Sanidad eliminar¨¢ las cuarentenas a todos los contactos estrechos de enfermos de covid

El Ministerio de Sanidad y las comunidades aut¨®nomas est¨¢n a punto de dar otro paso adelante en la convivencia con el virus de la covid. La Comisi¨®n de Salud P¨²blica tiene sobre la mesa la decisi¨®n de eliminar las cuarentenas para los contactos estrechos de personas infectadas, que se siguen manteniendo para los no vacunados. Fuentes de este ¨®rgano confirman a EL PA?S que existe un consenso tanto t¨¦cnico como pol¨ªtico para esta decisi¨®n, que se tomar¨¢ previsiblemente en la reuni¨®n que este ¨®rgano tiene el martes.

Las personas que se contagien, por el momento, tendr¨¢n que seguir manteniendo el aislamiento de siete d¨ªas desde que presentaron s¨ªntomas, que se pueden alargar a 10 si estos persisten. Hasta ahora, los contactos pr¨®ximos a estos infectados pueden seguir haciendo vida normal si tienen la pauta vacunal completa, pero no as¨ª los que no la han recibido, que deben guardar una cuarentena de 10 d¨ªas tras el contacto estrecho. Esto afecta solo a un 9% de adultos, los que no se han inmunizado, pero a la gran mayor¨ªa de ni?os. Solo un 16,7% tiene las dos dosis. La primera ha llegado por el momento al 57,1%.

Un caso t¨ªpico ser¨ªa que un progenitor tenga covid. El ni?o sin vacunar ha de guardar cuarentena de 10 d¨ªas tras el ¨²ltimo contacto con la persona infectada. Desde que se apruebe la nueva medida, podr¨¢ seguir yendo al colegio, a no ser que sea el peque?o quien d¨¦ positivo, que s¨ª deber¨¢ aislarse.

Tambi¨¦n cambiar¨¢, previsiblemente, el protocolo de cuarentenas escolares en infantil y primaria. Hasta ahora, tienen que guardarla los alumnos de las clases en las que cuatro o m¨¢s ni?os dieran positivo por covid. Al eliminarlas, los contagiados s¨ª deber¨¢n aislarse, pero previsiblemente el resto de la clase podr¨¢ continuar con normalidad. Los detalles de la decisi¨®n se conocer¨¢n el martes, tras la reuni¨®n de los directores de Salud P¨²blica del ministerio y de las comunidades aut¨®nomas.

Catalu?a ya se hab¨ªa adelantado y desde esta misma semana ha eliminado no solo las cuarentenas escolares, sino tambi¨¦n el conteo de casos en estos ¨¢mbitos. Es decir, los padres y los centros escolares no tienen que comunicar si el motivo de la ausencia en clase de los alumnos se debe al coronavirus.

En opini¨®n de Pedro Gull¨®n, de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, este cambio es l¨®gico: ¡°Si las cuarentenas ya no se manten¨ªan para personas vacunadas, ten¨ªa poco sentido dejar las cuarentenas para las personas que no ten¨ªan la pauta completa. Esta estrategia sirve cuando se aplica a toda la poblaci¨®n o cuando hay una diferencia de riesgo de transmisi¨®n enorme entre unos y otros. Pero desde la llegada de ¨®micron esta no es tan grande. Cuando se apruebe, creo que hay que mandar el mensaje de que esto no implica no hacer nada. Habr¨ªa que incidir en que las personas con contactos estrechos eviten en lo posible lugares donde puedan contagiar, vigilen sus s¨ªntomas, se hagan test¡­¡±

Con este nuevo avance, las restricciones en vigor para toda Espa?a quedan reducidas pr¨¢cticamente a las mascarillas en espacios cerrados, una vez que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del 16 de febrero aprob¨® volver al 100% de los aforos en eventos deportivos. Los gobiernos regionales que manten¨ªan algunas vigentes en sus territorios han ido reduci¨¦ndolas en las ¨²ltimas semanas. El pasaporte covid para la hosteler¨ªa, que todav¨ªa era obligatorio en dos autonom¨ªas, decay¨® esta semana en la Comunidad Valenciana y lo hace este s¨¢bado en Galicia.

Ninguna de las relajaciones de las medidas parecen haber obstaculizado la tendencia descendente de la pandemia, que se ha situado este viernes en 613 casos por 100.000 habitantes. La alerta de contagio sigue, por lo tanto, en el m¨¢ximo nivel (por encima de 500). Los t¨¦cnicos aprobaron este umbral en noviembre, antes de la expansi¨®n de la variante ¨®micron, con una capacidad de transmisi¨®n que ha superado todas las previsiones.

Aunque Espa?a lleva m¨¢s de dos meses (desde el 17 de diciembre) por encima de ese umbral, la ocupaci¨®n hospitalaria ha estado siempre muy por debajo de la anterior gran ola, la tercera, aunque ha superado a la cuarta y la quinta. Este viernes, el porcentaje de camas ocupadas en planta por pacientes de covid era de un 5,8%, que se elevaba a un 11,3% en las unidades de cuidados intensivos. En el sem¨¢foro covid el riesgo para ambas es ¡°medio¡±, y est¨¢n a punto de llegar a bajo (por debajo del 5% y 10%, respectivamente).

La tendencia de la ola ha sido at¨ªpica en comparaci¨®n con las anteriores. Antes de bajar los contagios, comenzaron a descender el n¨²mero de personas hospitalizadas, merced a una menor gravedad de la variante ¨®micron y del alto porcentaje de personas vacunadas en esta sexta onda epid¨¦mica. No obstante, el elevado n¨²mero de casos ha producido m¨¢s mortalidad que en las dos olas precedentes. Desde que la incidencia acumulada comenz¨® a subir, a mediados de noviembre, los informes de Sanidad han a?adido casi 12.000 fallecidos por covid.

Hasta que los niveles de contagios est¨¦n algo m¨¢s bajos, el Ministerio de Sanidad no quiere plantear lo que ser¨ªa el gran s¨ªmbolo del fin de la emergencia sanitaria que lleva dos a?os azotando a Espa?a: eliminar el uso de mascarillas en interiores. Aunque otros pa¨ªses, como Dinamarca, ya las han abandonado, y otros como Estados Unidos est¨¢n relajando su obligatoriedad, Sanidad siempre ha preferido mantener la cautela. Es una norma que ha permanecido vigente desde que se puso en vigor en la primavera de 2020. Ni siquiera en los momentos de menos transmisi¨®n, como el verano de ese a?o o el oto?o de 2021, con menos de 50 casos por 100.000 habitantes, el ministerio ha dado ese paso.

Es algo que s¨ª suceder¨¢ previsiblemente en los pr¨®ximos meses, si la transmisi¨®n vuelve a aquellos niveles. Al contrario de lo que ha sucedido hasta ahora, el Gobierno comienza a pasar p¨¢gina de la pandemia y est¨¢ prepar¨¢ndose para un escenario que se basa en la convivencia con el virus, siempre que una nueva variante no vuelva a desbaratar los planes.