Macarena S¨¢ez: ¡°Hay riesgo de que el fallo sobre el aborto tenga un efecto domin¨® de retrocesos de otros derechos¡±
La directora de la Divisi¨®n de Derechos de Mujeres de Human Rights Watch analiza los desaf¨ªos y consecuencias que podr¨¢ tener la derogaci¨®n de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo en EE UU
El Tribunal Supremo de Estados Unidos derog¨® el pasado 24 de junio el derecho al aborto. El m¨¢ximo tribunal del pa¨ªs tumb¨® el precedente de ¡®Roe contra Wade¡¯, un fallo que en 1973 convirti¨® en constitucional el derecho a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Tras casi 50 a?os de tener el acceso garantizado, la decisi¨®n abre un nuevo escenario plagado de inc¨®gnitas sobre lo que traer¨¢ el futuro. Ahora ser¨¢n los Estados los encargados de definir sus propias legislaciones sobre el tema. Macarena S¨¢ez, directora ejecutiva de la Divisi¨®n de Derechos de Mujeres de Human Rights Watch, analiza las posibilidades de un efecto domin¨® sobre otros derechos ya conquistados, los desaf¨ªos que se vienen y las consecuencias que podr¨¢ tener en las mujeres estadounidenses y en la regi¨®n.
Pregunta. ?Qu¨¦ implicaciones tiene el fallo del Tribunal Supremo?
Respuesta. La primera es que revierte a los Estados el derecho de regular el aborto sin ning¨²n control constitucional alguno. No hay ninguna garant¨ªa espec¨ªfica para las personas con capacidad de gestar, ni ning¨²n impedimento a los Estados para que pongan obst¨¢culos a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Una cantidad importante de Estados ya han prohibido el aborto, sin excepciones. La situaci¨®n se va a volver tan draconiana como la que viven pa¨ªses donde hay prohibici¨®n incluso cuando est¨¢ en peligro la vida de la persona embarazada.
P. ?Esto qu¨¦ significa para las mujeres estadounidenses?
R. El derecho al acceso al aborto ya estaba bastante erosionado en Estados Unidos. Lo que va a ocurrir ahora es que esta situaci¨®n que ya afectaba a mujeres de la ruralidad o que pertenecen a poblaciones discriminadas como afrodescendientes, latinas o ind¨ªgenas, se va a amplificar. Adem¨¢s va a tener un profundo impacto en las decisiones sobre movilidad. Las personas con capacidades de gestar van a tener que pensar mejor d¨®nde van a estar o d¨®nde van a vivir. Otra de las grandes consecuencias tiene que ver con el efecto que pueda tener en el personal de salud de poder entregar el servicio m¨¦dico que mejor corresponde a una embarazada por temor a poder ser acusados de estar contribuyendo o proveyendo el aborto.
P. ?Ha pasado en alg¨²n otro pa¨ªs que un fallo as¨ª quite un derecho que ha estado garantizado por tantos a?os?
R. En Chile hab¨ªa excepciones a la penalizaci¨®n del aborto que estuvieron vigentes desde los sesenta hasta los ochenta, y uno de los ¨²ltimos regalos que le dej¨® Pinochet al pa¨ªs fue el cambio de la legislaci¨®n para prohibirlo en todo evento, incluso cuando la vida de la mujer estaba en peligro. Los derechos sexuales y reproductivos nunca est¨¢n completamente garantizados, siempre est¨¢n en riesgo. Esa es una de las grandes lecciones que nos da esta sentencia. Incluso despu¨¦s de 50 a?os, se revierte en una pasada por un grupo de jueces que han tomado una decisi¨®n que no toma en cuenta a las mujeres.
P. El prohibicionismo nunca detuvo al aborto, solo perjudic¨® a quienes menos recursos ten¨ªan. ?Qu¨¦ consecuencias sanitarias puede tener esta decisi¨®n?
R. Estados Unidos es un pa¨ªs donde no est¨¢ garantizado el acceso a la salud p¨²blica. Entonces la lucha por el aborto debe estar basada no solamente en el derecho a decidir, sino en un acceso legal y seguro. Cuando t¨² lo penalizas no hay solamente un problema de aborto inseguro, sino un problema m¨¦dico. Hemos documentado en otros pa¨ªses que hay mujeres penalizadas por abortos espont¨¢neos porque el personal de salud denuncia para no tener problemas. Tambi¨¦n hay mujeres que se mueren o que tienen problemas de salud a largo plazo porque el personal sanitario se niega a hacer un tratamiento que pueda comprometer al feto. Los problemas sanitarios que vienen est¨¢n por verse, pero no hay raz¨®n para pensar que Estados Unidos no vaya a tener el mismo destino que Nicaragua o El Salvador.
P. Hemos visto en el ¨²ltimo a?o y medio la legalizaci¨®n o despenalizaci¨®n del aborto en pa¨ªses como Argentina, M¨¦xico y Colombia. ?Qu¨¦ lectura pol¨ªtica le da a un fallo como este en medio de una ola verde en el continente?
R. Es un signo de erosi¨®n de la democracia, porque la falta de acceso a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo es una violaci¨®n a los derechos humanos. Bajo la idea de que no est¨¢ tomando partido, el Tribunal Superior ha tomado partido contra el sentido mayoritario de Estados Unidos. Las estad¨ªsticas muestran que la mayor¨ªa de la gente en el pa¨ªs no cree que quienes interrumpen voluntariamente su embarazo tengan que ir a la c¨¢rcel. Entonces es una Corte tomando decisiones contra lo que piensa la mayor¨ªa.
P. ?Qu¨¦ desaf¨ªos plantea esto para la regi¨®n?
R. Las generaciones j¨®venes tienen conciencia pol¨ªtica de los derechos de las mujeres. Esa es una gran diferencia. Creo que va a haber una gran solidaridad respecto de lo que est¨¢ ocurriendo en Estados Unidos. Latinoam¨¦rica es tal vez el gran ejemplo de una movilizaci¨®n muy exitosa que puede servir, no solamente para aprender lecciones, sino para generar un movimiento solidario entre mujeres a trav¨¦s de la regi¨®n. Es tan brutal el retroceso que yo espero que se entienda que no es solamente un problema de las mujeres, es un problema de democracia. No es posible separar los derechos sexuales y reproductivos de la ciudadan¨ªa.
P. Tras el fallo, un grupo de empresas ha comunicado que se har¨¢n cargo de los costos de los viajes para que sus empleadas puedan abortar en otros Estados. ?No es dejar que el rol del Estado lo ocupen otros jugadores?
R. Los jugadores externos no pueden cumplir el rol que debe cumplir el Estado. Desde el punto de vista de la solidaridad, es sumamente bienvenido, pero esa no es la soluci¨®n. La soluci¨®n pasa por tener una legislaci¨®n que protege la igualdad de la mujer, pasa porque los Estados empiecen a comprender que las mujeres no pueden ser vistas como instrumentos de procreaci¨®n.
P. ?Puede esta sentencia abrir el debate sobre otros derechos conquistados, como el matrimonio igualitario o el acceso a la anticoncepci¨®n?
R. Absolutamente. La idea de que esta decisi¨®n solo impacta en el aborto es absolutamente ingenua y enga?osa. No hay un l¨ªmite a que se revivan otras discusiones. De hecho, la opini¨®n concurrente de uno de los ministros, [Clarence] Thomas, se?ala que hay que revisar todas las decisiones que se han tomado respecto al mismo tipo de derecho sustantivo que no est¨¢ expresamente establecido en la Constituci¨®n de Estados Unidos, como el matrimonio igualitario. Sin duda que hay un riesgo amplio a que esto tenga un efecto domin¨® de retrocesos de derechos. Pero no sabemos todav¨ªa. Hoy el problema es que hay un mont¨®n de Estados que ya han prohibido el acceso al aborto y, de un d¨ªa para otro, las mujeres dejaron de tener derechos que ya ten¨ªan.
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