¡°Estamos en un momento donde todos los factores van en contra del aumento de la natalidad¡±
El dem¨®grafo Joaqu¨ªn Reca?o analiza los datos de nacimientos del primer semestre de 2022, que se sit¨²an en m¨ªnimos hist¨®ricos
La natalidad en Espa?a no remonta tras lo peor de la pandemia. En el primer semestre del a?o nacieron 159.705 ni?os, seg¨²n los datos provisionales del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Es una cifra pr¨¢cticamente calcada a la del mismo periodo de 2021, la m¨¢s baja en la serie hist¨®rica, que comienza en 1941. El dem¨®grafo Joaqu¨ªn Reca?o (La L¨ªnea de la Concepci¨®n, 60 a?os), profesor titular de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona e investigador del Centro de Estudios Demogr¨¢ficos, analiza esos datos que, seg¨²n su opini¨®n, no remontar¨¢n de forma notable a medio plazo.
Pregunta. ?A qu¨¦ se debe esta baja natalidad?
Respuesta. Hay varias razones. Por un lado, existe un factor estructural, que es la disminuci¨®n de las mujeres en edad f¨¦rtil. Cuando este n¨²mero se reduce, en un contexto incluso de fecundidad estable, eso se traduce en una ca¨ªda de la natalidad. Por otro lado, hay una hip¨®tesis que tendr¨ªa que confirmarse con los datos m¨¢s consolidados, que es la contribuci¨®n de los inmigrantes. Yo creo que la fecundidad de la poblaci¨®n extranjera se ha resentido durante la pandemia, porque es uno de los colectivos m¨¢s castigados por el desempleo y por la inestabilidad econ¨®mica; y ha llegado a representar el 20% de los nacimientos en algunos a?os
P. Las familias son cada vez m¨¢s peque?as.
R. S¨ª, por mucho que las parejas respondan en las encuestas que quieren tener dos hijos, es un modelo que est¨¢ reduci¨¦ndose y muchas parejas se quedan con uno, en parte por el retraso en la decisi¨®n de tenerlos. Y esto, entre otros factores, produce que cada vez haya m¨¢s mujeres infecundas porque la fertilidad por encima de los 35 a?os se reduce considerablemente, adem¨¢s no hay que desde?ar la decisi¨®n libre y personal, una tendencia en auge, de renunciar a la maternidad.
P. ?Hay menos ganas de tener hijos?
R. Existe un cambio social que es tambi¨¦n estructural: el aumento de estudios de la poblaci¨®n espa?ola va en cierto detrimento de la natalidad [a m¨¢s estudios universitarios, la tendencia es a tener menos hijos]. Por una parte, las expectativas educativas de que los hijos de las parejas con estudios superiores igualen o superen las de sus progenitores eleva los costes de tener hijos. Por otra parte, si uno estudia hasta tarde, luego intenta encontrar un trabajo estable que se adecue m¨¢s o menos a la formaci¨®n recibida, se encuentra, sin darse cuenta, en la treintena, y a veces sin haber formado una pareja m¨¢s o menos estable, eso supone una reducci¨®n notable del per¨ªodo de exposici¨®n a tener hijos, y cuando se encuentra en la tesitura, a lo mejor rebaja el n¨²mero. En definitiva, estamos en un momento donde todos los factores van en contra del crecimiento de la natalidad.
P. ?La pandemia sigue pesando en la natalidad?
R. Los nacimientos de este semestre son concepciones producidas en los nueve meses anteriores, en periodos en los que la pandemia todav¨ªa era fuerte. La gente no estaba mucho por el hecho de procrear, las condiciones econ¨®micas eran bastante inciertas y creo que se mantiene un efecto que durar¨¢ al menos todo el a?o. El retraso a la edad del matrimonio o a la que se constituyen las parejas es un buen indicio porque tambi¨¦n posterga el nacimiento del primer hijo. Y aqu¨ª influyen factores econ¨®micos, como los problemas para encontrar una vivienda adecuada cuando crece el n¨²mero de sus integrantes, en un contexto de carest¨ªa de la vivienda, y la obtenci¨®n de un trabajo estable, que desde hace a?os involucra a ambos miembros de la pareja.
P. Las perspectivas socioecon¨®micas no auguran un cambio de tendencia.
R. No, estamos en una etapa de grandes incertidumbres que retrasan o modifican muchos proyectos vitales que se suman a la pandemia, como la guerra de Ucrania, que todav¨ªa no se refleja en las estad¨ªsticas. Pero, por el momento, en cuanto a la pospandemia no estamos ante la t¨ªpica respuesta a lo que se produce tras un per¨ªodo de convulsi¨®n social. Tras la II Guerra Mundial, por ejemplo, hab¨ªa cierta euforia y una coyuntura econ¨®mica favorable que incidi¨® en la subida de la natalidad en la pr¨¢ctica totalidad de los pa¨ªses desarrollados. Pero eso no se ve ahora. Al menos no ese tipo de euforia. La gente m¨¢s bien est¨¢ queriendo recuperar la vida perdida durante la pandemia, es una especie de fervor vacacional que va muy en contra de lo que ser¨ªa un ahorro para tener hijos.
P. ?Existen pol¨ªticas que se hayan demostrado eficaces a la hora de revertir o amortiguar esta tendencia?
R. Una ser¨ªa la pol¨ªtica de vivienda, para reducir sus costes de acceso, existen ayudas pero limitadas. Pero el Estado espa?ol tiene una muy t¨ªmida intervenci¨®n en vivienda social. S¨ª tenemos un efecto positivo que hay que aplaudir en el aumento de la estabilidad laboral, ah¨ª vamos por buen camino. Un acceso a la vivienda m¨¢s econ¨®mico permitir¨ªa que muchas parejas pudieran emanciparse y crear sus propios hogares. Porque estamos viendo que una habitaci¨®n compartida puede llegar a costar en ciudades como Barcelona hasta 450 euros, que es casi la mitad del salario m¨ªnimo. Y una habitaci¨®n no es un entorno en el que uno se plantee tener hijos. Por otro lado, tambi¨¦n hay pol¨ªticas de natalidad que Espa?a no ha desarrollado de forma cohesionada.
P. ?Qu¨¦ pol¨ªticas?
R. Existen algunas ayudas a las familias con hijos, pero son muy escasas y no universales (como en Francia, con una fecundidad m¨¢s elevada y estable que la espa?ola). Deber¨ªa haber m¨¢s, ya sea de forma directa o indirecta. Y luego, hablamos del reto demogr¨¢fico, pero hoy d¨ªa ese reto no est¨¢ en los pueblos, sino en las capitales de comarca y en las ciudades. Si la natalidad espa?ola se va a recuperar no ser¨¢ en las ¨¢reas rurales, sino en las ciudades, que es donde hay mujeres en edad f¨¦rtil.
P. ?Eso qu¨¦ panorama nos deja?
R. A corto y medio plazo la natalidad no parece que vaya a mejorar. Se puede estabilizar, crecer un poco, pero no va a cambiar de forma sustantiva.
P. ?Y a largo plazo?
R. Las perspectivas no son halag¨¹e?as, si lo que uno pretende es que nazcan m¨¢s ni?os en Espa?a. Estamos en un mundo donde no faltan personas, pero est¨¢n mal distribuidas en el espacio. El crecimiento de las sociedades europeas est¨¢ ligado indefectiblemente a la inmigraci¨®n y a la aceptaci¨®n de que en el futuro nuestras sociedades ser¨¢n cultural y ¨¦tnicamente mucho m¨¢s complejas.
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