La hora de vacunar a los ni?os: ¡°Hay padres que prefieren esperar, pero no s¨¦ a qu¨¦¡±
Espa?a encara esta semana la vacunaci¨®n contra la covid de los menores de entre 5 y 12 a?os. Los padres se debaten entre la protecci¨®n a corto plazo y la incertidumbre sobre eventuales efectos a la larga.
La vacunaci¨®n contra la covid llega a los ni?os. Concretamente, a los menores de entre 5 y 12 a?os, empezando el 15 de diciembre. Este es el grupo con mayor incidencia de Espa?a ¡ª547 contagios por 100.000 habitantes en 14 d¨ªas¡ª y, aunque la enfermedad suele cursar de forma leve o asintom¨¢tica la inmensa mayor¨ªa de las veces, la Comisi¨®n de Salud P¨²blica ha optado por dar luz verde a su inmunizaci¨®n para reducir los contagios en este grupo y evitar la transmisi¨®n en entornos familiares y educativos, adem¨¢s de protegerlos contra eventuales casos graves o la covid persistente. Ahora la pelota est¨¢ en el tejado de los padres, que tienen en su mano decidir si los vacunan o no.
Como en los adultos, el pinchazo es voluntario y los progenitores, lejos del consenso, empiezan a tomar partido. Unos apelan al miedo para justificarse: miedo a la infecci¨®n grave para pincharlos ¡ª184 menores de 10 a?os, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Instituto Carlos III, han sido hospitalizados desde el 14 de octubre, ocho han ingresado en la UCI y tres han fallecido¡ª; o miedo a los posibles efectos secundarios para rechazar la vacuna. Otros prefieren esperar, a ver qu¨¦ pasa y c¨®mo evoluciona la pandemia. Algunos est¨¢n deseosos de pedir cita cuanto antes y tambi¨¦n hay quien tiene dudas y a¨²n no ha tomado la decisi¨®n. Este mes llegar¨¢n 1,2 millones de vacunas, a las que se sumar¨¢n otros dos millones en enero, suficientes para dar el primer pinchazo a este grupo poblacional (3,3 millones de ni?os).
Lara Crespo (44 a?os) es vecina de Montgat (Barcelona) y tiene un cr¨ªo, Roc, de cinco a?os. Vaya por delante, cuenta, que ella se vacun¨® ¡°porque tocaba, pero no estaba convencida¡±. Y, sincera, asume que, si bien puede pecar de ignorancia, los ni?os suelen pasar la covid de forma muy leve y prefiere ¡°esperar¡±. ¡°No soy antivacunas. A mi hijo siempre le he vacunado de todo, pero es esta vacuna la que me genera dudas: el c¨®mo se ha hecho, el que no se ha tenido tiempo de saber los efectos secundarios a largo plazo¡±, relata. En los ensayos cl¨ªnicos con ni?os ¡ªse reclut¨® a m¨¢s de 2.000 menores para probar la vacuna de Pfizer¡ª, la eficacia ante la covid sintom¨¢tica era de casi el 91% y los efectos secundarios muy bajos. Despu¨¦s de vacunar en el mundo real a m¨¢s de cinco millones de peque?os, no se han detectado efectos secundarios graves.
Justo esta semana Roc est¨¢ confinado en casa porque un compa?ero suyo de clase ha dado positivo. ¡°Ante todo, tengo muchas dudas con la vacunaci¨®n. Creo que estamos tan informados, hay tantas fake news, que todo esto me ha creado una gran inseguridad¡±, apunta Crespo.
Las dudas de los padres son comprensibles, convienen los expertos consultados. Incluso la comunidad cient¨ªfica ha ido cambiando de opini¨®n a medida que aumentaba la evidencia cient¨ªfica sobre la seguridad de las vacunas, recuerda ?ngel Hern¨¢ndez Merino, portavoz para la vacunaci¨®n infantil de la Federaci¨®n de las Asociaciones Cient¨ªfico M¨¦dicas Espa?olas (FACME), una de las sociedades que asesora al Gobierno en la estrategia vacunal. ¡°Dudar es normal y comprensible. Entendemos la preocupaci¨®n de las familias por los posibles efectos adversos que podr¨ªan tener, pero se han tomado precauciones para que esos riesgos sean m¨ªnimos¡±. El m¨¦dico insiste en que, si hubiese un efecto secundario frecuente ¡°ya habr¨ªa sido detectado¡±: ¡°Adem¨¢s, la amplia experiencia en adolescentes nos ha confirmado un perfil de seguridad amplio a corto plazo¡±.
El efecto adverso encontrado en la poblaci¨®n joven y que ha generado m¨¢s controversia es la miocarditis, pero Hern¨¢ndez Merino matiza que ¡°la frecuencia es muy baja, de menos de un caso por cada 10.000 y la gran mayor¨ªa evolucionan favorablemente¡±. Coincide Fernando Moraga-Llop, pediatra y vicepresidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Vacunolog¨ªa: ¡°Las miocarditis v¨ªricas son m¨¢s frecuentes en adolescentes que en ni?os, pero, aun as¨ª, son fen¨®menos muy raros. Adem¨¢s, vamos a vacunar a los ni?os con un tercio de la dosis de los adultos y los adolescentes¡±. Moraga-Llop recuerda que esta vacuna est¨¢ avalada por un ensayo cl¨ªnico, tiene el visto bueno de dos agencias reguladoras ¡ªla Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la americana (FDA)¡ª y tambi¨¦n hay ya experiencias en otros pa¨ªses: ¡°Se han administrado m¨¢s de cinco millones de dosis en Estados Unidos y Canad¨¢ y no ha pasado nada¡±. Francia tambi¨¦n comenzar¨¢ la semana que viene con los menores de riesgo y Alemania e Italia planean comenzar en cuanto reciban las dosis.
Unai Garc¨ªa, de 48 a?os y vecino de Barcelona, se muestra contundente: va a vacunar a su hijo Ander cuando le toque. Tanto ¨¦l como su pareja y el ni?o pasaron la covid de forma leve en septiembre de 2020. ¡°Si los criterios cient¨ªficos dicen que es recomendable, no veo el problema¡±, zanja. Garc¨ªa rechaza las teor¨ªas conspiranoicas, aunque admite el debate en la calle. ¡°Hay padres que dicen que prefieren esperar, pero no s¨¦ a qu¨¦. A los ni?os de estas edades ya les hemos puesto muchas vacunas y no sab¨ªamos lo que conten¨ªan. Sab¨ªamos para qu¨¦ eran, pero no lo que llevaban¡±, insiste. En Espa?a, la cobertura vacunal infantil contra la polio, la difteria, la tos ferina y el t¨¦tanos, entre otras dolencias, supera el 97%. ¡°Todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios, pero no creo en las chorradas esas de que nos van a poner un microchip. No s¨¦ qu¨¦ inter¨¦s pueden tener en querer cargarse a la gente¡±, resuelve este padre barcelon¨¦s.
Tambi¨¦n Raquel Garc¨ªa tiene muy claro que vacunar¨¢ a su hija Alma, de cinco a?os, en cuanto le llegue el turno. No solo por proteger a la ni?a, sino tambi¨¦n por limitar al m¨¢ximo posible las v¨ªas de acceso del virus al n¨²cleo familiar. La mujer sufre una dolencia cr¨®nica y teme que los s¨ªntomas se agudicen si se infecta.
Precisamente, uno de los argumentos de los expertos para avalar la vacunaci¨®n es el beneficio indirecto, agrega Moraga-Llop. Sobre todo, en un contexto en el que la poblaci¨®n infantil asume el grueso de las nuevas infecciones y puede convertirse en un vector de transmisi¨®n a personas de m¨¢s riesgo. La incidencia a 14 d¨ªas en menores de 11 a?os en Navarra, por ejemplo, supera los 2.000 casos por 100.000. ¡°Para el ni?o, los beneficios sobrepasan los riesgos, pero tambi¨¦n est¨¢ el impacto indirecto ¡ªen el colegio, el hogar...¡ª y a nivel poblacional¡±, apunta el pediatra.
Esta no es raz¨®n suficiente para David Higuera, con dos hijos, uno de ocho y otro de cuatro a?os. ¡°La vacunaci¨®n en los ni?os peque?os no la veo. Considero que el riesgo-beneficio tiene que ser individual para la persona, no podemos hablar del beneficio para la comunidad. A nadie se le puede poner en riesgo en beneficio de la comunidad, y los ni?os pasan la covid de forma o asintom¨¢tica o muy leve¡±, razona. Higuera se declara un ¡°hombre de ciencia¡± y completamente alejado de los antivacunas, pero reclama el derecho a elegir y dudar: ¡°No nos gusta la presi¨®n a la que someten a las familias, e incluso la presi¨®n social que se respira; parece que no se puede dudar y eso es malo¡±.
Falta de informaci¨®n
A Raquel Garc¨ªa tambi¨¦n le han entrado dudas con respecto a c¨®mo afectar¨¢ la vacuna al desarrollo de su hija y si podr¨¢ tener consecuencias en el futuro para ella. Lamenta la poca informaci¨®n que se ha ofrecido a los padres, pero, aun as¨ª, apostar¨¢ por el pinchazo: ¡°Tambi¨¦n en su d¨ªa la vacun¨¦ contra la meningitis con vacunas de pago, que no entraban en el calendario del Servicio Murciano de Salud, y las posibilidades de contagio son ¨ªnfimas comparadas con las del coronavirus. No podr¨ªa cargar con esa responsabilidad¡±.
Con la vacunaci¨®n a la vuelta de la esquina, las familias apuran a buscar m¨¢s informaci¨®n. Diego, por ejemplo, todav¨ªa no ha tomado la decisi¨®n de vacunar o no a su hija, que est¨¢ cursando la educaci¨®n primaria en Valencia. ¡°Pienso que al final ser¨¢ que s¨ª, porque implica una protecci¨®n para gente mayor, como sus abuelos, que s¨ª que nos preocupa y con los que tienen bastante contacto, y eso ser¨¢ lo que seguramente nos har¨¢ vacunarla. Pero todav¨ªa no lo hemos decidido en firme, primero queremos informarnos m¨¢s¡±, explica.
Las grandes dudas de Diego son que la vacuna es muy reciente y no tiene claro ¡°los efectos a largo plazo¡±. ¡°La verdad es que tampoco s¨¦ qu¨¦ provoca la enfermedad a largo plazo en los ni?os, lo cual es una duda m¨¢s. Pero s¨ª creo que en el organismo de un ni?o, [la vacuna] puede tener m¨¢s peligro a largo plazo¡±, apunta. Y a?ade: ¡°Me da un poco la impresi¨®n, sin querer ser fabulador, que es m¨¢s necesario socialmente que m¨¦dicamente. Que la sociedad necesita eliminar el riesgo para funcionar, porque realmente los ni?os no parece que enfermen gravemente¡±.
Los expertos consultados asumen que quedan inc¨®gnitas por resolver. Para empezar, resuelve Hern¨¢ndez Merino, ¡°cu¨¢l ser¨¢ el impacto en la evoluci¨®n de la pandemia, cu¨¢nto reducir¨¢ la transmisi¨®n comunitaria¡±. Tambi¨¦n habr¨¢ que ver si, como esperan, los casos de miocarditis ser¨¢n m¨ªnimos o desaparecer¨¢n. Y, por otra parte, queda la incertidumbre de lo que deparar¨¢ la propia pandemia en las pr¨®ximas semanas, como la variante ¨®micron. En cualquier caso, en lo que coinciden los m¨¦dicos es en recomendar la vacunaci¨®n a los cr¨ªos.
Sanidad y los expertos abogan por comenzar por los ni?os con factores de riesgo. Esto es, seg¨²n Hern¨¢ndez Merino, ¡°ni?os inmunodeprimidos por la enfermedad que padecen o el tratamiento que toman, menores con enfermedades cr¨®nicas complejas, con problemas neurol¨®gicos o afectaci¨®n cognitiva grave o ni?os con obesidad grave, por ejemplo¡±. Vacunar, insisten, merece la pena: los beneficios son mayores que los riesgos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.