El barco de los delfines ahora busca las mejores vistas del volc¨¢n de La Palma
El buque ¡®Fancy II¡¯ se dedicaba a recorrer la costa de la isla en busca de cet¨¢ceos. Ahora la principal protagonista de su ruta es la erupci¨®n. ¡°Es lo que quieren ver los turistas¡±, dice el patr¨®n
Paco ?ngel (64 a?os) es uno de los pasajeros del barco Fancy II en su primer recorrido del martes por la tarde por la costa de La Palma. La embarcaci¨®n parte del puerto de Tazacorte y est¨¢ especializada en el avistamiento de cet¨¢ceos, como delfines, calderones, rorcuales o cachalotes, pero no es eso lo que ha tra¨ªdo a ?ngel al mar. ¡°Vengo a ver el volc¨¢n. Siempre hab¨ªa querido presenciar uno, incluso mir¨¦ para viajar a Haw¨¢i, pero es un past¨®n. Me cost¨® convencer a mi mujer de que vini¨¦semos a La Palma¡±. Ella es Paquita Moreno (65 a?os): ¡°Es impresionante, s¨ª, pero el da?o que est¨¢ haciendo es dif¨ªcil de entender hasta que no est¨¢s aqu¨ª. Estamos alojados en un hotel que acoge a damnificados. No lo sab¨ªamos, nos sorprendi¨® que la gente se saludase como si fueran vecinos. Y es que eran vecinos que han perdido todo. Una mujer me cont¨® su historia y me ech¨¦ a llorar. Ella, que se hab¨ªa quedado sin nada, me consolaba a m¨ª¡±. Estos dos jubilados, procedentes de Barcelona, forman parte del pasaje de 50 tripulantes a bordo del barco que busca las mejores vistas del volc¨¢n.
¡°Se ve mucho mejor que en el mirador¡±, dice Eliseo Morales, madrile?o de 62 a?os, mientras saca fotos del r¨ªo de lava. Es de noche, en torno a las 19.00, y el magma cae sobre el Atl¨¢ntico creando una gran fumarola. Detr¨¢s de la cascada de fuego que desemboca en el mar se observa la colada, que ti?e el cielo de rojo. Los pasajeros buscan la mejor imagen desde distintos puntos del barco. ¡°Es que no se ve tan impresionante en la foto como realmente es¡±, dice una turista mirando a su m¨®vil. A su lado hay un grupo de mujeres haciendo videollamadas con familiares: ¡°Mam¨¢, dale la vuelta, que quiero ver el volc¨¢n, no a ti¡±, dicen al otro lado del tel¨¦fono. Es un martes laborable, pero no quedan plazas libres. Cada pasajero ha pagado 50 euros.
Sonia V¨¢zquez (24 a?os) est¨¢ de pie en la proa [parte frontal] y varias personas le piden que les haga fotos. ¡°Desde fuera, por mucho que lo escuches en las noticias, no entiendes el paisaje que te vas a encontrar. Es desconcertante¡±, dice. Su pareja, Diego Zaragoza (27 a?os), agarra sus hombros cuando el barco pega un bote. ¡°Anoche vimos el volc¨¢n desde el mirador de Tajuya [el principal punto de observaci¨®n] y me dej¨® en shock. Entonces ves lo que ha supuesto para esta gente¡±. Viv¨ªan en Madrid, pero se han mudado a Tenerife, donde V¨¢zquez ha encontrado trabajo como fisioterapeuta y Zaragoza puede teletrabajar como ingeniero, en busca de ¡°un cambio de aires¡±. ¡°Venir de turismo, subir a un barco como este, es una manera de dejar dinero en la isla. No les estamos haciendo un favor, no compensa, pero no venir tampoco es una manera de ayudarles¡±, finaliza V¨¢zquez.
Ese tambi¨¦n es el planteamiento que desde hace semanas mantienen las instituciones p¨²blicas palmeras y los empresarios dedicados al turismo. ¡°La econom¨ªa de la isla tiene que seguir funcionando¡±, dice Alfredo Capote, director de promoci¨®n de la patronal tur¨ªstica de La Palma. ¡°Venir a ver un volc¨¢n es una oportunidad ¨²nica, m¨¢s all¨¢ de la tragedia que supone¡±, a?ade Capote. Sin embargo, los turistas volc¨¢nicos no contrarrestan, ni de cerca, el da?o que la erupci¨®n est¨¢ haciendo al sector: ¡°Estamos en un 45% de ocupaci¨®n hotelera, cuando estas fechas lo normal es llegar a un 90%. Este mes siempre ha sido temporada alta, cuando solemos acoger much¨ªsimos turistas n¨®rdicos, alemanes, belgas u holandeses. Este a?o no han venido¡±. Estos turistas dejan m¨¢s dinero en la isla y acuden para periodos m¨¢s largos: ¡°Es habitual que los que vienen a ver el volc¨¢n se queden solo un fin de semana. Entre semana las cifras son baj¨ªsimas¡±.
Nieves Hern¨¢ndez tambi¨¦n echa de menos a esos turistas. Son los que m¨¢s trabajo daban a su empresa, N¨¢utica Tazacorte, que se dedica al mantenimiento de embarcaciones. ¡°Ahora apenas salen pescadores y no hay turistas con sus barcos. Ahora, como mucho, atendemos a la Guardia Civil. Este mes era muy bueno para nosotros, pero tengo a cinco de nuestros seis trabajadores en ERTE¡±, explica, rodeada de piezas y utensilios para barcos. En busca de algo de actividad, ha reconvertido una parte del negocio: ¡°Antes alquil¨¢bamos nuestros botes a turistas con licencia para navegar, pero ahora desarrollamos rutas mar¨ªtimas para avistar el volc¨¢n¡±.
N¨¢utica Tazacorte contrata patrones para que lleven a peque?os grupos de unas siete personas: ¡°Todos los que llevan nuestros botes son damnificados por la erupci¨®n. Uno tiene la colada a 20 metros de su casa, otro es un pescador que no puede salir, otro perdi¨® todo bajo la lava...¡±. Asegura que el volc¨¢n se ve ¡°muy bonito¡± desde el mar, pero las pocas veces que ha hecho el recorrido ni lo mira. ¡°De algo tenemos que vivir. Contra el volc¨¢n no podemos pelear¡±. Otras embarcaciones del puerto de Tazacorte que no estaban especializadas en este tipo de rutas tambi¨¦n se han reconvertido. Algunas, asegura, incluso lo hacen sin licencia, ofreciendo sus servicios a los turistas que se encuentran en el puerto.
El capit¨¢n del Fancy II, el barco con mayor capacidad que se coloca frente a la erupci¨®n, lleg¨® a la misma conclusi¨®n que Hern¨¢ndez hace una semana. ¡°Hasta entonces hemos estado de luto. Tenemos un dolor fort¨ªsimo. Una de mis trabajadoras ha perdido su casa, se ha tatuado las coordenadas en las que estaba, otros dos est¨¢n evacuados, y ellos son los primeros que me han dicho que ten¨ªamos que volver a navegar¡±, cuenta Jos¨¦ Ram¨®n Roca, patr¨®n del barco y responsable de la empresa. Retom¨® la actividad esquivando el cr¨¢ter, en un viaje por el norte en busca de cet¨¢ceos, pero ¡°la gente te pide verlo¡±. ¡°Les gustan las cuevas de la costa, los por¨ªs [muelles tradicionales a pie de acantilados], pero no paran de preguntarte por el volc¨¢n¡±.
Desde el jueves pasado, Roca realiza dos recorridos volc¨¢nicos: uno que empieza a las 17.00 e incluye un paseo por otros atractivos de la costa antes de colocarse cerca de la colada y otro que arranca a las 20.00, solo centrado en la lava. La demanda es alt¨ªsima: ¡°Parte de los beneficios se destina a los afectados¡±, explica. No disfruta especialmente de estos nuevos itinerarios, pero ¡°hay que seguir adelante¡±, dice. ¡°Tenemos que ganarnos la vida¡±.
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