Sanidad negocia la adquisici¨®n del medicamento m¨¢s caro del mundo: 2,47 millones por una ¨²nica dosis
El Libmeldy puede curar por completo la leucodistrofia metacrom¨¢tica, una rara enfermedad gen¨¦tica mortal que frena el desarrollo de los ni?os al da?ar las conexiones neuronales
El Ministerio de Sanidad negocia con la farmac¨¦utica brit¨¢nica Orchard Therapeutics la financiaci¨®n p¨²blica del Libmeldy, un innovador medicamento de una sola dosis indicado para el tratamiento de la leucodistrofia metacrom¨¢tica. Esta enfermedad gen¨¦tica muy rara detiene el desarrollo de los ni?os, la mayor¨ªa de las veces antes de que cumplan tres a?os, y es mortal al destruir las conexiones neuronales. El precio de salida del f¨¢rmaco, 2,47 millones de euros, lo convierte en el m¨¢s caro del mundo y deja muy atr¨¢s el Zolgensma de Novartis, indicado para la atrofia muscular espinal y disponible en la sanidad p¨²blica desde el pasado diciembre a un precio oficial de 1,95 millones de euros.
La buena efectividad demostrada en los ensayos por el Libmeldy y el elevado precio impuesto por Orchard Therapeutics aviva el debate sobre la escalada de precios de los nuevos medicamentos innovadores. ¡°Estos precios llevan a una situaci¨®n en la que lo ¨¦ticamente aceptable y lo econ¨®micamente sostenible chocan. Y esto es algo muy complejo de gestionar. Si hay un tratamiento disponible que puede salvar vidas, hay que ofrecerlo. Pero esto tiene repercusiones. Cuando se dice que son f¨¢rmacos destinados a un n¨²mero peque?o de pacientes y que no da?an la sostenibilidad del sistema, se olvida que los nuevos tratamientos en desarrollo son cientos y que todos juntos s¨ª suponen un reto gigantesco para la sanidad p¨²blica, que tiene unas necesidades enormes y unos recursos siempre limitados¡±, afirma Juan Oliva, profesor de Econom¨ªa de la Salud en la Universidad de Castilla-La Mancha.
Cada a?o nacen en Espa?a entre tres y cinco ni?os con leucodistrofia metacrom¨¢tica, cuya incidencia estimada en Europa es de 1,1 casos por cada 100.000 nacimientos. ¡°Es una enfermedad neurodegenerativa que se produce por mutaciones en el gen de la arisulfatasa A (ARSA) que da?an a la mielina, que es lo que recubre las conexiones neuronales. Son ni?os que tienen un buen desarrollo inicial, pero que un d¨ªa empiezan a perder todas sus funciones de forma irreversible¡±, explica Mireia del Toro, jefa de la unidad de enfermedades metab¨®licas del Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona.
Los s¨ªntomas m¨¢s frecuentes son alteraciones en el tono muscular ¡ªes habitual que los ni?os empiecen a tener problemas para caminar¡ª, cambios s¨²bitos en la personalidad y disminuci¨®n de la funci¨®n intelectual. El tratamiento funciona como un autotrasplante de c¨¦lulas de m¨¦dula ¨®sea, en el que estas son modificadas en un laboratorio para que una vez devueltas al organismo sean capaces de producir la enzima que protege a la mielina.
¡°Es un gran paso adelante, un medicamento que seg¨²n los resultados de los ensayos cl¨ªnicos puede curar completamente con un buen perfil de seguridad, a ni?os que hasta ahora no ten¨ªan ninguna alternativa terap¨¦utica¡±, afirma Del Toro.
Hasta el 60% de afectados por la enfermedad empiezan a desarrollar s¨ªntomas entre los seis y los 30 meses de vida, en la llamada ¡°forma infantil tard¨ªa¡± que tiene una mortalidad del 75% a los cinco a?os y del 100% a los 10. Aproximadamente un tercio presentar¨¢ la ¡°forma juvenil¡±, con inicio de s¨ªntomas entre los tres y 17 a?os y una mortalidad del 30% a los cinco a?os y del 55% a los 10. El ¡°subtipo adulto¡± es el menos frecuente, con apenas un centenar de casos recogidos en la literatura cient¨ªfica.
El Libmeldy ha demostrado en los ensayos que es eficaz en la forma infantil temprana si se administra antes del inicio de los s¨ªntomas y en la juvenil si se hace cuando estos apenas han empezado. ¡°En estos casos, la cura es hasta ahora completa, aunque hace solo cuatro o cinco a?os que los primeros ni?os empezaron a recibirlo y no sabemos todav¨ªa como evolucionar¨¢n en un futuro¡±, precisa Del Toro.
Para Paula, que en septiembre cumplir¨¢ siete a?os y ahora recibe cuidados paliativos en el Hospital Ni?o Jes¨²s (Madrid), el tratamiento llega tarde. ¡°A los dos a?os empez¨® a perder la fuerza en los brazos y piernas. Ya no era capaz de sostenerse. Despu¨¦s empez¨® a hablar cada vez m¨¢s lenta, cuando era una ni?a que no callaba¡±, cuenta su madre, Sandra Vaquero.
La comercializaci¨®n del Libmeldy, aprobada por la Comisi¨®n Europea a finales de 2020, lleg¨® tres a?os despu¨¦s de que Paula empezar¨¢ a desarrollar s¨ªntomas claros, aunque su madre ya notaba algo desde antes. ¡°Yo ve¨ªa que en comparaci¨®n con su hermano mayor, que est¨¢ libre de la enfermedad, ten¨ªa menos fuerza. Pero iba bien a nivel cognitivo y era algo leve, as¨ª que los m¨¦dicos no le dieron mucha importancia. Pero, de repente, todo fue a peor cuando cumpli¨® dos a?os. Primero le diagnosticaron un s¨ªndrome de Dandy Walker, luego Guillain-Barr¨¦ y m¨¢s adelante una neuropat¨ªa desmielinizante inflamatoria. Estuvo mal diagnosticada durante m¨¢s de dos a?os. Cuando al final supimos qu¨¦ era lo que ten¨ªa, ya no cumpl¨ªa los criterios para entrar en ning¨²n ensayo cl¨ªnico por lo avanzado de los s¨ªntomas¡±, relata la madre de Paula.
A la b¨²squeda del diagn¨®stico precoz
El caso de Paula evidencia el gran reto que tiene por delante el sistema sanitario para sacar todo el potencial al nuevo tratamiento: el diagn¨®stico precoz. ¡°Los ni?os con s¨ªntomas ya no pueden recibirlo porque el f¨¢rmaco no es eficaz. Pero ahora es casi imposible saber antes si un ni?o tiene la enfermedad, salvo que tenga un hermano mayor afectado y se vaya a buscar la alteraci¨®n gen¨¦tica. Ser¨ªa necesario introducir la prueba para detectar las leucodistrofias en los cribados neonatales¡±, se?ala Carmen Sever, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola contra la Leucodistrofia.
Ninguna comunidad aut¨®noma incluye ahora las leucodistrofias en estas pruebas ¡ªm¨¢s conocidas como del tal¨®n¡ª que se hacen a los ni?os reci¨¦n nacidos en Espa?a, aunque empieza a haber algunos planes pilotos. La raz¨®n es que tienen un elevado coste y, adem¨¢s, hasta ahora tampoco hab¨ªa ning¨²n tratamiento disponible. ¡°Pero esto est¨¢ cambiando. Ya existen f¨¢rmacos que curan a estos ni?os, as¨ª que es importante introducirlas¡±, a?ade Sever. ¡°Nos podemos encontrar con la paradoja de que tengamos el medicamento y no nos lleguen enfermos¡±, ilustra por su parte Del Toro.
En Espa?a existen unas enfermedades comunes incluidas en todos los cribados neonatales fijadas por el Ministerio de Sanidad, a las que luego las comunidades pueden a?adir otras. ¡°Nos reunimos con el ministerio justo antes de la pandemia para ampliarlas, pero luego ha quedado todo parado¡±, lamenta Sever. Sanidad no ha informado a este diario sobre si prev¨¦ ampliar el n¨²mero de enfermedades incluidas en sus recomendaciones.
Aunque la Comisi¨®n Europea autoriz¨® hace m¨¢s de un a?o la comercializaci¨®n del Libmeldy, que todav¨ªa no est¨¢ aprobado en Estados Unidos, no ha sido hasta los ¨²ltimos meses cuando algunos pa¨ªses europeos han empezado a financiarlo en sus sistemas sanitarios. El problema principal ha sido el elevado precio que Orchard Therapeutics pide por el tratamiento. El Reino Unido rechaz¨® en julio de 2021 las pretensiones econ¨®micas de la farmac¨¦utica, cifradas entonces por la compa?¨ªa en entre 2,5 y 3 millones de euros, alegando que era demasiado caro y no estaba demostrada su eficacia a largo plazo. Posteriormente, tras negociaciones que se han mantenido confidenciales, el pa¨ªs anunci¨® en febrero un acuerdo de financiaci¨®n en la sanidad p¨²blica.
Orchard Therapeutics hizo p¨²blico en mayo que hab¨ªa alcanzado el mismo acuerdo con otros dos pa¨ªses, Alemania e Italia, y detall¨® que el precio fijado con el primero era de 2,475 millones de euros. La nota inclu¨ªa una referencia a Espa?a en la que dec¨ªa que la compa?¨ªa preve¨ªa ¡°acreditar¡± alg¨²n hospital en el pa¨ªs para administrar el tratamiento. Sobre la financiaci¨®n p¨²blica del f¨¢rmaco en Espa?a, Sanidad afirma que ¡°est¨¢ en estudio¡± y la compa?¨ªa que no puede ofrecer detalles, ya que ¡°las negociaciones est¨¢n en marcha¡±. El proceso puede durar a¨²n varios meses, durante los cuales existen mecanismos especiales para que si alg¨²n ni?o necesitara el f¨¢rmaco pueda recibirlo.
Dos recientes informes publicados por Sanidad ponen en evidencia el impacto en las cuentas p¨²blicas que est¨¢n teniendo los nuevos f¨¢rmacos innovadores. En solo cinco a?os, el gasto p¨²blico en tratamientos oncol¨®gicos ha crecido el 94% (hasta los 3.110 millones de euros) y el de los dedicados a las enfermedades raras, el 66% (hasta los 1.004 millones). ¡°Cuando estas innovaciones llegan al mercado, es inasumible rechazarlas. Se puede negociar el precio un poco a la baja o introducir f¨®rmulas de riesgo compartido, como el pago por resultados, como se hizo con el Zolgensma. Un abordaje mejor ser¨ªa impulsar pol¨ªticas bien financiadas de investigaci¨®n p¨²blica en el ¨¢mbito europeo para alcanzar acuerdos de riesgo compartido con las farmac¨¦uticas antes, cuando los medicamentos a¨²n est¨¢n en desarrollo, y no cuando este se ha completado y las empresas tienen toda la fuerza negociadora. Extender las colaboraciones p¨²blico-privada durante fases m¨¢s tempranas ser¨ªa una mejor estrategia para contener la escalada de precios que vivimos¡±, concluye el profesor Juan Oliva.
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