¨¢s de siete millones de personas, el 6.5% de la poblacio?n, hablaba alguna lengua indi?gena, aunque la perdida constante de practicantes provoca que m¨¢s de la mitad est¨¦n en peligro de desaparecer.
Y as¨ª renacieron estos relatos, la mayor¨ªa propios de las tradiciones orales de las comunidades, para ser transformados en peque?as piezas visuales sobre el origen de las cosas, de la tierra, del ser humano, de los animales o de tradiciones ancestrales de los pueblos ind¨ªgenas a los que pertenecen. El origen del arco¨ªris, un cuento en lengua mazateco del norte, en Oaxaca o El viento, basado en un relato zoque-ayapaneco, una lengua de la comunidad de Ayapa en Tabasco que se encuentra en muy alto riesgo de desaparici¨®n, con menos de veinte hablantes. La lista sigue con otros 20 relatos que ya est¨¢n disponibles, aunque el objetivo es llegar a tener 68, uno por cada lengua ind¨ªgena mexicana.
En 2015, el 6.5% de la poblacio?n mexicana hablaba alguna lengua indi?gena, aunque existe una perdida constante de hablantes y la mitad de las 68 que existen est¨¢n en peligro de desaparecer
Los primeros cuentos nacieron de obras de autores como Andr¨¦s Henestrosa o Hermenegildo L¨®pez y de la investigaci¨®n personal de Badillo, aunque despu¨¦s han sido las mismas comunidades las que han ido decidiendo que historia quer¨ªan contar y a qu¨¦ relato quer¨ªan ponerle voz e imagen. ¡°Queremos que sean una herramienta que sirva a las comunidades, que no se quede como algo est¨¢tico. Hemos visto que realmente quienes pueden marcar la diferencia son los j¨®venes y nos dirigimos a ellos¡±, explica la dise?adora mexicana.
J¨®venes como Daniel D¨ªaz, profesor de matlazinca que vive en la comunidad de San Francisco de Ostotilpa, en el Estado de M¨¦xico. Con su iniciativa logr¨® que se realizara un cuento sobre la tradici¨®n del d¨ªa de San Pedro y San Juan. Quer¨ªa rescatar una antigua tradici¨®n que se llevaba a cabo todos los 26 de junio, donde todos los vecinos sal¨ªan a cantar al bosque y a las luci¨¦rnagas, para que hubiera una cosecha m¨¢s abundante y que desapareci¨® con la llegada de la luz el¨¦ctrica al pueblo hace dos d¨¦cadas. Gracias al cuento y al trabajo de Daniel en su comunidad, hace dos a?os que la tradici¨®n ha vuelto a celebrarse. Un detonante del cambio para revivir tradiciones y volver a pronunciar palabras y canciones que hab¨ªan quedado olvidadas.
¡°Hemos visto en que en muchas comunidades los abuelos hablan la lengua pero no la escriben, los pap¨¢s la entienden pero ya casi no la hablan y los ni?os ya nada. Con los cuentos queremos romper esa barrera intermedia donde no est¨¢ llegando la lengua¡±, dice Badillo.
Gabriela recuerda que su abuelo emigr¨® junto a su familia desde muy peque?o a Ciudad de M¨¦xico donde no perme¨® ni la lengua ni la cultura ind¨ªgena hacia sus hijos ni hacia sus nietos. Una historia que, por desgracia, se repite en multitud de ocasiones. ¡°La mayor¨ªa de mexicanos tenemos alg¨²n ascendiente en alguna comunidad. Pero, cuando estuve en Yucat¨¢n fui consciente de la discriminaci¨®n que muchos sabemos que existe. En muchas comunidades ve¨ªa como los ni?os no hablaban maya, como las mam¨¢s les dec¨ªan que no lo hicieran para que no les sucediera lo que les hab¨ªa pasado a ellas¡±, sigue relatando.
Estereotipos discriminatorios hacia las comunidades indi?genas y falta de oportunidades de desarrollo para el que no habla espan?ol. Seg¨²n la Comisi¨®n Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Ind¨ªgenas, estos dos factores influyen en el reemplazo etnoling¨¹¨ªstico, es decir, en la decisio?n por parte de la comunidad de no ensen?ar su lengua a las nuevas generaciones. Pero, en 2003 la Ley General de Derechos Lingu?i?sticos de los Pueblos Indi?genas declar¨® que las lenguas indi?genas y el espan?ol son? nacionales por su origen histo?rico, y tienen la misma validez, por lo que deben ser reconocidas, protegidas y promovidas.
¡°Queremos que estos cuentos sean una herramienta de cambio para revitalizar la lengua desde la punta del iceberg que engloba la tradici¨®n y la cultura. Que sea un detonante del orgullo de ser parte de esta comunidad y que a partir de ah¨ª se generen nuevas cosas¡±, concluye Badillo con la esperanza de contribuir con un granito de arena a disminuir la discriminaci¨®n y hacer ver la gran riqueza que existe en la diversidad.
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