La conveniencia de manejar ya la covid como una gripe com¨²n divide a los m¨¦dicos de primaria
Una de las tres sociedades cient¨ªficas aboga por pasar p¨¢gina y volver a la ¡°vieja normalidad¡± y las otras consideran que es precipitado y alertan de los riesgos de una sexta ola que todav¨ªa no ha llegado a su cima
Dos a?os despu¨¦s de que el coronavirus comenzara a propagarse por el mundo, cada vez son m¨¢s las voces que piden pasar p¨¢gina. La Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) ha publicado un largo editorial este fin de semana titulado Hacia el fin de la excepcionalidad, en el que aboga por volver ya a la ¡°vieja normalidad¡±, dejar de contar cada caso de covid y tratar la enfermedad como se hace, por ejemplo, con la gripe. Esa transici¨®n es, sin embargo, demasiado prematura para otras voces consultadas: desde epidemi¨®logos hasta otras sociedades de m¨¦dicos de familia.
El horizonte, tanto de los especialistas como del propio Gobierno, es caminar hacia ese objetivo. Como adelant¨® este lunes EL PA?S, los t¨¦cnicos de Sanidad y las comunidades est¨¢n ultimando un plan para cambiar el sistema de vigilancia de la covid y avanzar a uno m¨¢s parecido al de la gripe. El propio presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, confirm¨® en la Cadena SER que es hora de pensar en un nuevo paradigma: ¡°Tenemos que ir evaluando la evoluci¨®n de la covid hacia una enfermedad end¨¦mica¡±. Lo que no est¨¢ tan claro es c¨®mo y cu¨¢ndo, aunque en ning¨²n caso se plantea antes de que termine esta sexta ola.
El momento, para los m¨¦dicos de la Semfyc, es ahora. Su tesis se basa en que la letalidad del virus es cada vez menor y en que contar y rastrear cada caso es una estrategia poco realista. ¡°Los gobiernos deben centrar sus esfuerzos en proteger a las personas m¨¢s vulnerables en lugar de tratar de frenar, probablemente con poco ¨¦xito, la circulaci¨®n del virus a nivel poblacional¡±, reza el editorial.
¡°Debemos recuperar cuanto antes la vieja normalidad, es decir, la vida como la conoc¨ªamos antes de marzo de 2020: sin mascarillas ni limitaciones de la interacci¨®n social [...]. Dejemos de visitar y testar a personas sanas con s¨ªntomas menores, dejemos de rastrear y testar a sus contactos, abandonemos los aislamientos y las cuarentenas. Todas estas actividades, que tuvieron sentido en el pasado, se han visto superadas con la inmunidad adquirida (tanto por infecci¨®n como por vacunaci¨®n) y la llegada de la ¨®micron. El objetivo debe ser tratar la covid como hacemos con la gripe: diagn¨®stico cl¨ªnico y recomendaciones generales sobre autocuidado y prevenci¨®n de contagios a personas vulnerables, reservando la atenci¨®n sanitaria para las personas que lo necesiten por su sintomatolog¨ªa o vulnerabilidad. Solo as¨ª podremos atender debidamente a quien de verdad lo necesite, por covid o por cualquier otra dolencia¡±, concluye el texto.
Hasta ahora, ninguna sociedad m¨¦dica de prestigio en Espa?a se hab¨ªa mostrado tan tajante a la hora de pedir un cambio de paradigma con respecto a la pandemia. No es casualidad que la que lo haga sea una de m¨¦dicos de familia en una sexta ola explosiva que ha saturado los centros de salud con casos mayoritariamente leves o asintom¨¢ticos.
Su posici¨®n no es ni mucho menos un¨¢nime. Las otras dos grandes sociedades de m¨¦dicos de familia, la SEMG y la Semergen, creen que es pronto para cambiar de escenario. ¡°No nos gusta el tono¡±, asegura Vicente Mart¨ªn S¨¢nchez, de la Junta Directiva Nacional de Semergen. ¡°Son muy entusiastas y muy optimistas, pero todav¨ªa no hay informaci¨®n para ser tan optimistas y tan entusiastas. No hay certeza de que la variante ¨®micron sea menos virulenta; lo que hay es m¨¢s gente vacunada. El n¨²mero de muertos es alto y es previsible que en pr¨®ximas semanas siga subiendo¡±, a?ade.
En t¨¦rminos muy parecidos se expresa Lorenzo Armenteros, portavoz de SEMG: ¡°No podemos banalizar la pandemia. Estamos en una situaci¨®n de crecimiento exponencial que sobrecarga la atenci¨®n primaria y cualquier decisi¨®n que cambie el criterio que se sigue tiene que basarse en evidencias cient¨ªficas. Nos crea una gran incertidumbre que el grand¨ªsimo n¨²mero de afectados pueda convertirse en covid persistente con el tiempo¡±.
Lo que est¨¢ claro es que hoy en d¨ªa el riesgo individual de cada persona infectada por el coronavirus es mucho menor que el que ten¨ªa hace un a?o, cuando estaba empezando el plan de vacunaci¨®n. Una mezcla de exposici¨®n de los ciudadanos y sus sistemas inmunitarios al virus, las inyecciones y las mutaciones del SARS-CoV-2 ha provocado que su letalidad ahora sea muy inferior a la de las primeras olas de la pandemia.
El problema es que la explosi¨®n de contagios es tal que, en t¨¦rminos absolutos, el n¨²mero de hospitalizaciones, personas en UCI y fallecidos est¨¢ creciendo. Y el riesgo de un colapso hospitalario es real. Todav¨ªa no se sabe los niveles que puede alcanzar, ya que la sexta ola no ha llegado a su pico. Este lunes hab¨ªa en los hospitales espa?oles 16.496 personas con covid, aproximadamente un 60% m¨¢s que en la cuarta y la quinta ola; 2.200 de ellas estaban en cuidados intensivos, m¨¢s que en la quinta (2.031), y acerc¨¢ndose paulatinamente a la cifra de la cuarta (2.356), cuando todav¨ªa quedaban muchas personas en las UCI de la ola anterior.
Conclusiones prematuras
Varios epidemi¨®logos consultados por este peri¨®dico creen que el escenario que dibujan los m¨¦dicos de Semfyc no se corresponde con lo que sabemos hoy del virus. ¡°Asumen que la infecci¨®n por la ¨®micron tiene una gravedad similar a una gripe y, por tanto, hay que manejarla como tal. Creo que no es as¨ª, pero en cualquier caso en un par de semanas tendremos algo m¨¢s de criterio al respecto¡±, se?ala Fernando Rodr¨ªguez Artalejo, catedr¨¢tico de Salud P¨²blica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Pedro Gull¨®n, de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, opina que algunos puntos del documento dan en la clave, pero otros resultan prematuros: ¡°No tengo claro que estemos en ese momento. Apuntan un cambio del sistema de vigilancia hacia un centinela de gripe; con la sexta ola cerca de su pico y una presi¨®n hospitalaria muy grande en pr¨®ximas semanas, me parece un poco adelantado decir: ¡®Vamos a convivir con ello a ver qu¨¦ provoca¡¯. No tenemos claro qu¨¦ va a pasar¡±.
En lo que s¨ª est¨¢ de acuerdo Gull¨®n es en que el colapso de la atenci¨®n primaria deber¨ªa recibir ¡°soluciones ¨¢giles¡±, pero sin externalizar toda la responsabilidad a los pacientes en forma de autogesti¨®n. Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica y ex secretario general de Sanidad, opina de forma similar: ¡°Se puede organizar de manera distinta parte del trabajo que impide a primaria hacer otra tarea. Pero busquemos alternativas: trabajar con el sector farmac¨¦utico, con la sanidad militar, revisar los roles de enfermer¨ªa, que se encarguen de las vacunas farmac¨¦uticos y veterinarios... Alternativas hay, pero la covid no puede tratarse como una endemia porque no lo es¡±.
Albert Planes, director del comit¨¦ editorial de Semfyc, responde que el momento exacto para pasar p¨¢gina ¡°no lo sabe nadie¡±. ¡°Certezas no tenemos ninguno. Lo que sabemos es lo que est¨¢ ocurriendo: las restricciones y la carga de trabajo en los centros de salud y en salud p¨²blica son insoportables. No somos capaces de controlar cadenas de contagios; eso lo sabemos. Eso no quiere decir ser negacionistas. La pandemia ha sido grave y la mortalidad ha estado cuatro veces por encima de la esperada. Ahora est¨¢ en la parte alta, pero en los m¨¢rgenes de lo esperable. Algunos casos van a llegar a la UCI, pero ser¨ªa bueno plantearse con prudencia retirar algunas medidas¡±, zanja Planes.
El Ministerio de Sanidad no tiene por el momento intenci¨®n de dar un volantazo a la gesti¨®n de la pandemia. La estrategia, en principio, pasa por alcanzar el pico de contagios este mes y a partir de ah¨ª, trabajar para implementar nuevos sistemas de vigilancia. Pero esto no llegar¨¢ de la noche a la ma?ana y tiene que ser consensuado con organismos internacionales como el Centro Europeo de Control de Enfermedades y la propia Organizaci¨®n Mundial de la Salud.
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