Las v¨ªctimas de abusos, sobre la investigaci¨®n de la Iglesia: ¡°El mayor favor que puede hacer Cremades es dimitir¡±

La mayor¨ªa de las asociaciones de v¨ªctimas de abusos en la Iglesia advierten de que la auditor¨ªa que los obispos espa?oles encargaron en febrero al despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo es una investigaci¨®n que ¡°naci¨® muerta¡± desde el momento en el que la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) decidi¨® poner al frente del equipo de trabajo a Javier Cremades, consejero delegado del bufete. ¡°La decisi¨®n de la Iglesia de buscar la verdad nos parece un paso adelante. Lo que no nos parece un paso adelante es la persona en la que ha reca¨ªdo esta investigaci¨®n. Es un hombre muy relacionado con el Opus Dei, una prelatura que ha atacado directamente a las v¨ªctimas. No me parece el medio m¨¢s adecuado para llevar a cabo una investigaci¨®n que deber¨ªa ser neutral¡±, explica Ana Cuevas, representante de la Asociaci¨®n Nacional Infancia Robada (ANIR).

Su hijo sufri¨® abusos de un profesor entre 2008 y 2010 en el colegio Gaztelueta (en Leioa, Bizkaia), un centro de ense?anza perteneciente al Opus Dei que a¨²n no ha reconocido la culpabilidad del agresor pese a una condena judicial dictada por el Tribunal Supremo. ¡°El mayor favor que puede hacer Cremades en esta causa es dimitir¡±, dice Cuevas. El l¨ªder del bufete siempre ha reconocido que es miembro del Opus Dei y ha subrayado que su pertenencia no influir¨¢ en el trabajo. ¡°Me juego mi prestigio¡±, ha repetido en varias ocasiones. La madre que lo acusa de no ser imparcial, insiste: ¡°Lo primero que deber¨ªa haber hecho es condenar el delito y la actuaci¨®n de acoso del colegio contra mi hijo¡±.

Cuevas no es la ¨²nica afectada que dice sentirse molesta. La entidad a la que pertenece public¨® el pasado viernes junto con las Asociaciones de V¨ªctimas de Pederastia en la Iglesia Navarra (AVIPIN) un manifiesto donde, adem¨¢s de rechazar su participaci¨®n en la investigaci¨®n de la Iglesia, se?alaban que la metodolog¨ªa que el despacho estaba siguiendo para contactar con las v¨ªctimas y recopilar sus casos obedece m¨¢s a una recogida ¡°de gastos de hipoteca¡± que de testimonios de personas que han sido abusadas sexualmente. ¡°El cuestionario, inquisitivo, pide informaci¨®n que no es relevante: el estado civil, donde vivimos, la direcci¨®n, etc¨¦tera. Atenta contra la privacidad de algunos datos de las v¨ªctimas. La escucha es fundamental para saber cu¨¢les han sido los problemas, el hostigamiento y la tortura a la que nos han sometido durante mucho tiempo¡±, explica una v¨ªctima de abusos de un seminario de Zaragoza.

Los testimonios de las v¨ªctimas han sido la piedra angular de las investigaciones que ya se han realizado en otros pa¨ªses como Irlanda, Australia o Francia. En este ¨²ltimo, las entrevistas con afectados permitieron hacer una estimaci¨®n de 330.000 v¨ªctimas en los ¨²ltimos 70 a?os. Sus historias permiten vislumbrar la magnitud del problema y su dimensi¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Expertos como Gema Varona, presidenta de la Sociedad Vasca de Victimolog¨ªa, profesora de Pol¨ªtica Criminal y Victimolog¨ªa en la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) y coautora de una investigaci¨®n universitaria pionera en Espa?a sobre el efecto de los abusos clericales, explic¨® hace unas semanas en EL PA?S que la forma de tratar a las v¨ªctimas tambi¨¦n es sumamente importante y que el modo de Cremades para acercarse a ellas no ha sido el m¨¢s acertado. ¡°Me han explicado que al mandar el correo al buz¨®n que han habilitado, reciben un formulario en el que no se les identifica como v¨ªctimas, sino como afectados. Ah¨ª escriben su historia. Algunas me han dicho que parece que est¨¢n apunt¨¢ndose a la tarjeta de El Corte Ingl¨¦s¡±, dijo. De no contar, por tanto, con el apoyo de la mayor¨ªa de las asociaciones que animen a sus integrantes a participar en la auditor¨ªa, el informe resultante puede que no alcance su fin: una radiograf¨ªa del problema que permita conocer la verdad.

Tras recibir el encargo de la CEE, el despacho abri¨® dos canales de comunicaci¨®n con las v¨ªctimas, una direcci¨®n de correo electr¨®nico y un n¨²mero de tel¨¦fono. En seis semanas han recibido una cuarentena de denuncias, la mayor¨ªa de los casos son in¨¦ditos y no han salido en los medios de comunicaci¨®n, seg¨²n inform¨® el propio Cremades el mi¨¦rcoles durante una rueda de prensa en la que present¨® oficialmente a los 28 miembros que integran su equipo. Entre los nombres, destaca el de Pedro Strecht, presidente de la comisi¨®n hom¨®loga portuguesa, y los abogados Martin Pusch y Ulrich Wastl, socios fundadores del despacho alem¨¢n Westpfahl Spilker Wastl, que elabor¨® un informe sobre estos delitos en la archidi¨®cesis de M¨²nich y Frisinga. Como asesores externos tambi¨¦n colaborar¨¢n la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena y el periodista y exdirector de EL PA?S Juan Luis Cebri¨¢n. ¡°Hemos creado un equipo plural para entender el fen¨®meno del abuso sexual¡±, coment¨® Cremades.

En esa presentaci¨®n de la semana pasada, el despacho anunci¨® que se hab¨ªa reunido con todas las asociaciones de v¨ªctimas, incluido el vicepresidente de Infancia Robada. Hecho que la asociaci¨®n desmiente. ¡°Es totalmente falso. No nos hemos reunido oficialmente con ¨¦l. Nos hemos reunido en una cita privada con una persona que no es del bufete. Adem¨¢s, ha citado a una v¨ªctima en concreto que ha acudido a su despacho a t¨ªtulo personal¡±, comenta Cuevas.

¡°Tenemos una de las conferencias episcopales m¨¢s obstruccionistas de Europa¡±

La postura de ANIR y AVIPIN concuerda con la de la Plataforma Tolerancia 0, integrada por varias v¨ªctimas como el escritor Alejandro Palomas o la fundaci¨®n Vicki Bernadet, aunque estas ¨²ltimas tambi¨¦n se desmarcan de la comisi¨®n que liderar¨¢ el Defensor del Pueblo (v¨ªa apoyada por las ANIR y AVIPIN). ¡°Respetamos el derecho de las v¨ªctimas a hablar con quien considere oportuno, pero ni la auditor¨ªa de Cremades ni la comisi¨®n del Defensor del Pueblo tienen poderes coercitivos para investigar. Defendemos una comisi¨®n dirigida por el Estado con poderes coercitivos: una comisi¨®n de la verdad¡±, explica Miguel Hurtado, la v¨ªctima que destap¨® los abusos en el monasterio de Montserrat (Barcelona). Su discurso sobre la Iglesia espa?ola es contundente: ¡°Tenemos una de las conferencias episcopales m¨¢s obstruccionistas de Europa. Una parte muy importante de los obispos no van a colaborar, as¨ª que habr¨¢ que obligarles¡±.

Contrariamente al discurso de estas dos asociaciones se encuentra el de la entidad Mans Petit, que aboga por estar en contacto permanente con Cremades, no solamente para comunicarle su opini¨®n sobre c¨®mo se debe llevar a cabo la investigaci¨®n, sino tambi¨¦n para supervisarla. ¡°A nosotros no nos han considerado parte de la comisi¨®n, pero s¨ª queremos ser parte informada. Si las cosas se hacen serias, puede salir algo bueno. Tenemos que estar ah¨ª detr¨¢s vigilantes y diciendo: ¡®Por aqu¨ª s¨ª y por aqu¨ª no¡±. El presidente de esta entidad, primer denunciante del caso maristas de Catalu?a, trabaj¨® con la orden despu¨¦s de que esta reconociera los hechos y, en nombre de la asociaci¨®n, firm¨® un acuerdo de reparaci¨®n de 400.000 euros para 25 v¨ªctimas de abusos prescritos.

Aunque el bufete anunci¨® que realizar¨ªa esta auditor¨ªa gratuitamente, ha matizado que algunos miembros del equipo, como Pusch y Wastl, cobrar¨¢n unos honorarios. Estos costes, junto con los gastos derivados de la investigaci¨®n (como traslados y desplazamientos), los pagar¨¢ mensualmente la CEE, seg¨²n el contrato adelantado la semana pasada por Religi¨®n Digital, que firmaron los obispos con Cremades. Los expertos no convencen a muchas v¨ªctimas. ¡°Yo puedo pensar que hay gente v¨¢lida, pero si es una investigaci¨®n que est¨¢ muerta desde la ra¨ªz, no puede resucitar [con ellos]¡±, dice Cuevas. En contraposici¨®n, Barbero afirma que los miembros internacionales del equipo, entre los que se encuentra Patricia Lee Refo, expresidenta de la American Bar Association, una de las asociaciones de abogados m¨¢s importante del mundo, ¡°no van a permitir que nadie les manipule¡±.

Si conoce alg¨²n caso que no ha sido denunciado puede hac¨¦rnoslo llegar a trav¨¦s de la direcci¨®n de correo abusos@elpais.es