La disparidad de criterios entre los tribunales superiores complica la extensi¨®n del certificado covid
11 comunidades quieren ampliar el uso del documento para asistir a lugares p¨²blicos, una medida que los epidemi¨®logos ven poco ¨²til para frenar los contagios
De avalar la exigencia del certificado covid para entrar en discotecas, como han hecho los Tribunales Superiores de Justicia de Catalu?a y Baleares, a tumbar la misma medida en karaokes porque atenta contra dos derechos fundamentales ¡ªla libertad de expresi¨®n y la creaci¨®n art¨ªstica¡ª, como ha hecho el del Pa¨ªs Vasco. De fiscalizar cada medida aprobada por las comunidades, como han hecho la mayor¨ªa, a dudar de que este papel sea constitucional, como acaba de hacer el de Arag¨®n.
En un momento en el que las comunidades empiezan a jugar las primeras cartas frente al incremento de la incidencia que vive Espa?a ¡ªque ha pasado de 46 casos por 100.000 habitantes a 14 d¨ªas el 25 de octubre a 139 este martes¡ª, la disparidad de criterios en los tribunales empieza a perfilarse otra vez como un obst¨¢culo m¨¢s para las comunidades en su gesti¨®n de la pandemia. Ya ocurri¨® tras el fin del estado de alarma y ahora vuelve a pasar lo mismo con el certificado covid.
Este documento digital sirve para confirmar que el portador ha completado la pauta vacunal, ha pasado la enfermedad en los ¨²ltimos seis meses o ha dado negativo en una prueba PCR en las 72 horas anteriores (48 horas en el caso de un test de ant¨ªgenos). Hasta ahora, el papel que ten¨ªa en la lucha contra el virus era muy residual. Adem¨¢s de solicitarse en frontera para entrar en Espa?a, solo Catalu?a, Baleares y Galicia lo ped¨ªan para entrar en discotecas. La Generalitat, adem¨¢s, lo exig¨ªa para eventos donde hubiera baile, como bodas y bautizos, mientras la Xunta hac¨ªa lo mismo para acceder a hospitales y albergues de peregrinos. En todos los casos, estas exigencias hab¨ªan contado con el aval judicial.
Ha sido en el momento en que m¨¢s comunidades han querido aplicar medidas similares cuando han vuelto a aflorar las diferencias entre tribunales. El caso m¨¢s llamativo ha sido el del Pa¨ªs Vasco, que con casi 300 casos por 100.000 habitantes es la segunda autonom¨ªa que peores datos registra en este indicador tras Navarra. El Gobierno de I?igo Urkullu quer¨ªa implantar el certificado en restaurantes con capacidad para m¨¢s de 50 comensales, en discotecas, salas de baile y fiesta con espect¨¢culo, bares musicales y karaokes, pero se ha topado con la oposici¨®n de los jueces, que lo consideran desproporcionado. El Gobierno vasco ha renunciado a recurrir ante el Tribunal Supremo.
El Gobierno de Arag¨®n quer¨ªa introducir el certificado en el ocio nocturno, en bodas y celebraciones similares, as¨ª como en cualquier evento que reuniera a 500 personas bajo techo y a 1.000 en el exterior, entre otros. En este caso la respuesta del Tribunal Superior de la comunidad ha sido pedir ¡°alegaciones a las partes por la posible inconstitucionalidad¡± del art¨ªculo 10.8 de la Ley de la Jurisdicci¨®n Contencioso-administrativa que prev¨¦ este tipo de tutela judicial a las decisiones de los Gobiernos.
Esto, seg¨²n el tribunal, va m¨¢s all¨¢ de las funciones que la Constituci¨®n prev¨¦ para los tribunales de lo contencioso al ¡°proponer en estos casos una soluci¨®n de cogobierno¡±. Pese a ello, los jueces rechazan ¡°generar una situaci¨®n de bloqueo¡± y destacan que el Gobierno de Arag¨®n no queda ¡°impedido de adoptar las medidas que estime oportunas para cumplir con su tambi¨¦n funci¨®n constitucional¡±. Un portavoz de esta comunidad, sin embargo, afirma que tras la respuesta recibida ¡°est¨¢ en estudio el siguiente paso a dar¡±.
Catalu?a ha sido la ¨²ltima comunidad en anunciar nuevas medidas relacionadas con el certificado, al avanzar este martes que pretende extender su uso a bares, restaurantes, gimnasios y residencias. La Generalitat ha informado de que, antes de dar el paso, pedir¨¢ el aval del Tribunal Superior de esta comunidad.
En una situaci¨®n similar est¨¢n Andaluc¨ªa, Canarias, Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra y La Rioja, que han avanzado con m¨¢s o menos detalles las medidas que desean adoptar estos d¨ªas, aunque en todos los casos estas quedan condicionadas a recibir o no luz verde por parte de los jueces. La consejera de Sanidad de Castilla y Le¨®n, Ver¨®nica Casado, tambi¨¦n ha admitido que contempla solicitar el certificado ¡°temporalmente¡± en los espacios cerrados de los municipios con mayor incidencia, pero por ahora no ha avanzado m¨¢s detalles. Canarias, por su parte, volver¨¢ a pedir el certificado a los viajeros que lleguen desde la Pen¨ªnsula a partir del 1 de diciembre.
Murcia, en cambio, s¨ª ha logrado el aval de los jueces para introducir el certificado en la hosteler¨ªa y ocio nocturno, aunque en este caso con un enfoque algo distinto. Aquellos locales que quieran trabajar con el 100% del aforo, podr¨¢n hacerlo solo si piden el documento digital, mientras aquellos que no lo hagan solo podr¨¢n hacerlo al 75% en interiores (50% en municipios con riesgo alto o muy alto). El presidente de esta comunidad, Fernando L¨®pez Miras, ha criticado que ¡°sin un m¨ªnimo de coordinaci¨®n¡± nacional, las medidas que puedan implantar las comunidades ser¨¢n ¡°ineficaces¡±.
Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura son las comunidades que, por otro lado, no ven necesario por ahora extender el uso del pasaporte, mientras la Comunidad de Madrid afirma que lo est¨¢ ¡°estudiando¡±.
Dudas de los expertos
La extensi¨®n del certificado es una medida en la que los epidemi¨®logos no depositan demasiadas esperanzas como barrera contra la circulaci¨®n del virus en un pa¨ªs como Espa?a, que ya cuenta con elevadas coberturas vacunales (el 89% de los mayores de 12 a?os ha completado la pauta). ¡°Es algo que resulta ¨²til para incentivar la vacunaci¨®n en pa¨ªses con coberturas m¨¢s bajas. En cambio, soy esc¨¦ptico sobre los beneficios del certificado en nuestro entorno, donde adem¨¢s hay el riesgo de que d¨¦ lugar a una falsa sensaci¨®n de seguridad. Es mucho m¨¢s importante que se cumplan bien otras medidas, como el uso de mascarillas en interiores. No tenemos que olvidar que los vacunados pueden contagiarse o contagiar en estos ambientes, aunque lo hagan en mucha menor medida que los no vacunados¡±, explica Quique Bassat, investigador ICREA en el instituto ISGlobal (Barcelona).
Es la misma idea que ya dej¨® caer hace unos d¨ªas el director del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Sim¨®n, que mostr¨® su escepticismo ante la posible aplicaci¨®n de la medida en Espa?a con la siguiente frase: ¡°Si todo el mundo est¨¢ vacunado, ?para qu¨¦ necesitas saberlo cada vez que entras a un bar?¡±.
Sobre la experiencia del certificado en otros pa¨ªses, Clara Prats, investigadora en Biolog¨ªa computacional de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC), hace semanas que vigila lo ocurrido en Dinamarca. Este pa¨ªs elimin¨® todas las restricciones a principios de septiembre, pero ante el incremento de casos impuso el certificado covid en la hosteler¨ªa y dem¨¢s espacios cerrados el pasado d¨ªa 12. ¡°Falta muy poco para que se cumplan dos semanas y entonces podremos ver si esta medida tiene en realidad alg¨²n impacto para reducir la circulaci¨®n del virus. Dinamarca nos sirve como referencia porque tiene unas coberturas vacunales casi tan elevadas como las espa?olas y los casos empezaron a subir antes, por lo que nos anticipa un poco lo que puede ocurrir aqu¨ª. Tambi¨¦n hay algunas diferencias, como que siguen sin imponer la mascarilla, pero esto no debe impedir que se note si el certificado ha tenido alg¨²n impacto¡±, explica Prats.
Con informaci¨®n de Luc¨ªa Boh¨®rquez, Bernat Coll, Pedro Gorospe, Juan Navarro, Amaia Otazu, Eva Saiz, Virginia Vadillo, Isabel Vald¨¦s, Cristina V¨¢zquez, Guillermo Vega y Sonia Vizoso.
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