La natalidad en Espa?a contin¨²a en el primer semestre en niveles m¨ªnimos de la serie hist¨®rica

Cada vez nacen menos ni?os en Espa?a. La tendencia descendente de la natalidad, que se hab¨ªa agudizado durante la pandemia, se mantiene. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) ha publicado este mi¨¦rcoles los datos del primer semestre de 2022, en el que nacieron 159.705 beb¨¦s, lo que lo sit¨²a al nivel de 2021, cuando se bati¨® el r¨¦cord de la serie hist¨®rica, que comienza en 1941.

Las cifras son provisionales y tendr¨¢n que refinarse. Las del a?o pasado por estas fechas arrojaban una natalidad de 160.681 ni?os, un millar m¨¢s que la de esta, pero luego fueron revisadas para situarse en 159.494, ligeramente por debajo de las de 2022. En cualquier caso, a la espera de las correcciones, son niveles t¨¦cnicamente iguales que muestran que no cambia la tendencia tras la ca¨ªda del 5% del a?o pasado.

Estos datos eran ¡°esperados¡± y responden a varias razones, en opini¨®n de Diego Ramiro, director del Instituto de Econom¨ªa, Geograf¨ªa y Demograf¨ªa del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Es una mezcla de la tendencia de fondo de ca¨ªda de la fecundidad que Espa?a registra desde los a?os setenta y el aplazamiento de la decisi¨®n de tener hijos con motivo de la crisis del coronavirus y de la incertidumbre econ¨®mica.

Esta tendencia a la baja solo cambi¨® durante los primeros a?os de este siglo, cuando una situaci¨®n econ¨®mica boyante con bajos niveles de paro foment¨® que las parejas tuvieran m¨¢s hijos. Despu¨¦s de eso, con la crisis de 2008, la natalidad volvi¨® a caer y no ha vuelto a remontar.

A mediados de los a?os noventa se lleg¨® al r¨¦cord de ca¨ªda de la fecundidad. ¡°Ahora est¨¢n llegando a la edad de ser madres quienes nacieron en aquella ¨¦poca, por lo que hay menos personas con edad para tener hijos. A esto se une el ajuste de la crisis sanitaria y probablemente se le sumar¨¢ el de la situaci¨®n econ¨®mica. Si contin¨²a la inflaci¨®n y sube el paro, es probable que las parejas sigan retrasando la decisi¨®n de ser padres¡±, se?ala Ramiro.

Hay muchos datos que muestran que la natalidad est¨¢ relacionada tanto con el nivel de estudios (a m¨¢s estudios, menos hijos) como con la estabilidad econ¨®mica y laboral. Un registro de poblaci¨®n en Andaluc¨ªa, cuenta este experto, permite comprobar que durante la crisis econ¨®mica de 2008 quienes m¨¢s aplazaron la decisi¨®n de procrear fueron quienes ten¨ªan trabajos m¨¢s inestables, independientemente de su nivel de estudios. ¡°Entre los parados la natalidad cay¨® a plomo; lo hizo, pero no tanto, entre quienes ten¨ªan un empleo precario, mientras que en el caso de los que ten¨ªan un empleo permanente (incluyendo funcionarios) su fecundidad no solo no descendi¨®, sino que tuvo un ligero crecimiento¡±, apunta.

Las condiciones actuales producen un c¨ªrculo vicioso que lleva cada vez la media de la maternidad a edades m¨¢s avanzadas, en las que la fertilidad es menor, se producen m¨¢s problemas para concebir, por lo que muchas parejas ni siquiera pueden tener hijos. ¡°Ahora mismo las que no los tienen son un 22%, pero es probable que este n¨²mero siga creciendo. En el muy largo plazo, eso nos deja un futuro de mujeres (que tienen m¨¢s esperanza de vida) solas sin el apoyo familiar que hasta ahora ten¨ªan¡±, se?ala Ramiro.

La bajada de la natalidad en este semestre no ha sido uniforme en todas las comunidades aut¨®nomas. En cinco de ellas, de hecho, sube. Son Asturias (7,5%), Madrid (5%), Comunidad Valenciana (2,7%), Catalu?a (1,5%) y Castilla y Le¨®n (0,5%). Las mayores ca¨ªdas las registran La Rioja (8%), Baleares (4%), Canarias (3,8%) y Castilla-La Mancha (3,7%).

Aumento de la mortalidad

El INE tambi¨¦n ha publicado este mi¨¦rcoles datos sobre mortalidad hasta la 30? semana del a?o: 275.872 personas fallecieron hasta el 25 de julio, un 5% m¨¢s que en el mismo periodo de 2021. Solo el primer a?o de la pandemia tuvo cifras mayores para el mismo periodo en lo que va de siglo (292.939).

La mayor parte de este exceso de mortalidad se acumula durante mayo, en menor medida y, sobre todo, en junio y julio, que fueron meses con un n¨²mero de fallecidos muy superior al esperado para esas fechas. El MoMo (el sistema de monitorizaci¨®n de la mortalidad diaria por todas las causas) atribuye algo m¨¢s de 3.000 de esas muertes al calor; tambi¨¦n hay otra parte debida a la propia covid, que sigue matando y en lo que va de a?o se ha cobrado casi 21.000 vidas, seg¨²n los datos provisionales del Ministerio de Sanidad.

Sin embargo, estas dos causas no explicar¨ªan todo el exceso de mortalidad, y los expertos buscan respuestas. Barajan varias hip¨®tesis, como que est¨¦ subestimado el efecto de las olas de calor de estos meses o que el descuido de las enfermedades cr¨®nicas durante toda la pandemia est¨¢ reflej¨¢ndose ahora en m¨¢s casos graves y muertes.

Fuentes del Instituto de Salud Carlos III, encargado de elaborar el MoMo, reconocieron a EL PA?S, que los c¨¢lculos de excesos de mortalidad (que de alguna forma refrendan ahora los datos del INE) est¨¢n por encima de lo que podr¨ªa esperarse y explican que la gran mayor¨ªa se atribuyen a personas muy mayores, sobre todo por encima de los 85 a?os, y tambi¨¦n entre los 75 y los 85.

¡°No se pueden saber las causas exactas ni achacarlo a un solo motivo concreto. Puede influir el calor de esas semanas, la covid, las consecuencias de la pandemia [las hay indirectas de muchos tipos, como las sociosanitarias, el menor acceso al sistema sanitario por dificultades asistenciales o por miedo, el aislamiento que han sufrido muchos mayores], la fragilidad de personas vulnerables en relaci¨®n con todo lo anterior. Se trata de estimaciones que hay que manejar con prudencia, consolidar datos y estudiar en el futuro¡±, se?alan estas fuentes.