La denuncia de una joven ante la ONU: ¡°Me han condenado por un hurto que no comet¨ª porque soy mujer y gitana¡±
Jennifer Mu?oz fue acusada de sustraer un juguete de 6,9 euros y se niega a pagar una multa de 26 porque defiende su inocencia
Jennifer Mu?oz (Madrid, 22 a?os) ha denunciado ante el Comit¨¦ de la ONU para la Eliminaci¨®n de la Discriminaci¨®n contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en ingl¨¦s) que fue discriminada ¡°por ser gitana¡±. En 2019 fue condenada a una multa de 26 euros por cometer un hurto de un juguete que costaba 7 euros en un hipermercado. Ahora le constan antecedentes penales. ¡°Fue discriminada por el vigilante de seguridad, pero tambi¨¦n por las instituciones¡±, asegura Selene de la Fuente, abogada de la Fundaci¨®n Secretariado Gitano, organizaci¨®n que apoya a la joven en su reivindicaci¨®n. ¡°Me han condenado por un hurto que no comet¨ª porque soy mujer y gitana, y adem¨¢s me han ensuciado el expediente¡±, asegura Mu?oz.
Era diciembre de 2019 cuando Mu?oz estaba comprando en el supermercado de un centro comercial de Vallecas con su cu?ada y su beb¨¦. A la salida, fue interceptada por el guardia de seguridad, que la acus¨® de que el juguete que llevaba en el carrito de su hijo, valorado en 6,9 euros, era robado. La joven cuenta que pas¨® una hora y media en el cuarto de seguridad, sin poder alimentar ni cambiarle el pa?al a su beb¨¦ hasta que lleg¨® la polic¨ªa, y escuch¨® que el vigilante le dec¨ªa a su compa?ero: ¡°Son gitanas, ?c¨®mo no van a robar!¡±. El juguete se lo hab¨ªan regalado en la inauguraci¨®n de una tienda d¨ªas antes, y ni siquiera hab¨ªa pasado por la jugueter¨ªa del hipermercado esa jornada. ¡°Me sent¨ª tan mal que desde ese d¨ªa me cuesta much¨ªsimo entrar en un centro comercial porque pienso que voy a volver a pasar por esa humillaci¨®n¡±, asegura la mujer.
Llegaron los agentes de polic¨ªa, que le abrieron acta de denuncia bas¨¢ndose solamente en el testimonio del guardia y sin tener en cuenta las explicaciones de Mu?oz, que ped¨ªa que miraran las c¨¢maras de seguridad como prueba de que no hab¨ªa pasado por la secci¨®n de juguetes o que la acompa?aran a la tienda donde se lo hab¨ªan regalado. Al d¨ªa siguiente, deb¨ªa presentarse a un juicio r¨¢pido por un delito de hurto. Antes, la joven se dirigi¨® a la jugueter¨ªa reci¨¦n inaugurada y habl¨® con el dependiente, que se ofreci¨® a testificar a su favor y llam¨® al jefe de seguridad del hipermercado para confirmarle que ¨¦l se lo hab¨ªa regalado. Ella se person¨® en la comisar¨ªa para denunciar los hechos y manifestar que ten¨ªa un testigo y que deb¨ªan pedir las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad, pero los agentes le respondieron que no se preocupara, que ser¨ªa el juez el que valorar¨ªa si necesitaba pruebas.
¡°Nunca me hab¨ªa ocurrido algo as¨ª. S¨ª que he entrado a tiendas a comprar y me han seguido, pero ha llegado un punto en el que me doy la vuelta y digo: ¡®Soy gitana, pero no robo¡¯. Est¨¢n pendientes de nosotras por ser de etnia gitana, y eso choca y da un poco de rabia. Pero fue la primera vez que me acusaban de un robo¡±, relata Mu?oz. Selene de la Fuente, abogada e integrante del equipo jur¨ªdico que ha participado en todo el proceso judicial, respalda la historia de la joven: ¡°Hemos recogido centenares de casos de vigilancia y control excesivos a mujeres gitanas en puntos de venta. A cualquier gitana a la que preguntes, la han perseguido alguna vez al entrar en una tienda¡±.
Al d¨ªa siguiente se celebr¨® el juicio, en el que solo testific¨® el vigilante de seguridad, que la acus¨® pese a tener conocimiento, porque as¨ª se lo hab¨ªa confirmado el propio dependiente de la tienda, de que el juguete era un regalo. A pesar de que Mu?oz pidi¨® al juez (y as¨ª figura en el v¨ªdeo del juicio) que llamara al dependiente de la jugueter¨ªa como testigo y que visualizaran las c¨¢maras de seguridad, el juez ¨²nicamente tuvo en cuenta el testimonio del vigilante y conden¨® a la joven a una multa de 26 euros por un delito de hurto, lo que, adem¨¢s, le genera antecedentes penales, que solo se podr¨¢n cancelar seis meses despu¨¦s de haber cumplido la pena, es decir, de haber pagado la multa. ¡°El juez no me escuchaba. Lo ¨²nico que hizo fue preguntarle al guardia si era racista, a lo que ¨¦l respondi¨® que no. Era su palabra contra la m¨ªa¡±, aclara Mu?oz, que se niega a abonar la multa porque defiende su inocencia.
Joven #gitana denuncia su caso de discriminaci¨®n ante la ONU, con nuestro apoyo. Recurrimos al Comit¨¦ CEDAW esperando que se haga justicia en lo que consideramos un caso de discriminaci¨®n interseccional, a la que se ven sometidas muchas mujeres gitanas.https://t.co/SYrrgRfX9S pic.twitter.com/O0Y9EYP0YD
— F.SecretariadoGitano (@gitanos_org) March 3, 2022
La joven pudo recurrir la sentencia, con la ayuda de la Fundaci¨®n Secretariado Gitano, que apoy¨® el caso por ¡°la gravedad de la vulneraci¨®n de derechos ocurrida¡±. ¡°Es inocente y va con su verdad por delante¡±, declaran desde la organizaci¨®n. En primer lugar, se recurri¨® ante la Audiencia Provincial contra la sentencia condenatoria, pidiendo tambi¨¦n la nulidad de las actuaciones, al haberse vulnerado el derecho a la defensa de Mu?oz. El recurso fue desestimado, por lo que se recurri¨® ante el Tribunal Supremo, que tambi¨¦n lo desestim¨®. Finalmente, se recurri¨® ante el Constitucional, que no lo admiti¨® a tr¨¢mite por considerarlo carente de relevancia constitucional. Seg¨²n de la Fuente, el juez de instrucci¨®n, la Audiencia Provincial, el Supremo y el Constitucional argumentaron que la joven tendr¨ªa que haber llevado los medios de prueba. ¡°Pero es que cuando un ciudadano no tiene los conocimientos necesarios, hay que explicarle las cosas, hay que velar porque conozca sus derechos. A ella la polic¨ªa le hab¨ªa dicho que no llevara nada, que el juez valorar¨ªa¡±, lamenta la abogada.
De la Fuente denuncia que este es ¡°un claro caso de discriminaci¨®n interseccional¡±, por ser gitana y por ser mujer. ¡°Existe una vulneraci¨®n de derechos fundamentales en dos sentidos. Por un lado, vulneraci¨®n del derecho a la igualdad, por su doble condici¨®n de gitana y mujer. No solo por parte del vigilante de seguridad, sino tambi¨¦n por parte de quienes deber¨ªan haberla protegido (Polic¨ªa Nacional, jueces y fiscales y tribunales). Por otro lado, vulneraci¨®n del derecho a una tutela judicial efectiva, porque no se escuch¨® al testigo ni se revisaron las c¨¢maras del local. Por lo tanto, no ha tenido un juicio justo¡±, explica de la Fuente, que a?ade: ¡°Si esta mujer no fuera gitana, posiblemente esas garant¨ªas procesales se le hubieran dado¡±.
Por todo ello, y porque en el ¨¢mbito estatal ya no hay ¡°m¨¢s opci¨®n¡±, Jennifer Mu?oz ha presentado este jueves una comunicaci¨®n para elevar su caso ante el Comit¨¦ para la Eliminaci¨®n de la Discriminaci¨®n contra la Mujer. ¡°Esperamos que el Comit¨¦ traslade los est¨¢ndares europeos e internacionales de derechos humanos en materia de discriminaci¨®n a los tribunales espa?oles, aunque ya no se pueda echar atr¨¢s la resoluci¨®n. Tambi¨¦n esperamos sentar un precedente que otorgue justicia no solo a ella, sino a muchas otras mujeres gitanas v¨ªctimas de discriminaci¨®n. Lo vemos como un litigio estrat¨¦gico¡±, aclara de la Fuente. ¡°Para m¨ª, solo deseo que me borren los antecedentes. Lo que quiero de verdad es que no le pase a ninguna mujer m¨¢s¡±, concluye Mu?oz.
Sensibilizaci¨®n y formaci¨®n
Selene de la Fuente propone la sensibilizaci¨®n y la formaci¨®n de los agentes clave (polic¨ªa, jueces y fiscales, tribunales¡) como las medidas a tomar para luchar contra el racismo. Tambi¨¦n considera esencial trabajar con las v¨ªctimas en la comunidad gitana, para que sean conocedores de sus derechos y de las herramientas y mecanismos de defensa que hay. ¡°Tienen la discriminaci¨®n tan normalizada, la sufren tanto y tantas veces en su d¨ªa a d¨ªa, que en la mayor¨ªa de los casos no se quejan, no lo denuncian, o sea, lo asumen¡±, explica. En su opini¨®n, la proposici¨®n de Ley Integral para la Igualdad de Trato y No Discriminaci¨®n, conocida como ley Zerolo, podr¨ªa ser la soluci¨®n para que la discriminaci¨®n y la vulneraci¨®n de derechos fundamentales no queden impunes. La propuesta, planteada hace casi 13 a?os, ahora se encuentra en fase de enmiendas. ¡°No termina de ser promulgada. Hasta entonces, sensibilizaci¨®n y formaci¨®n¡±, recomienda de la Fuente.
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