Un hombre que viol¨® a una jornalera se libra de la c¨¢rcel por 6.000 euros, las costas y un curso de educaci¨®n sexual
Un acuerdo entre la Fiscal¨ªa, la v¨ªctima y la defensa permite que un hombre que admiti¨® haber agredido sexualmente, amenazado y golpeado a una trabajadora a su cargo solo tenga que cumplir cinco a?os de libertad vigilada
El 14 de mayo de 2019, en la localidad murciana de Archena, Celso hab¨ªa quedado sobre las nueve menos cuarto de la noche con Covadonga, una jornalera paraguaya contratada por una ETT para la empresa en la que Celso era encargado. ?l, murciano, ten¨ªa entonces 64 a?os y era su jefe. Era temporada de recogida de albaricoque. Lleg¨® a por ella en una furgoneta blanca, una Ford Tourneo con el logotipo de Agarcampo en un lateral, y condujo hacia una finca que se conoce como Los Chatos de Y¨¦char. Cuando llegaron, Covadonga le pregunt¨® qu¨¦ hac¨ªan all¨ª y la respuesta de Celso fue: ¡°C¨¢llate, si no quieres problemas conmigo, haz lo que yo te pida¡±.
No pidi¨® nada. La oblig¨® a realizarle una felaci¨®n, la viol¨® y despu¨¦s la amenaz¨® con dejarles sin trabajo, a ella y a sus ¡°paisanos¡±, si contaba lo que hab¨ªa ocurrido. Aun as¨ª, ella denunci¨®, y ¨¦l pas¨® medio a?o en la c¨¢rcel, entre mayo y noviembre de aquel a?o. Sin embargo, el fallo judicial por aquel delito, firmado en la Audiencia Provincial de Murcia el 3 de mayo de este a?o, es el pago de las costas procesales ¡ªque el condenado entreg¨® a la v¨ªctima antes del juicio, adem¨¢s de 6.000 euros en concepto de indemnizaci¨®n por da?os¡ª, la prohibici¨®n de acercarse a la v¨ªctima, cinco a?os de libertad vigilada en los que el condenado se compromete a no delinquir y cumplir con un programa de educaci¨®n sexual.
?Por qu¨¦? Porque hubo conformidad entre las partes, seg¨²n se explica en la sentencia, que da nombres ficticios tanto a agresor como a v¨ªctima. Es decir, que Celso reconoci¨® el delito y las penas que tanto la Fiscal¨ªa como la acusaci¨®n particular pidieron; como tambi¨¦n ha ocurrido en el caso de la violaci¨®n de dos polic¨ªas a una mujer en Estepona (M¨¢laga). Un proceso que dej¨® ¡°alucinada¡± a la portavoz adjunta de Juezas y Jueces para la Democracia, Isabel Tobe?a, que explica que aunque a veces sea ¡°incomprensible¡±, estos acuerdos se producen. Tambi¨¦n afirma que la Fiscal¨ªa no solo puede, sino que ¡°tiene el deber¡± de seguir con dicho proceso en estos casos, aunque la v¨ªctima se retire del proceso penal, como recoge el propio C¨®digo Penal.
El art¨ªculo 191 establece que ¡°para proceder por los delitos de agresiones, acoso o abusos sexuales, ser¨¢ precisa denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o querella del Ministerio Fiscal¡±, y, como incide Tobe?a, tambi¨¦n ese art¨ªculo fija que ¡°en los delitos de violencia sexual el perd¨®n del ofendido o del representante legal no extingue la acci¨®n penal ni la responsabilidad de esa clase¡±.
Sin embargo, las conformidades se dan ¡°por distintos motivos¡±, apunta la jueza. Entre otros, ¡°en funci¨®n de las caracter¨ªsticas¡± del proceso: ¡°Por ejemplo, si creen que no tienen suficiente prueba sin la v¨ªctima, deciden no continuar¡±.
Como ha ocurrido en este caso, en el que Celso queda libre por ser ¡°delincuente primario, carecer de antecedentes penales anteriores al il¨ªcito enjuiciado, no venir obligado a satisfacer responsabilidad civil alguna y no exceder de dos a?os de prisi¨®n la pena que se pretende suspender¡±. A pesar de los hechos probados.
En ese relato se lee c¨®mo se dieron el n¨²mero de tel¨¦fono aquella misma ma?ana, la del 14 de mayo de 2019. C¨®mo cuando llegaron a aquella finca, ella verbaliz¨® su deseo de marcharse, c¨®mo ¨¦l la agarr¨® de los brazos, la empuj¨® y la meti¨® en la parte de atr¨¢s de la furgoneta.
Tambi¨¦n c¨®mo ella intent¨® escapar varias veces y ¨¦l le peg¨® todas esas veces para que no pudiese hacerlo: en la cara, sujet¨¢ndola del pelo. C¨®mo le quit¨® la ropa y la penetr¨® ¡°vaginalmente ¡ªsin protecci¨®n alguna¡ª hasta culminar el acto en el interior de su vagina al tiempo que le dec¨ªa: ¡°Eres una puta, si has quedado conmigo y te has subido al coche ya sab¨ªas lo que iba a ocurrir¡±.
Y tambi¨¦n c¨®mo despu¨¦s la ¡°agarr¨® fuertemente¡± del pelo ¡°y empuj¨® su cara contra su miembro hasta introducirlo en la boca¡± de ella, ¡°oblig¨¢ndola a realizarle una felaci¨®n¡±. Cuando termin¨®, le dijo: ¡°V¨ªstete y no digas nada que nadie te va a creer. Si dices algo de esto, tanto t¨² como tus paisanos vais a perder el trabajo¡±.
En aquel primer momento ella present¨® denuncia y fue al hospital: ten¨ªa heridas en los muslos, los brazos, el hombro izquierdo, el labio, el gl¨²teo derecho y en la espalda. ?l pas¨® medio a?o en prisi¨®n. Pero al inicio de las sesiones judiciales, ¡°tras reconocer el acusado todos los hechos objeto de acusaci¨®n, la fiscal modific¨® su escrito de acusaci¨®n en el sentido de calificar los hechos como constitutivos de un delito de agresi¨®n sexual¡± con ¡°las atenuantes de reparaci¨®n del da?o [por los 6.000 euros entregados a la v¨ªctima antes del juicio adem¨¢s de las costas procesales] y la de confesi¨®n tard¨ªa¡±.
La fiscal solicit¨® para el acusado la pena ¡°de dos a?os de prisi¨®n, accesoria, y prohibici¨®n de aproximarse a D? Covadonga a menos de 500 metros de su domicilio, lugar de trabajo o cualquiera otro que ella frecuente, y de comunicarse con la misma en cualquier forma y medio de comunicaci¨®n, inform¨¢tico, telem¨¢tico, contacto escrito, verbal o visual por tiempo de siete a?os; y, por ¨²ltimo, la medida de libertad vigilada por plazo de cinco a?os consistente en las citadas prohibiciones de aproximaci¨®n y comunicaci¨®n¡±.
Cuando la acusaci¨®n particular ¡°se adhiri¨® ¨ªntegramente a la calificaci¨®n fiscal y precis¨® haber recibido con anterioridad al juicio la totalidad de la responsabilidad civil que reclamaba, ascendente a 6.000 euros, y las costas procesales¡±, no se ¡°consider¨® necesaria la continuaci¨®n del juicio, por lo que se declar¨® visto para sentencia por estricta conformidad de las partes¡±. Y as¨ª, un delito de violaci¨®n se salda con unos cuantos miles de euros y un curso de educaci¨®n sexual.
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